La Autonomía Zapatista en perspectiva social

a 10 años de construcción constante de autonomía zapatista vale la pena reflexionar sobre ella, mirar la autonomía zapatista, y aunque sea de forma breve describir la forma de organización del gobierno autónomo, haciendo particular énfasis en los proyectos de educación, salud, agroecología, y destacando el papel que tiene la mujer en estos procesos.

En este sentido, para comprender el concepto de autonomía hay que partir de dos premisas: 1) los sujetos poseen libre determinación, es decir, la capacidad de decisión en lo que se refiere a las formas de organización; y 2) poseen un territorio, el ámbito en donde se llevan a cabo la toma de decisiones, la ejecución de las acciones, la administración de los recursos y la creación de las identidades.

Así, con el impulso de la autonomía en territorio zapatista, han venido reinventando desde la práctica el sentido de la democracia, funcionando con sus propias contradicciones. Así lo señala El investigador Ramírez Zaragoza (2008: 82):

 

(…) no sólo desde el levantamiento de 1994, si no sobre todo, a partir de la forma de los acuerdos de San Andrés incumplidos por el gobierno en 1996 y después de la aprobación de la ley sobre los derechos y la cultura indígena de 2001 que en términos reales y legales negó la posibilidad a tales comunidades de autodeterminarse con base en sus usos y costumbres.

 

Es importante puntualizar también, que el giro a la reivindicación de la autonomía tiene que ver con consideraciones territoriales, las cuales llevan implícita una idea de sustentabilidad vinculada con el estilo de organización social-territorial prehispánico, que corresponde también a una visión moderna anticapitalista de concepción del mundo. “El territorio tiene que ver con el lugar donde se asienta la cultura, como territorio cultural, como el producto en incesante cambio de un proceso social y no sólo geográfico-político. (Ceceña, 2004: 602)           

Es en el territorio controlado por el zapatismo donde encontramos la construcción de los cinco Aguascalientes como resultado de las redes de identidad que se vinculan en el territorio en rebeldía en Chiapas, donde los indígenas zapatistas construyen la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida.

En un primer momento personas de la llamada sociedad civil impulsaron y apoyaron los proyectos productivos de educación y salud en diferentes Municipios Autónomos del estado de Chiapas. Por ejemplo, en el Caracol II de Oventic, se atienden las necesidades de educación y salud de más de 38 comunidades aledañas, a través de la clínica-hospital “La Guadalupana” y una Escuela Secundaria, estos fueron de los primeros proyectos que se generaron en territorio zapatista. (Sub Comandante Insurgente Marcos, 2001: 249)

Así pues, las bases de apoyo zapatistas junto con los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas [MAREZ] y las instancias de gobierno rebelde, juegan el papel más importante de la lucha zapatista, pues son ellos los que llevan a cabo su autonomía, siempre sin el reconocimiento del gobierno mexicano.

A través de sus propios medios e incorporando proyectos productivos, las comunidades zapatistas y sus bases de apoyo construyen otras formas de hacer política  donde se lleva a cabo el mandar obedeciendo, siendo las prácticas que emergen de esto, las que se distancian de las organizaciones institucionales de forma radical:

 

Las JBG (…) de estos 5 caracoles llevan a cabo para sí la revocación de mandato, pues quienes no cumplen bien sus funciones son removidos por las comunidades, además el cargo es rotativo y no tiene remuneración, ya que es concebido como un trabajo y beneficio colectivo (…) Éste órgano (JBG) son (…) una instancia colectiva en donde sus integrante se rotan semanalmente (…) permanecen de domingo a domingo y enseguida regresan a sus municipios y comunidades de origen de las autoridades; y vuelven (…) al cabo de tres o cuatro semanas. Este mecanismo de representación se origina a partir de que las distintas comunidades de un municipio nombran el Consejo Autónomo del municipio y a sus distintos representantes en las comisiones municipales. A su vez, los integrantes del Consejo de cada municipio se organizan por turnos de modo que se pueda garantizar su participación permanente. (Cerda García, 2011: 147)

 

La renovación del Consejo Autónomo municipal se hace cada tres años, mediante la asamblea. Durante los seis meses posteriores al término de su mandato, las antiguas autoridades autónomas tienen la responsabilidad de asesorar y acompañar a las nuevas autoridades. De esta forma, la JBG queda conformada por alrededor de 12 personas, tanto mujeres como hombres que pertenecen a los distintos municipios y cuentan con la representación de tzeltales, tzotziles, tojolabales y mestizos. El trabajo cotidiano se organiza a través de comisiones de proyectos autónomos, finanzas, denuncias, problemas, respuestas a solicitudes, entre otras. (op. cit., 2011: 148)

Los Consejos Autónomos fungen como órganos que representan a los Municipios, y por otro lado, las Juntas de Buen Gobierno son órganos que representan a varios Municipios Autónomos; el representante se convierte en la voz de todos los miembros de las comunidades que pertenezcan a una etnia, de la misma manera que los representantes de la JBG se convierten en representantes de todos los municipios que correspondan a su jurisdicción sin importar a qué municipio en particular pertenezca el representante.(Ramírez Zaragoza, 2009: 37-39)

Respecto a la organización zapatista, la Junta de Bueno Gobierno del Caracol de Oventic durante la brigada en que participó Regeneración Radio en solidaridad con las comunidades zapatista en el año 2011, platicó el significado de los trabajos que tienen como organismo autónomo:

 

(…) estamos dando el servicio para nuestro pueblo; nosotros sabemos qué es lo que hemos dicho desde el 94, (…) sí tenemos que cambiar unas situación de que es del pueblo (…) nosotros vemos cuál es las necesidades que hay aquí (…) es nuestra obligación de recibir los visitantes nacionales e internacionales y además es nuestra obligación de ver la necesidad de cada pueblo, de cada municipio. (Junta de Buen Gobierno de Oventic, 2011, entrevista)

 

En el territorio donde hay presencia de Bases de Apoyo de EZLN  se llevan a cabo actividades que conciernen a la salud, la educación, proyectos de agroecología, entre otros más.  La idea de gobierno autónomo que se tiene en los pueblos zapatistas supone una vida comunitaria en la que la democracia no sólo se refiere a la elección de autoridades que son gobierno, sino que es un ejercicio permanente vinculado a la práctica cotidiana de los responsables de todos los cargos que la comunidad necesita para organizarse, para producir y reproducirse como pueblos indígenas.

Sobre las características que tienen que ver con la reproducción del zapatismo destaco cuatro de ellas: la educación, salud, proyectos de agroecología; y por otro lado, el papel de la mujer indígena en la construcción de los procesos de la comunidad.

En la educación zapatista se estudia la historia de lo
s pueblos, de “los abuelos y ante pasados”. La enseñanza se hace a través de promotores de educación, así como de libros de texto que surgen de los mismos pueblos coordinados junto con asesores de la sociedad civil. Se trabaja con ejercicios extra escolares, como la elaboración y discusión de contenidos murales sobre la historia de México, la trayectoria del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, la historia de los municipios Autónomos y de la educación Autónoma. (Cerda García, 2011: 201)

Los proyectos educativos están presentes en gran parte de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas, los contenidos que se enseñan en las escuelas son aprobados por los consejos autónomos y en la mayoría de las comunidades en donde hay Bases de Apoyo del EZLN. Así lo hizo saber la Junta de buen gobierno en la misma brigada de observación de agresiones en contra de sus comunidades:

 

(…) las comunidades tienen sus promotores, sus promotoras, los mismos pueblos lo organizaron; pero los promotores de la educación están dando un servicio gratuitamente, están trabajando a tiempo completo, así nomas, voluntario. (Junta de Buen Gobierno de La Realidad, 2011, entrevista)

 

La diferencia entre las escuelas oficiales y las escuelas autónomas  zapatistas es la impartición del conocimiento y el contenido de éste. Por un lado, en las escuelas oficiales las clases se imparten sólo en español, se deja a un lado la cultura indígena; mientras que en las escuelas zapatistas se fomenta la identidad de los pueblos indios, las clases se dan en español, zoque, tzeltal y chol; y se habla de la lucha y los antecedentes zapatista. La historia que aprenden los niños autónomos es la de sus propios pueblos y su lucha. El reto en educación es ahora relacionar todos los proyectos. Se busca que en las escuelas se impartan también clases de salud y de agroecología (Muñoz Ramírez, 2004: Internet). Los proyectos educativos autónomos son muy importantes en el movimiento indígena de Chiapas, ya que es el medio por el cual reproducen sus prácticas sociales, es decir, se va concientizando a los niños y niñas zapatistas, generando la reproducción y continuidad de su lucha. 

En lo tocante a la salud autónoma, el proyecto zapatista ha construido sus propias clínicas, ellos mismos organizan a promotores de salud que realizan campañas de higiene y de prevención. De la misma manera llevan a cabo proyectos donde rescatan la medicina tradicional y la construcción de clínicas dentales.      

 

Ya tenemos una clínica central (…) igual en cada Municipios Autónomos (…) ¿Por qué? Porque los Municipios están muy retirados (…) pero no solo, también tenemos casas de salud en cada comunidad (…) nosotros como zapatistas, el pueblo mismo empezamos a organizarlo (…) no están recibiendo dinero, paga (…) estamos en la resistencia. (Junta de Buen Gobierno de Oventic, 2011, entrevista)

 

En las regiones autónomas existe una red de casas de salud y clínicas, consultorios dentales, laboratorios de análisis clínicos y de herbolaria, donde se practica oftalmología y ginecología, así como farmacias. En el sistema de salud comunitaria de los zapatistas, las consultas tienen un precio simbólico y a veces son gratuitas, además se atiende a todo aquel que lo solicita, sea o no Base de Apoyo del EZLN. La medicina tradicional es gratuita, mientras que en la medicina farmacéutica, solo se cobra el precio de costo. (Zibechi, 2008: 43)

A pesar de la ausencia de reconocimiento por parte del Estado mexicano, las estrategias que en el campo de la salud vienen implementando las Bases de Apoyo Zapatista muestran no solo su eficiencia (disminución de tasas de mortalidad infantil y materna), sino también que es posible la conformación de una estrategia local de salud controlada por la misma población indígena.

De los proyectos zapatistas con los cuales están tratando de garantizar la soberanía alimentaria y prácticas que respeten “a la madre tierra” son los proyectos de agroecología. Estos también cuentan con promotores y promotoras del trabajo en las comunidades y municipios donde hay Bases de Apoyo Zapatistas.

Uno de los proyectos, es un plan de mejoramiento del suelo que consiste, entre otras cosas, en eliminar poco a poco la quema de acahuales, utilizar abonos orgánicos y dejar de usar insecticidas para las plagas, con el fin de recuperar la fertilidad de las tierras. (Muñoz Ramírez, 2004: Internet).

En este sentido La Junta de Buen Gobierno señala:

 

Se dieron cuenta de los productos químicos que están vendiendo los ricos y el mal gobierno solo están matando la madre tierra, están contaminando el suelo, el río el aire (…) la tierra y hasta nosotros; porque los productos químicos (…) trae mucha enfermedad (…) Ahorita ya casi hay muchas comunidades, muchos municipios en todas partes, ya saben cómo se preparan los abonos orgánicos (…) no están usando los productos químicos, así en pura natural están aprendiendo para que salga bien la producción; ahorita están aprendiendo sobre la conservación de suelo (…) los pueblos ya están sembrando milpas, frijoles, hortalizas (…) natural (…) ya están buscando buena forma de cómo sobrevivir (Junta de buen Gobierno de Oventic, 2011, entrevista)

 

Los proyectos de agroecología, debido a la forma de concebir la naturaleza y de disponer de recursos naturales de una forma equilibrada, respetuosa con la naturaleza y con el medio ambiente de los pueblos indios, en particular de los zapatistas, posibilitan conservar la ecología del lugar, además desarrollar un conocimiento amplio de sus posibilidades alimenticias, curativas o facilitadoras de la vida.

Otra de las características fundamentales del zapatismo es que ha generado una serie de cambios en las formas de relación que cotidianamente se establecen entre hombres y mujeres. En este sentido, ha posibilitado la participación de las mujeres desde los primeros días de actividad pública del EZLN; antes del levantamiento de 1994 las mujeres no tenían derecho a participar en los trabajos de los pueblos, de esta forma, un gran logro de la organización autónoma tiene que ver con la dignidad de la mujer, pues se ha avanzado en la lucha contra la costumbre de “vender” a las mujeres, las cuales anteriormente no podían elegir libremente a su pareja. (Cerda García, 2011: 114)

En los espacios de los Municipios Autónomos o de los Caracoles se pueden ejercer con mayor libertad las experiencias de noviazgo, la formación de parejas, el ejercicio de sexualidad. Existe así mismo, una intencionalidad y una serie de medidas para que, durante los encuentros y reuniones de trabajo, las tareas tradicionalmente reservadas a las mujeres tales como el aseo o la preparación de alimentos, sean igualmente desempeñadas por ellos y ellas. (op. cit., 2011: 114)

 

No solo los hombres, también las mujeres están haciendo su trabajo, son coordinadoras, coordinan juntos hombres y mujeres (…) cuando hablamos  de la comercialización pues están las cooperativas, esas son las mismas mujeres que llevan a cabo todos los trabajos que se hacen ahí. Actualmente en los Altos de Chiapas hay dos sociedades cooperativas que están funcionando
y el grupo de colectivos de mujeres, son ellas las mesas directiva (…) ahí son las mismas compañeras que toman la decisión, que toman iniciativa, resuelven problema cuando surgen
algún problema sobre su cooperativa (…) pues de todo lo que se necesita ahí. (Mujer de la Junta de Buen gobierno de Oventic, 2011, entrevista)

 

Estas cooperativas, tiendas, granjas y hornos colectivos sirven también para la discusión y deliberación colectiva, como espacios de autogestión  y discusión sobre las identidades de género, posibilitan la participación mixta, así como la participación de las mujeres en la discusión política.

Un rasgo importante que resalta del zapatismo y que no puedo dejar pasar es la concepción del poder que tienen, ya que no admiten protagonismos, ni una revolución individual, más bien se plantean como una fuerza moral que se diluye entre el pueblo. Ante la imposición (hegemonía) los zapatistas anteponen reconocer la diferencia. El lema “mandar obedeciendo” designa la forma de hacer la elección de autoridades por medios de asambleas, la revocación del mandato, rendición de cuentas, así como el trabajo comunitario, son aspectos muy importantes en la construcción de nuevas prácticas políticas.

El ejercicio y la construcción del poder en los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno no se construye bajo la lógica del Estado; es decir, de la centralización del poder y la dominación; en lugar de concentrar el poder político en un sólo hombre o en una institución, las comunidades indígenas zapatistas realizan una forma de redistribución equitativa del poder, donde cada miembro de la comunidad tiene la capacidad de incidir en las decisiones de la comunidad, acompañados de una democracia directa y un poder generado de la comunidad:

 

Los Caracoles zapatistas representan también una ruptura con esa visión de los movimientos revolucionarios del siglo XX que pretendían tomar el poder por la fuerza para luego cambiar el mundo. En lugar de esto los pueblos mayas rebeldes construyen el poder desde abajo (en lo micro) y de esta forma buscan hacer redes de resistencia con otras comunidades u otros movimientos. (Romero, 2010: Internet)

 

La organización autónoma de las comunidades indígenas no es nueva. Incluso en México, las tres cuartas partes de los municipios de Oaxaca (donde coexisten 15 etnias) eligen a sus autoridades según sus usos y costumbres y aproximadamente 70% de la población del estado es gobernada por autoridades indígenas. En los más de 400 municipios involucrados, la “autodeterminación comunitaria” va de la gestión de asuntos locales, de tierras y recursos comunales, naturales y de la cultura. (Le Bot, 1998, 29 de marzo: Internet)

Sin embargo, sí fueron los zapatistas quienes le han otorgado un carácter emancipador, rebelde, independiente y autogestivo en sus formas de organización. Es la democracia directa que se practica en las comunidades zapatistas bajo el principio de “Mandar Obedeciendo”; sobre todo con la creación  de las Juntas de Buen Gobierno, lo que hace diferente al movimiento zapatista. Como afirma Ramírez (2008: 63) respecto a las construcciones sociales que lleva a cabo el movimiento, es un ejemplo de las posibilidades reales de generar espacios, que funcionen y nutran al movimiento: la construcción de una cultura política democrática participativa y directa que es producto de la práctica política del mandar obedeciendo como base de la construcción y fortalecimiento de autonomía y que será el sustento para el mantenimiento de sus estructuras políticas: Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas y Juntas de Buen Gobierno.

Con escasos recursos económicos los hombres, mujeres, niños y ancianos de las comunidades indígenas zapatistas organizan sus escuelas, casas de salud, hospitales, cooperativas, farmacias, bodegas de comercio, todos estos proyectos que engloba lo que ellos definen como autonomía. Lo que se apuesta es el rompimiento de las relaciones con las instituciones de gobierno, con el poder, sin obligar al pueblo, a la sociedad civil a organizarse de la forma zapatista; de esta manera, se busca una relación emancipadora, donde se respete la cultura, el conocimiento tradicional en una dimensión territorial local.

Las prácticas que ofrecen al mundo decenas de miles de hombres, mujeres y niños tzotziles, tzeltales, tojolabales, choles, zoques, mames y mestizos, todos zapatistas, son un laboratorio social de autonomía y autogobierno que hace que la comunidad internacional, el “primer mundo” camine junto con los zapatistas, prácticas que se contraponen con la idea de la democracia representativa que existe actualmente no solamente en México, sino en el mundo.

 

Bibliografía

Ramírez Zaragoza, Miguel Ángel. (2009). “El impacto del movimiento zapatista en la participación política de los indígenas. Hacia una cultura política democrática”. Tesis de maestría.  Universidad Autónoma Metropolitana – Iztapalapa (UAM-I).México.

Ramírez Zaragoza. (2008). “La autonomía y La Otra Campaña van. El movimiento Zapatista y sus impactos en la transición procedimental de la democracia y el cambio social”. Praxis y Utopía. México.

Ceceña, Ana Esther. (2004). Internet. “Autonomía y sustentabilidad: alternativa de los pueblos”.  Del Valle Rivera, María del Carmen (coords). El desarrollo agrícola y rural del tercer mundo en el contexto de la mundialización. México: IIEc-UNAM-Plaza y Valdés. Pág. 591-604. Documento disponible en:        http://www.geopolitica.ws/media_files/download/geopolitica8.pdf. Consultado el 22 de mayo de 2011    

Subcomandante Insurgente Marcos. (2001). “El correo de la selva. Cartas y comunicados del EZLN durante el año 2000”. Asociación cultural Votan. México.

Cerda García, Alejandro. (2011). “Imaginando Zapatismo. Multiculturalidad y autonomía indígena en Chiapas desde un municipio autónomo”. México. Universidad Autónoma Metropolitana – Miguel Ángel Porrúa.

Junta de Buen Gobierno de Oventic. (Entrevista). 2011, por Brigada de observación de agresiones a las comunidades zapatistas.

Junta de Buen Gobierno de la Realidad. (Entrevista). 2011, por Brigada de observación de agresiones a las comunidades zapatistas.

Zibechi, Raúl. (2008). “Autonomías y emancipaciones. América Latina en movimiento”. Bajo Tierra – Sísifo Ediciones. México.

Romero, Raúl. (2010). Internet. “Re-inventando el poder”. Documento disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=101664&titular=ezln:-re-inventando-el-poder-. Consultado el 18 de junio de 2011.  

Le Bot, Yvon. (1998). “La autonomía según los zapatistas”. México. La matanza perpetrada en Acteal, municipio de Chenalhó, el 22 de diciembre de 1997, ha sacado a la luz una de las principales posturas del conflicto de Chiapas: la definición y la pue
sta en práctica de la autonomía indígena. En La Jornada, 29 de marzo en http://www.jornada.unam.mx/1998/03/29/mas-autonomia.html

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