El arte en México, lejos de ser una forma de expresión, se ha convertido en un acto de valentía y resistencia. En los últimos años, el asesinato de varios artistas sociales ha subrayado el peligro y el impacto del arte cuanto se emplea como centro de apoyo para un cambio social. A través de sus obras, distintas personas han defendido la libertad y la dignidad humana, mostrando que, a pesar de la violencia, el arte nunca muere ni se intimida. A continuación, un memorial de las y los artistas sociales que han sido asesinados en México en los últimos años. Les nombramos para reivindicar la memoria, para revelar la brutalidad que enfrentan les artistas y la importancia de sus mensajes.
Josué Bernardo Marcial Santos, “Tío Bad” (Sayula, Veracruz, 2019)
El 16 de diciembre de 2019, Josué Bernardo Marcial Santos, conocido como Tío Bad, fue asesinado en Veracruz. Tío Bad, rapero, jaranero y versador, era famoso por sus intervenciones artísticas que desafiaban las normas establecidas y apoyaban a las comunidades marginalizadas. En sus letras denunciaba el panorama de violencia que azota a nuestro país, el despojo en el territorio veracruzano por empresas que hacen fracking y resaltaba la importancia de las lenguas como ente de resistencia cultural.
Su arte, cargado de crítica social y política, no solo reflejaba la realidad de su entorno, sino que también se convirtió en una forma de resistencia frente a la opresión.
“Con la música tratamos de que tener esos valores, unir a la gente más que nada, para que, de ahí, lleguemos a ser la defensa del territorio, informar a la gente, eso es nuestro trabajo” – Tío Bad
Isabel Cabanillas (Ciudad Juárez, Chihuahua, 2020)
La madrugada del 18 de enero de 2020, Isabel Cabanillas fue asesinada a tiros en Ciudad Juárez. Isabel era pintora, artista plástica y diseñadora de ropa, era conocida por sus murales que abordaban temas como la violencia de género, la militarización y la crisis de movilidad humana (población migrante). El arte de Cabanillas no solo reflejaba el sufrimiento de una ciudad marcada por el narcotráfico, sino que también ofrecía un grito de esperanza. Su trágica muerte fue un golpe devastador para quienes compartían la vida y el arte con Isabel. Su legado sigue inspirando a quienes luchan por un cambio.
María Fernanda Rejón (Tepoztlán, Morelos, 2023)
En 2023, María Fernanda Rejón fue asesinada en Tepoztlán. Mafer, pintora, ilustradora y artista plástica, conocida por su activismo medioambiental y arte feminista, usó su creatividad para exigir la dignidad, los derechos de las mujeres y la protección del medio ambiente. El arte de María abordaba temas como el derecho a un aborto seguro, legal y gratuito, así como la promoción del arte y la cultura, sus intervenciones artísticas plasmaban la espiritualidad como una forma de sanación ante la violencia que sufren las mujeres en el territorio nacional. Su muerte fue un acto de violencia que buscó silenciar una voz crítica, pero su obra sigue siendo un poderoso recordatorio del compromiso de las artistas con la justicia, la igualdad y la lucha feminista.
Vicente Ramírez Santiago, “Rosty Bazendu” (Juchitán, Oaxaca, 2024)
El 30 julio de 2024, Vicente Ramírez Santiago, mejor conocido como Rosty Bazendu, fue asesinado en Juchitán, Oaxaca. Rosty, rapero en lengua Diidxazá, muralista y writer, era conocido por sus obras que revalorizaban y defendían el uso de la lengua zapoteca. Su arte, a menudo combinaba los ritmos del Hip-Hop con historias del cotidiano en su comunidad y generó un orgullo por el habla de nuestras lenguas originarias. Su muerte refleja el costo que enfrentan quienes usan el arte como una herramienta de cambio.
El Arte como Resistencia
Estos sucesos muestran la lucha constante que enfrentan los artistas sociales en México. En un país donde el arte se convierte en un acto de valentía y resistencia, la muerte de estos artistas no silencia su mensaje; más bien, amplifica la urgencia de su causa. Cada mural, cada intervención artística, y cada obra se erige como un testimonio de la capacidad y la importancia del arte para desafiar y cambiar realidades.
La vida de estos artistas, aunque truncada, sigue inspirando. Su legado demuestra que el arte, en su forma más pura, es una poderosa herramienta cambio social. Enfrentando amenazas y violencia, históricamente el arte social ha mostrado que, quienes defienden la libertad y la vida a través del arte, nunca mueren.
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