La publicación de la Gaceta Oficial de la Ciudad de México número 620 Bis, con fecha del 17 de junio de 2021, establece que el inmueble ubicado en Zacatecas 74, colonia Roma Norte, alcaldía Cuauhtémoc, será utilizado en beneficio de la Comunidad Indígena Otomí. “Nos chingamos al estado y al gobierno. Con resistencia y rebeldía les arrancamos el decreto expropiatorio”, dijeron en una rueda de prensa.
Desde el 12 de octubre de 2020, el grupo de otomíes mantiene tomado el edificio del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI). Al cumplirse ocho meses, el sábado 12 de junio cerraron la avenida México-Coyoacán de manera indefinida, pues las dos declaratorias publicadas en la gaceta de 2020 caducarían, al no contar con el decreto expropiatorio definitivo.
Esta misma problemática se había repetido durante cuatro años, con diferentes administraciones gubernamentales. Desde 2017 se inició el trámite y por falta de la firma de la jefatura de gobierno -en aquel entonces con Miguel Ángel Mancera- los documentos y las valuaciones caducaron, por lo que se invalidó el trámite. La comunidad recomenzó el papeleo y volvió a pagar los peritajes.
Al iniciar la administración de Claudia Sheinbaum, el Instituto de Vivienda indicó a la Comunidad Otomí que tendrían que empezar de cero el procedimiento. Tres años después se publicó el decreto.
Los ocupantes del edificio han realizado diferentes manifestaciones, en donde denuncian el olvido, el desprecio y el racismo con el que los han tratado desde las instituciones. Emprendieron una serie de manifestaciones, ejercicios culturales, encuentros, cierres de avenida y la toma del edificio del INPI, acción con la que consiguieron ocho mesas de diálogo a nivel local y federal.
El gobierno de la Ciudad de México reconoce el derecho humano a la vivienda, contenido en el artículo 4 de la Constitución Política, en donde se establece que “toda familia tiene derecho a una vivienda digna y decorosa” que debe cumplir con características como construcción, habitabilidad, salubridad y los servicios básicos de seguridad y protección.
En la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, uno de los párrafos menciona indirectamente a la Comunidad Indígena Otomí:
Que los poseedores u ocupantes del predio referido en el párrafo anterior, han solicitado al Gobierno de la Ciudad de México, por conducto del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México, su expropiación a fin de que se substituya por viviendas dignas, decorosas y seguras.
Este paso es parte de los trámites para que el Instituto de Vivienda (INVI) inicie la obra de construcción en algunos meses.
Isabel Valencia, integrante de la comunidad, señaló que este es uno de los pasos que van a dar. Recordó que faltan tres predios más para garantizar el derecho de toda la comunidad y señaló que la jefa de gobierno nunca las visitó. También mencionó que no es un logro del gobierno, “es de los hombres mujeres, niñas y niños” que integran su comunidad. Esta agrupación forma parte del Congreso Nacional Indígena (CNI) por lo que culminó su participación con las palabras: Nunca más un México sin nosotros.
La frase “Nos chingamos al estado” es también una forma de saludar a su pueblo originario, Santiago Mexquititlán, ubicado al sur de Querétaro en el municipio de Amealco.
Esa misma oración fue pronunciada en 2017, cuando la Procuraduría General de la República se vio obligada a ofrecer una disculpa a Jacinta Francisco Marcial, Teresa González Cornelio y Alberta Alcántara Juan, que fueron encarceladas sin fundamento. Sara Hernández, hija de Jacinta Francisco, fue quien lo dijo, además de mencionar: “Hasta que la dignidad se haga costumbre”.