Mi nombre es Roberto Canteros, tengo 32 años, soy padre de 5 hijos, de 13 años a 1 año la más chiquita.
Trabajo como tapicero en una fábrica de living en Lomas de Zamora.
Me encuentro detenido en el Penal de Ezeiza desde el primero de Noviembre de 2005 por los hechos ocurridos en Haedo.
Aún no puedo creer lo que me pasó ese día. Soy un hombre humilde, trabajador, que iba a ganarme los $ 20 que cobro por día para el sustento de mis hijos.
En la Estación de Haedo hago combinación para tomar el ramal que va a Temperley.
El Primero de noviembre de 2005 la estación de Haedo fue un caos…gente que corría, policías que reprimían. No podía volverme, tenía que llegar a mi trabajo como fuera porque necesito sí o sí mis $ 20 diarios. Así que me quedé esperando que todo se calmara y que los trenes anduvieran. Y es así que esperando al costado de la estación me detuvieron.
Primero se me acercaron dos policías para decirme que tenía que salir de testigo, a lo cual yo me negué porque lo que quería era llegar lo más rápido que pudiera a mi trabajo. Entonces, uno de los policías me comenzó a insultar, a empujarme, yo no le contestaba nada, me estaba asustando, se acercan unos periodistas y los policías les dicen que me detienen porque me encontraron un arma. Yo mientras tanto estaba tirado en el piso, boca abajo con la rodilla de uno de los policias en mi espalda. Yo no podía creer lo que escuchaba ¿un arma yo? Si yo no me moví de ese lugar esperando el tren…
Y así fue. Me acusan de portación de arma, según ellos una ¡9 mm! de una mujer policía que se encontraba en el lugar. Yo jamás ví a la policía ni al arma. Cuando declaré no me mostraron el arma, tampoco a mis abogados, nunca jamás se hizo una pericia.
Entonces, aquí estoy en un Penl. No sufro por mí, sino por mis hijos y mi amada esposa María que hoy se está haciendo cargo de todo con un valor y una fortaleza que yo desconocía.
Yo lo que pido a la justicia es que vuelva a investigar mi causa, pero seriamente, no buscando un culpable como hasta ahora. Salieron los otros seis detenidos porque no encontraron pruebas, pero a mí me dejaron, también sin prueba alguna. Seguramente así como yo, todos son inocentes y el único culpable a quien nadie juzga es al TBA.
Para poder demostrar mi inocencia necesito de todas aquellas personas que se solidarizan con mi familia y conmigo. Pido a aquellas personas que viajan en el Sarmiento y que saben bien cómo se viaja, que no dejen que me condenen. El TBA seguramente sigue haciendo viajar a la gente como ganado, pero yo estoy aquí detenido por ser pobre y no tener recursos para defenderme de tanta injusticia.
Pido también a los medios, diarios, radios, o lo que sea, para que publiquen esta carta mía reclamando justicia y mi libertad.. Porque repito, soy inocente.
¿Por qué la Justicia no va a preguntar por mí a mi patrón que sigue guardándome el trabajo? ¿Por qué si yo fuera mala persona mi patrón estaría ayudando con $ 100 por quincena a mi familia?
Gracias a quienes ayuden a mí y a mi familia.
Roberto Canteros