El debate principal en los medios de comunicación en torno a la denominada #LeyTelecom (Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión) se encuentra la posibilidad de censura de contenidos en internet a través de una petición del gobierno federal para las empresas (art. 145) o que exija el bloqueo de señales en momentos o lugares críticos para la seguridad pública o nacional (art. 197).
Con esta ley lo que se pretende es generar una herramienta que legalice las prácticas cotidianas de censura y candados que el gobierno federal ha venido implementando de algunos años a la fecha: espionaje telefónico, utilización de datos y geo localización de usuarios en la red o los bloqueos a las comunicaciones que la Secretaría de la Defensa Nacional o la Secretaría de Marina implementa en “la lucha contra el narcotráfico”.
Lo que se plantea en la #LeyTelecom no es nuevo, sólo basta con voltear a los territorios en donde la guerra en México es más marcada: se han dado casos en estados como Tamaulipas o Nuevo León que cuando se presentan “situaciones de alto impacto” (entiéndase persecuciones y enfrentamientos entre grupos del crimen organizado y las fuerzas federales o a veces entre los mismos de cada bando) se bloquean las comunicaciones móviles, y las señales de radio, así como cortes de luz que acaban también con el servicio de internet.
Más allá que se deje fuera de la legislación a las radios comunitarias, al no contemplar su subvención y permisión (una demanda que viene pugnando la Asociación Mundial de Radios Comunitarias capítulo México desde la década de los noventa), lo que debería de ocupar a los proyectos de comunicación que no se encuentran dentro de la lógica de regulación y financiamiento del estado mexicano (y que por ende construyen sus experiencias a través del trabajo duro y cotidiano desde la autonomía y autogestión), es la facultad que goza la Secretaría de Gobernación de bloquear señales de radio e intervenir comunicaciones que afecten “la seguridad pública y nacional”.
Por si esto fuera poco, esta nueva ley propone que a quienes operen sin autorización se les impondrá una multa de hasta 2 millones, así como la cárcel según lo determine la autoridad competente. Candados y censura que va en contra de las radios libres y comunitarias, las cuales buscan la legitimidad de la comunidad en la que se desarrollan y buscan escapar de la lógica del capital, siendo antagónicas al gobierno y a las grandes empresas.
Con o sin ley la censura y bloqueos a las comunicaciones se lleva a cabo
Manifestación en repudio a la #LeyTelecom en el Senado de la Republica | Archivo Regeneración Radio
Para llevar a cabo lo que propone la #LeyTelecom, es decir, censurar, espiar y ubicar en tiempo real a usuarios de las empresas de telecomunicaciones, no hacen falta que se lleven a cabo, ni aprueben modificaciones a las leyes, ni proponer leyes secundarias, pues ya se han venido implementando acciones en contra, por ejemplo, de medios libres.
Traigo a la memoria tres ejemplos en donde las comunicaciones y el contenido de internet han sido bloqueadas en los dos primeros casos y censurada en el tercero: el 2 de octubre del año 2013, 13 de septiembre del mismo año y la censura a la página 1DMX.
1. Se desarrollaba la movilización en medio de la implementación del Protocolo de Actuación Policial en la Ciudad de México que legaliza la represión policial, violación sistemática de los Derechos Humanos y las detenciones arbitrarias. Al mismo tiempo se implementaba por parte de Regeneración Radio, con la participación de Subversiones, una transmisión especial vía internet y FM, además de un minuto a minuto vía la página de internet y redes sociales (Twitter y Facebook) dándole cobertura a la manifestación. Con esto se desmentía al Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal Jesús Rodríguez Almeida y al Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, quienes argumentaban en los medios tradicionales de comunicación que en el centro histórico de la capital del país no estaba pasando nada, no se utilizaban armas tóxicas y que no había detenidos, ni utilización de balas de goma. Cuando pasaba todo lo contrario.
En medio de la transmisión quienes coordinaban la locución pudieron dar cuenta –gracias a los radio escuchas- que la señal del FM era interrumpida constantemente. Y de un momento a otro (cuando se daban los encapsulamientos masivos y las detenciones arbitrarias, así como la violencia policial -en contra de manifestantes y gente que no participaba en la movilización, incluso niños) la luz eléctrica de la Cabina de Regeneración Radio había sida interrumpida, lo que significaba que no había transmisión vía internet y que el FM había dejado de sonar por completo.
En cuestión de minutos la luz había regresado, pero el auditorio de radio escuchas por internet no se restableció por completo, pues la cantidad significante de escuchas que había logrado colocar frente a sus bocinas o audífonos no se logró igualar; la frecuencia modulada seguía siendo interrumpida constantemente.
2. No era la primera vez que pasaba: alrededor de 20 días antes, el 13 de septiembre de ese mismo año en ocasión del desalojo a los profesores de la CNTE con una estrategia similar tanto policial en la plaza de la constitución, el bloqueo de comunicaciones en contra de la señal en FM de Regeneración Radio fue mucho más contundente, pues alrededor de las 5 de la tarde la señal fue invadida por una especie de ruido blanco el cual superaba en volumen y con lo cual era inaudible la transmisión antes citada. Cabe resaltar que este bloqueo duro aproximadamente 15 días.
Esto sin duda es uno de los mayores peligros para los medios libres en nuestro país, es una falacia que la #LeyTelecom ya no va a censurar, según las declaraciones de Javier Lozano, presidente de la comisión de comunicaciones del Senado, pues ya se venía haciendo con o sin ley. De fondo se encuentra el objetivo de querer silenciar a quienes no se encuentran dentro de la lógica política, y mercantil que representan las radios públicas del país.
3. Respecto a los contenidos de internet tenemos también ya un ejemplo paradigmático. Unos días antes del 1º de diciembre del 2013, la Embajada de Estados Unidos en México ordena la censura del sitio 1Dmx.org. El 2 de diciembre del mismo año, GoDaddy.com, la empresa proveedora de dominios en Internet, radicada en Estados Unidos baja el sitio, así lo denunciaron los activistas en posesión del dominio.
Es importante recordar que el sitio 1Dmx.org trabajaba como un sitio informativo que nació el 2 de diciembre del 2012 para documentar las violaciones a los derechos humanos y los abusos policiacos que se registraron durante la toma de protesta de Enrique Peña Nieto. El sitio puso a disposición de la ciudadanía recursos tecnológicos que permitieron organizar y concentrar las pruebas que circulaban en Internet. Información que desmintió la versión oficial y que demostró qu
e el gobierno había fabricado testimonios y pruebas falsas contra los detenidos. La documentación ciudadana también demostró que la Policía Federal utilizó balas de goma y que el proyectil que asesinó al director teatral y activista Juan Francisco Kuykendall Leal, provino de los cuerpos policiacos y no de los manifestantes. Los videos y fotografías mostraron que la policía actuó en coordinación con grupos de choque. Hechos sobre los que sigue sin pronunciarse la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Esto sólo una parte de lo que se quiere implementar alrededor del internet en medio de un gobierno ampliamente cuestionado por los ciudadanos que no están de acuerdo en la manera de dirigir las políticas económicas, educativas, energéticas y laborales, ahora en materia de telecomunicaciones. Todo esto en un contexto en donde las redes sociales han sido el motor para posibilitar e impulsar la creación de las últimas movilizaciones –incluso los enfrentamientos callejeros- que han cuestionado las realidades que actualmente vivimos.
Con esto se fortalece uno de los argumentos que ha sido desechado por gran parte de quienes han tocado este tema: la #LeyTelecom sólo viene a legalizar las prácticas recurrentes del gobierno mexicano en contra de quienes critican y sacan a la luz las omisiones y mentiras que el estado y las grandes empresas se empeñan callar. Esta ley es también un intento por extender las prácticas de espionaje, bloqueos de comunicaciones y censura que se han venido aplicando en la actual “guerra contra el narco” que vivimos, así como a las voces críticas que hacen uso de la red, buscando limitar una realidad que ha sido posibilitado por esta herramienta, no sólo las movilizaciones, sino también las relaciones socio-virtuales que se han generado en ella y que ahora pretenden controlar.
