El olor a azufre se percibió en el ambiente aquel día del derrame. Un toro bebió agua y murió al instante. Los niños de la comunidad adquirieron daños en la piel y elevados niveles de plomo en la sangre. Grupo México provocó la devastación de las milpas; secaron los árboles. En el Río Sonora, el 6 de agosto de 2014, todo cambió.
Han pasado 6 años del desbordamiento provocado por la empresa minera, que afectó a siete municipios: Arizpe, Banámichi, Huepac, San Felipe de Jesús, Aconchi, Baviácora y Ures.
El Comité de Cuencas Río Sonora demanda atención, pues el gobierno de Andrés Manuel López Obrador generó “altas expectativas sobre el caso”; sin embargo, hasta el momento no han visto respuestas claras: “Cuando las promesas incumplidas terminan en que sigamos consumiendo agua contaminada, se está incurriendo en una violación de los derechos humanos. Queremos acciones, no palabras. De discursos estamos cansados”, afirman.
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