La tierra se agrieta y los socavones aparecen. En los pueblos cholultecas y de la región de Los Volcanes los pozos tienen escasez: “Hay que rascar más la tierra para encontrar agua”, cuentan los habitantes del municipio Juan C. Bonilla, en Puebla. El río Balsas está en alto estrés hídrico, pues más de la mitad del agua está concesionada: de 21 mil 668 metros cúbicos disponibles, 11 mil 277 fueron otorgados por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) para uso industrial, urbano y doméstico.
La culpa es de Bonafont, acusan las comunidades que viven en seca constante: “ya no hay agua para la siembra”. La desigualdad fue uno de los motivos para emprender acciones como el plantón y la recuperación del pozo, con la toma de las instalaciones. Las asambleas son la vía para solucionar las problemáticas, ahí determinaron emprender una búsqueda de justicia y defensa de los recursos naturales.