A los medios de comunicación, a las organizaciones sociales, a la sociedad en general:
Quienes suscribimos, miembros activos de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), con motivo de los acontecimientos del 3 de marzo de 2014 en el Auditorio Che Guevara (oficialmente Justo Sierra) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de las consecuencias derivadas de los mismos hasta la fecha, exponemos lo siguiente:
Sólo para recordarles
La Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México surgió el 18 de junio de 1935. Durante estos 78 años ha participado en diversas luchas populares y estudiantiles. Compuesta en un principio por más de 30 normales rurales, actualmente quedan sólo 17 resistiendo los embates gubernamentales dirigidos contra la educación pública y normal. Como organización estudiantil hemos sostenido una ideología marxista y dentro de nuestras escuelas se han formado multitud de maestros luchadores, incluidos los guerrilleros Arturo Gámiz, Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, entre los más destacados. En las 2 últimas décadas algunas escuelas de la FECSM han venido planteando un reacomodo y reapertura a las nuevas tendencias teóricas, ideológicas y metodológicas existentes en la lucha social del país. Cuestionar nuestras formas no ha sido nada fácil. Producto de esa lucha entre “lo viejo y lo nuevo” son, por ejemplo, los acontecimientos históricos de la visita de la Otra Campaña en 2006 a las normales de Ayotzinapa, Guerrero, y San Marcos, Zacatecas, por las cuales se vieron sujetas a fuertes sanciones; y los acontecimientos del 3 de marzo del año en curso, cuyas consecuencias serán también motivo de fuertes discusiones y resoluciones internas.
Sobre lo que pensamos
1. La FECSM no es una organización cerrada que no identifica el universo completo de organizaciones de izquierda y fuerzas sociales del país. Sabemos cómo, cuándo y quiénes han tenido relación con nosotros, las veces que los hemos apoyado, las veces que a nosotros nos han apoyado, las veces que nos han fallado y denigrado a consecuencia de eso y las veces que nosotros también hemos fallado y denigrado a los movimientos debido a nuestros errores; sabemos también las veces que internamente nos hemos peleado gracias a que determinados compañeros y compañeras se han visto inmiscuidos en “luchas” nada gratas del país. Asumimos que en el terreno de la lucha las cosas no han podido ser de otra manera y que para entender que sean o hayan sido así, deberíamos analizar primero algunas cuestiones de orden teórico e ideológico existentes en el campo de la lucha social de izquierda de nuestro país. Esto es, el terreno general sobre el cual las diferentes “formas de lucha” contienden contra el Estado y al mismo tiempo “entre sí mismas” por “demostrar” la validez y viabilidad de sus planteamientos. Otro tanto habría que decir de las cuestiones éticas, puesto que aunque como organización asumimos como natural que entre fuerzas de izquierda debe haber divergencias, eso no implica de ningún modo adquirir un comportamiento semejante o igual al del Estado. Tampoco nos parece ético medir a todo el mundo con la misma vara. Esto lo decimos porque muchas personas dentro del movimiento social nos han estigmatizado de “porros”, como si de afirmar ligeramente se tratara, como si cada opinión debiera ser generalizada en lugar de ver en detalle cada parte para, a partir de ahí, emitir juicios más claros y justos. Nosotros pensamos que no podemos hacerle el juego al Estado; que antes de permitir que el movimiento social y estudiantil se fragmente más, debemos unificar y entablar diálogo con las partes de cada organización que no están ni han estado de acuerdo con lo ocurrido el 3 de marzo pasado.
2. La FECSM ha investigado y analizado durante años el comportamiento, los fines y los métodos de algunos colectivos del Distrito Federal y organizaciones sociales del país. Esta tarea la iniciaron compañeros nuestros cuando identificaron la necesidad de replantear nuestra política interior, cambiar o actualizar nuestros métodos y nuestros fines. Aunado a eso, había la necesidad de modificar también nuestras relaciones al exterior, limitarlas en un proceso gradual. Pero en la tarea se tuvo que lidiar con propios compañeros nuestros que no han acatado las resoluciones internas de nuestra organización y que incluso han fortalecido las relaciones con quienes se suponía debíamos irnos alejando. Las consecuencias, la opinión pública y las organizaciones sociales las conocen, pero no ha sido la FECSM en su totalidad y eso es cosa que tenemos que resolver nosotros en nuestras asambleas y espacios de discusión internos. Lo único que queremos es que esta situación no beneficie a los intereses del Estado, y que las organizaciones que hoy miran con interés de que esta situación se resuelva, comprendan también nuestros procesos de reacomodo interno.
3. La FECSM, como organización estudiantil y en dependencia del lugar que ocupen sus escuelas miembros, tiene el deber de entablar relación con cualquier fuerza de izquierda que luche contra el sistema capitalista, independientemente de sus formas y principios, sean verticales u horizontales, vanguardistas o no vanguardistas. La cuestión está en entablar diálogo con ellas, brindar solidaridad, una solidaridad conforme con principios, no con intereses. Pero de ahí a que como FECSM nos propusiéramos intervenir en sus asuntos internos hay demasiado trecho, porque entendemos que la lucha en el país es diversa y plural y que cada cual tiene el deber moral de respetar al otro. Aquella organización que no practique el respeto ni la tolerancia por “el otro”, en definitiva: o está demasiado alejada de las exigencias de la lucha actual o está del lado del enemigo.
4. La FECSM, compuesta por 17 escuelas normales rurales no es en todas partes la misma. Tampoco es, y particularmente en los últimos años, una organización rígida y de disciplina férrea que obligue a sus miembros a adquirir un sólo comportamiento y una homogeneidad parecida a los partidos de izquierda del siglo pasado. Se desprende de esto que el precio por relajar nuestra disciplina interna sea la penetración de elementos contrarios y del mangoneo de muchas fuerzas de izquierda o grupos autonombrados “luchadores sociales” hacia elementos o escuelas de nuestra federación.
Deslinde
• La FECSM no es responsable de los acontecimientos del 3 de marzo en el Auditorio Che Guevara.
• La FECSM se pronuncia por la resolución pacífica de los problemas que surgen entre colectivos y organizaciones de izquierda del país. Por lo tanto condenamos la forma violenta, la tortura y las vejaciones con que se trató de “solucionar” la ocupación de un espacio público de la UNAM.
• La FECSM asumirá, pese a no ser responsable, las consecuencias que muchas fuerzas de izquierda y el Estado mismo le han imputado. Al mismo tempo tomará cartas en el asunto contra aquellos miembros que resulten responsables.
• Responsabilizamos a quienes en su carencia de principios y afilado mangoneo han practicado una política utilitarista hacia algunos miembros y escuelas de nuestra federación.
• La FECSM analizará y se replanteará su política exterior.
• La FECSM apela la voluntad de las organizaciones sociales para realizar un análisis objetivo sobre esta compleja situación y así seguir trabajando con nuestra organización y nuestras escuelas.
• La FECSM se pronuncia por la defensa del Auditorio Che Guevara como espacio para los estudiantes organizados y en lucha, sean de la corriente política de izquierda que fueren. Nos pronunciamos en contra de que este espacio caiga en manos de la Rectoría, autoridades u organizaciones afines al gobierno.
Atentamente: El Quinto, Sonora; Saucillo, Chihuahua; Aguilera, Durango; El Cedral, San Luis Potosí; San Marcos, Zacatecas; Cañada Honda, Aguascalientes; Atequiza, Jalisco; Cherán, Michoacán; Tiripetío, Michoacán; Tenería, Estado de México; Panotla, Tlaxcala; Teteles, Puebla; Amilcingo, Morelos; Ayotzinapa, Guerrero; Tamazulapan, Oaxaca; Mactumactzá, Chiapas; Hecelchakán, Campeche
¡Por la liberación de la juventud y clase explotada! ¡Venceremos!