Desde el año 2013 que en los municipios de Tierra Caliente Michoacán se organizaron brigadas armadas y grupos de autodefensa así como la figura de policías comunitarias, a partir de ese brote de insurgencia en tal región resistieron contra paramilitares, y han logrado erradicarlos e inclusive resistir contra los mismos militares ya que en un intento de desarme a tales grupos, la milicia mató a un civil y a una niña, justo cuando el pueblo estaba con los comunitarios, posteriormente los últimos meses de ese año se siguió “liberando” en dos sentidos: uno hacia Apatzingán y Uruapan (hacia el centro del estado y como puntos clave éstos municipios conurbados del estado) y el otro hacia la costa que comprenden los municipios de Coahuayana, Aquila y Lázaro Cárdenas. Hasta el mes de febrero de 2014 se ha liberado todo el municipio de Aquila, la pretensión es llegar a liberar el puerto de Lázaro Cárdenas, en la misma costa michoacana.
La identidad de los pueblos nahuas presentes en los procesos de autodefensas
Es en la región de la Costa Michoacana en donde la identidad de los pueblos nahuas sigue casi intacta, a pesar de la migración de miles de indígenas en búsqueda de un mejor porvenir para su familia hacia los Estados Unidos o hacia el interior del país; sin embargo, por las atrocidades del crimen organizado, coludido en algunos sitios y ocasiones con la policía municipal, hizo la vida imposible a mucha gente que aún vive en éstas comunidades, hostilizando la cotidianidad de sus días.
Ante eso decidieron armarse y hacer “lo que el gobierno no hace”. Los municipios de Coahuayana, Aquila y Lázaro Cárdenas, en donde en los dos primeros existe ya una coordinación alrededor de la seguridad entre gran parte de los comuneros, con el fin de proteger las montañas, sus aguas, sus parcelas, sus playas y por supuesto la vida misma de sus familias -indígenas y mestizas-. Extorciones, asesinatos, despojos, fueron parte de los agravios que hicieron que algunos comuneros formaran barricadas sobre la carretera costera que se conoce como “la 200” y así generar distintos filtros entre varias comunidades de los 3 municipios, con el objetivo de “limpiar” sus pueblos de los “malandros”.
Cabe mencionar que las barricadas fueron consensadas en asambleas populares, así como quienes participan en los patrullajes son personas de las mismas localidades: se organizaron como “autodefensas” o como “Policías comunitarios” en comunidades de La Ticla, Pómaro, Santa María de Ostula, La Placita de Morelos, Huahua, Tisupan, Maruata, Cachán, Xayakalan, San Pedro Naranjestil, el Duin, todas pertenecientes a la costa michoacana. En cada una de ellas se pueden observar barricadas abandonadas que fueron utilizadas por los comunitarios durante su estancia, lo cual es sinónimo de que sus tierras han sido liberadas de agentes nocivos para las comunidades.
La seguridad otorgada por los comunitarios a los pueblos, es solidaria, es decir, los comunitarios no reciben pago alguno por la actividad que realizan, en algunos pueblos (como El Duin, Cachán, Huahua, Caleta de Ocampo) son organizados comedores comunitarios para alimentar las guardias de comunitarios en las barricadas, en donde muchas mujeres acuden también a solidarizarse en la preparación de alimentos, en donde es el pueblo quién dona alimentos en especie, sustentando así la alimentación diaria de los integrantes de las autodefensas.
En la comunidad de Ostula, perteneciente al municipio de Aquila, el año 2009 fue el inicio de un proceso de autodeterminación por tomar y preservar varias hectáreas pertenecientes a comuneros de ésta comunidad, tratando de detener que algunos vivales de la placita de Morelos, del mismo municipio, se adjudicaran tales territorios. Toda esta lucha costó decenas de muertes de los habitantes del pueblo de Xayakalan, que fuera fundado en éste territorio. 5 años después, a principios de 2014 y con el apoyo de comunitarios de los municipios de Chinicuila, Coalcoman y Cohuayana empezaron a expulsar a lacras, malandros y mal gobierno.
La cabecera municipal de Lázaro Cárdenas forma parte de la serie de puertos industriales esparcidos por el litoral del océano pacifico en México, que como bien se sabe es controlado por empresarios poderosos, caciques, y crimen organizado, siendo un lugar estratégico, pues es una puerta de llegada para los precursores de drogas sintéticas, así como de salida de muchos de los recursos arrebatados a las comunidades ahora en lucha: maderas preciosas y minerales de todo tipo. Es el lugar más importante considerado por los comuneros, la siguiente parada a liberar por parte de las autodefensas.
La justificación principal de quienes participan en estos procesos de brindarle seguridad a sus comunidades, es el hacer “bien las cosas” por el porvenir de todos y todas las niñas y niños: “Estoy seguro que en un futuro, esos niños nos lo van a agradecer”. Los comunitarios en su avance ya en el municipio de Lázaro Cárdenas liberaron el pueblo de Caleta de Ocampo el día 24 de febrero de 2014. La llegada de los comunitarios a esta comunidad trajo consigo un aumento en la calidad de vida y seguridad de los habitantes, pues de tiempo atrás venían siendo hostigados y desterrados por miembros de los caballeros templarios, quienes se quedaban con las propiedades a través de la violencia y los asesinatos.
En la comunidad de Pómaro del municipio de Aquila, amedrentaron a comuneros para que cedieran permisos para la tala ilegal de madera que se exportaba hacia China, en donde empresarios de ese país son señalados por utilizar el puerto de Lázaro Cárdenas para exportación de sangüalica (árbol protegido por la ley) en contenedores perfectamente maquillados para que pasara hacia los barcos con destino al país oriental. Otro de los “convenios” que ha salido a la luz entre empresarios “chinos” y caballeros templarios era el de explotar algunos yacimientos minerales en la sierra madre del sur de manera clandestina.
Otra región indígena muy importante es la región purépecha de Michoacán, que ahora cumple 3 años de practicar procesos autonómicos en la comunidad de Cherán, que se organizaron por defender su vida y sus bosques, en donde ahora mediante asamblea popular se acordó la creación de grupos de guardabosques. En esta región purépecha estos días son de fiesta, de unión popular y fortalecimiento de los lazos entre la comunidad, dejando fuera el sistema político de los partidos y sus instituciones.
“Si nos desarman nos chingan”
Son varios los intentos del gobierno por confiscar las armas de los comunitarios organizados en las distintas barricadas de todo el estado de Michoacán, de sus 111 municipios, en 34 hay presencia de las brigadas de autodefensas y comunitarios, más de 150 detenidos por el gobierno y algunos procesados en otros estados del país, además de la colusión entre el gobierno y algunos grupos que disputan reflectores y cobrar viejas rencillas, además de un plan diseñado desde los medios de comunicación masiva para generar intriga y divisionismo, generando sospechas en el accionar como grupos de rapiña de corte “pirata”.
“Ayer traían eso de desarmarnos… cualquier intento de desarme el pueblo sale y se arma con lo que sea, como allá en Ostula, allá nos desarmaron y todo el pueblo se armó con piedras y palos para que nos regresaran las armas”; comentaba un comunitario en caleta de Ocampo el día 31 de marzo, cuando la SEMAR intentó el desarme por segunda vez en el mismo día en la barricada en esa playa: ”querían que nos formáramos y que les entregáramos las armas (a la SEMAR)” “Ellos (militares) lo que hacen es estorbarnos, no nos dejan avanzar nos estorban, nos estorban”, señala el plátano, quien es oriundo de Caleta de Ocampo y coordinador de los comunitarios en el municipio de Lázaro Cárdenas Michoacán.
En el municipio de Peribán dos de sus barricadas fueron atacadas a balazos a finales del mes de marzo de año en curso, por un grupo de paramilitares en la cabecera municipal. Días después, el 11 de abril, efectivos de la SEMAR llegaron a la barricada ocupada por comunitarios de la comunidad de Huahua, en la costa michoacana, confiscando las armas a base de intimidación, pero en su retirada fueron retenidos en la barricada ubicada en la localidad de Caleta de Campo, en donde a principios de abril fueron también con las misma misión pero la organización del pueblo sometió a los efectivos de la marina armada de México y se vieron obligados a devolver las armas a los comunitarios. Los miembros de las policías comunitarias, autodefensas y diversas brigadas de la costa michoacana, hacen un llamado a toda la sociedad solidaria, para hacer un llamado para que el estado mexicano no confisque sus armas en las distintas barricadas.