” … ahora lo escucho de nuevo, ese pequeño sollozo, un suspiro, una lagrima escurre y todavia no pasa nada …”
Muchos quedamos con miedo, rencor, impotencia; pero nosotros solo fuimos espectadores, lo escuchamos en la radio, lo obserbamos en el televisor, lo leimos en el diario, no respiramos la muerte, no alcanzamos a secar sus lagrimas, ni siquiera miramos aquellos ojitos perdidos. Y como era de esperarse ellos dicen una cosa, aquellos otra y tiempo despues tan solo aceptan que tal vez y solo tal vez pudo heber ocurrido lo que enseguida del esesinato fue declarado por los indigenas que estuvieron presentes.
El dia 22, el mes diciembre, el año 1997, la historia aun inconclusa. Las y los 45 indigenas tzotziles que ahora duermen bajo la madre tierra solo esperan, duermen y esperan y nosotros y nosotras recordamos y vivimos y esperamos.
Y el pueblo uniformado que escucho las balas y los gritos?
Algunos estuvieron en prision, algunos otros caminan por las calles y los demas … no existen los demas.
Y los actos no paran cada año, y la otra recuerda con acciones, pedimos, exijimos y de verdad que no olvidamos.
Hoy la zona los Altos de Chiapas enciende 45 velas que alumbran su recuerdo.