Equinox Gold, minera canadiense “tuvo su mejor producción trimestral de oro y ganancias de las operaciones mineras en el primer trimestre de este año, a pesar de tener que sortear los desafíos relacionados con la pandemia covid-19”, afirmó el 15 de mayo de 2020 en un comunicado. Tan solo siete días después (el 22 de mayo) comenzaron a publicarse las denuncias de trabajadores de la mina, señalando que al menos 51 se encuentran contagiados de coronavirus.
El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, señaló el manejo de la enfermedad por parte de la empresa: “En la primera toma de muestra aplicaron 170 pruebas, cuyos resultados fueron sorprendentes porque se reportaron 42 casos de personas contagiadas. Esta situación no solo alertó a la empresa, sino a los trabajadores subcontratados y a los sindicalizados. La preocupación es mayor porque dos superintendentes de la empresa, que han estado dentro de la mina, dieron positivo al COVID – 19. Lo desconcertante es que varias personas eran asintomáticas. Para este viernes -22 de mayo- se tenía el reporte de 50 personas contagiadas, sin que la empresa haya estado preparada para ponerlos en cuarentena”.
Al principio se señalaron 44 posibles casos. La empresa minera aceptó que 51 trabajadores están contagiados. El domingo 24 de mayo habitantes de La Ciénega, municipio de Heliodoro Castillo cerraron el acceso a Tlacotepec, así mismo informa Tlachinollan, “las comunidades de Carrizalillo, Xochipala y Mezcala, han tenido que cerrar sus entradas para evitar mayor contagio entre la población que está llegando de otras regiones”.
La minera canadiense tiene operaciones en Brasil, Estados Unidos y México. Produjeron alrededor de 201 mil onzas de oro durante 2019 y prevé para 2020 un incremento que va de 540 mil a 600 mil onzas, según sus reportes técnicos. Es decir, Equinox triplicará la producción de oro en 2020. El presidente ejecutivo de Equinox, Christian Milau, dijo que tiene la capacidad financiera total para aumentar la producción en los próximos dos años. Su proyección es de más de 1 millón de onzas de oro anualmente, un objetivo anunciado en marzo.
Mientras que en Guerrero se extienden los casos de coronavirus con tal de no frenar la actividad minera, la lucha de cientos de comunidades en todo México continúa en defensa de sus tierras, luchas que abarcan sucesivas administraciones de gobiernos estatales y federales.
Los pueblos de la Sierra Norte de Puebla, denunciaron que serían afectados por una sentencia que coarta su derecho a la defensa del territorio y realizaron una campaña de rechazo digital, ante la imposibilidad de manifestarse físicamente.
Ese proyecto de sentencia se presentó en el contexto de la pandemia y pretendía dar resolución al amparo 928/2019, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Sin embargo, fue retirado por el mismo ministro que lo promovió. Se trata de Javier Laynez Potisek, quien recibió una andanada de críticas por afirmar que la ley minera no viola derechos de los pueblos indígenas.
Las mineras “presionan para defender sus privilegios, tanto que el Presidente de la República acaba de declarar esenciales sus actividades para que puedan iniciar operaciones aún en la pandemia del coronavirus”, señala el abogado mixteco Francisco López Bárcenas. En medio de la emergencia sanitaria resulta inverosímil que la garantía de seguridad para el propio personal de las mineras a cielo abierto, sea el rellenar un formulario denominado “Autoevaluación del Protocolo de Seguridad Sanitaria de Decir Verdad”.
Los intereses empresariales imponen una “nueva normalidad”, donde prevalece la devastación del medio ambiente y la erosión de la vida de las comunidades, con tal de aumentar las ganancias basadas en el despojo y el saqueo, las onzas de oro y plata valen más que la salud y la vida de sus propios trabajadores y de los habitantes de los pueblos donde han impuesto la explotación minera.