HABLA DHORUBA

HABLA DHORUBA
09/02/06
Mumia Abu-Jamal

Estoy seguro que no muchos conocen el nombre, Dhoruba Bin-Wahad; pero hay quienes lo conocemos muy bien.

El pasó cerca de dos décadas en las cárceles de Nueva York, hasta que archivos secretos del FBI revelaron que el Estado usó testigos falsos para conseguir las convicciones que lo hundieron en la prisión para toda su vida. Su libertad vino con la publicación de esos archivos, y al salir libre encontró una sociedad muy cambiada comparada con aquella de sus días como líder del Partido Panteras Negras en Nueva York. Desde su hogar en Africa Occidental, el ex-preso político escribe sobre el reciente asesinato de Stanley “Tookie” Williams, co-fundador de Crips, cometido por el estado de California. Bin-Wahad explica que Tookie fué “un producto de las fuerzas sociales y políticas” que los norteamericanos negros hemos dejado tomar control de nuestras comunidades. En un mordaz artículo que apareció en muchas direcciones email, Bin-Wahad dice:

“Pandillas callejeras que comenzaron como expresiones de la inhabilidad de nuestras comunidades de controlar nuestras propias calles, en oposición al terror policial, fueron llevadas por otros caminos por muchachos como Tookie. Estas pandillas se convirtieron en depredadores apolíticos y reaccionarios. Nuestras comunidades sufrieron a consecuencia de eso. Los que siguieron el camino de Tookie lo hicieron porque no existió una sola institución negra que abrazara y canalizara su espíritu de lucha por buena dirección. Los nacionalistas negros estaban ocupados “aprendiendo la línea política correcta;” El clero negro estaba muy ocupado movilizándose para influenciar el cuerpo político que los considera nada más que voceros de la clase media negra; los profesores y los militantes académicos negros estaban gritando a las estructuras educacionales blancas pidiendo inclusión y relevancia… Nadie habló el idioma ni canalizó las energías de nuestros jóvenes soldados callejeros. La única organización que lo había hecho fué el Partido Panteras Negras–pero el partido fue destruido por una poderosa combinación de fuerzas hace más de tres décadas. Y nada reemplazó al Partido. ” [Bin-Wahad, Dhoruba al-Mujahid, “Ética de Expiación Negra en Racista Norteamérica: La Ejecución de Stanley Tookie Williams.” 16 de diciembre, 2005, página 1 de 5.]

Dhoruba critica fuertemente el presente estado de los negros norteamericanos, que aceptaron, sin preguntar, definiciones de conceptos norteamericanos blancos, que por siempre han encubierto la vieja guerra de los blancos contra los negros. Viendo desde la vida caótica en África Occidental, el caos que se desencadenó en la Costa Oeste de los Estados Unidos, Dhoruba Bin Wahad explica:

“La ejecución de Tookie Williams por el estado de California no es sólo sobre la eficacia de la pena de muerte en los Estados Unidos de Norteamérica, o sobre el castigo por un crimen horroroso, sino sobre la ética de expiación y redención en una cultura y sociedad racistas. En verdad, el gobernador de California en sus representaciones de cine, en Hollywood, como “El Exterminador” y otros asesinos monosilábicos es, él mismo, modelo para infinito número de delincuentes, bandidos y asesinos alrededor del mundo, algunos de los cuales conozco personalmente. Los criminales rebeldes de Liberia, los asesinos de niños en Sierra Leona y muchos otros jóvenes mal guiados han adoptado la persona violenta de Sylvester Stallone en Rambo y la de Arnold Schwarzenegger … El Exterminador!” [p. 2 of 5]

Pero Dhoruba reserva sus más fuertes críticas a la referencia cruel y cínica del gobernador Schwartzenegger en su rechazo a dar clemencia a Tookie, de la enumeración de negros a quienes Tookie nombró en la dedicatoria de su libro en 1998. Esas personas, incluyendo a Dhoruba, Angela Davis, Malcolm X, John Africa, Nelson Mandela y yo, entre otros, básicamente “probaron” que Tookie no se había reformado. Schwartzenegger llamó a esa dedicatoria, “curiosa”, y se esforzó en notar la inclusión de George Jackson. Bin-Wahad nota correctamente que por el ridículo “crimen” que costó a Jackson prisión por toda su vida adulta, “un jovencito Blanco de los suburbios hubiera sido condenado sólo a hacer servicios en la comunidad”. La inclusión de su dedicatoria como justificación de asesinato legalizado por Schwarzenegger nos dice más sobre el gobernador que sobre Tookie. Hasta que leí ese pasaje en los periódicos, no sabía que yo estaba incluido en esa lista. Dudo si alguno de los allí mencionados conoció alguna vez a Tookie, y, hablando por mí, no sabía que él existía hasta que las noticias periodísticas dijeron que había sido nominado hace varios años al Premio Nobel de la Paz. Lo que eso significa es que Tookie supo de muchos de nosotros leyendo nuestros libros o libros sobre nosotros. Indudablemente muchos de esos libros tuvieron poderosa influencia en su mente, en su vida, que le dio una mejor visión sobre las luchas de los Negros, tanto aquí como en África. La “lista” de Schwartzenegger condena a un Negro por politizarse, por crecer en su conciencia e ir de la sórdida pandilla a un sentido más amplio y más profundo de la historia de su pueblo.

Claramente revela la hipocresía política al fondo de la orden del Gobernador de matar a Tookie. Cómo pudo Schwarzenegger, cuando estaba en viaje de negocios en SudAfrica, buscar sacarse una foto abrazando al Dr. Nelson Mandela y después usar la inclusión del nombre del estadista en una dedicatoria para justificar el asesinato de un Negro?

Eso fue, en verdad, el caso más frío y calculado de asesinato; asesinato político, tratar de mejorar en las encuestas de opinión y buscar ganarse la buena voluntad de los reaccionarios de California. Claramente hablando, eso es matar para ganar votos.

Ni siquiera Tookie fue acusado de nada tan asqueroso.

Copyright 2006 Mumía Abu-Jama

 

 

 

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