Los días 1 y 2 de octubre se llevó a cabo en el municipio de Chicomuselo en el estado de chiapas el encuentro-peregrinación denominado “Movimiento contra la explotación minera y el despojo de la Tierra y el territorio” para manifestarse pacíficamente en contra de las amenazas de reactivación de la actividad minera en este municipio y del hostigamiento sufrido por defensores del territorio en esa región.
El evento, que duró dos días, fue convocado por la parroquia San Pedro y San Pablo y el Comité para la Promoción y Defensa de la Vida “Samuel Ruiz” del municipio de Chicomuselo, que forman parte de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, la cual mantiene una larga trayectoria de lucha y trabajo “del lado de los pobres” desde la teología y la praxis de la liberación.
El emotivo encuentro comenzó el día 1 de octubre alrededor de las 4 de la tarde en el ejido Grecia, ante la presencia de autoridades y representantes parroquiales, así como de distintas organizaciones y movimientos en defensa de la vida y el territorio. Se dio inicio a un foro cuyo objetivo era: “iluminados por la palabra de dios, del Papa Francisco y ante el despojo que viven nuestros pueblos, compartir las experiencias que tenemos en defensa de nuestros territorios, para fortalecer nuestras luchas en el cuidado de nuestra casa común”.
Al día siguiente, el 2 de octubre, se realizó un foro más breve en el ejido Flores Magón, y finalmente la peregrinación hacia la cabecera municipal de Chicomuselo que culminaría con un último foro en el templete instalado en frente de la iglesia del pueblo y una celebración eucarística con la presencia de más de ocho párrocos.
Durante los dos días, se levantó la voz a través del recuento de experiencias y testimonios, con cantos y consignas en contra de la minería y de los llamados proyectos de muerte, petroleros, hidroeléctricos, agroindustriales o de infraestructura que atentan contra todo el territorio chiapaneco, mexicano y latinoamericano. Participaron representantes de la parroquia de Zamora Pico de Oro en el municipio Marqués de Comillas, cuya lucha ha sido en contra de los monocultivos de palma africana, así como del Movimiento por la Defensa de la Vida y el Territorio (MODEVITE) que luchó durante 2011 en contra de la construcción de una súper-carretera que iría de San Cristóbal de las Casas a Palenque y que afectaría sus territorios.
A lo largo de la peregrinación se abogó a favor del cuidado de la Madre Tierra, “nuestra casa común”, y por la defensa de la vida y el territorio, felicitando y agradeciendo el esfuerzo de lucha de todos y todas los presentes.
Desde los representantes de la iglesia católica se reafirmó el compromiso que tienen de “alzar la voz ante una sociedad que se está derrumbando”, y de “dar una palabra para que el pueblo sea constructor de su propia historia”.
Durante el evento se hizo mención de algunos de los que han sido asesinados por defender la vida. Se trajo la memoria de los estudiantes asesinados 59 años antes en la matanza de Tlatelolco, a los 43 estudiantes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, a Berta Cáceres en Honduras, a Mariano Abarca del propio Chicomuselo y a muchos más que han sido hostigados, amenazados y asesinados por levantar la voz. Ante ello, y ante las amenazas recibidas recientemente por ejidatarios de Flores Magón, se hace una exhortación a los presentes, a las organizaciones no gubernamentales, a los medios de comunicación solidarios de no dejarlos solos y estar atentos ante estas amenazas que reciben los que buscan defender la vida y el territorio.
En el clima de unidad de las distintas luchas, a la peregrinación asistieron también representantes de distintos ejidos en municipio, jóvenes, estudiantes y maestros, representantes de la sociedad civil Las Abejas de Acteal, la Organización Proletaria Emiliano Zapata, el Proyecto “Mi abuelo fue bracero” de Frontera Comalapa, Luz y Fuerza, del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, del Centro de Derechos Humanos de la Mujer de Chiapas, del Servicio Internacional para la Paz y de observadores internacionales, entre otros. Así como representantes de más de quince parroquias en el estado y de la Vicaría General, la Vicaría de la Pastoral Social y la Vicaría de la Pastoral de la Madre Tierra de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas.
En conjunto, las organizaciones asistentes firmaron un comunicado en donde exigen la cancelación de las concesiones mineras en Chicomuselo, así como de todos los proyectos de muerte en sus territorios “que solo traen destrucción, despojo, pobreza, enfermedades, conflictos comunitarios y divisiones”. Se exige también un alto a la militarización y el patrullaje del Ejército mexicano en el territorio de las comunidades de Chicomuselo. Y se responsabiliza al estado mexicano en sus tres niveles de gobierno de cualquier agresión o ataque en contra de los pueblos y comunidades.