29 de agosto, Baja California
«Driscoll´s no busca trabajadores, busca esclavos», anuncia una pancarta a las afueras de las oficinas de BerryMex, luego de que a las 5 de la madrugada 60 operadores de la maquinaria de la empresa que opera en el valle de San Quintín -lugar abundante en frutos rojos- se declararan en un paro de labores que culminará hasta que se resuelvan sus demandas laborales, afirmaron.
Las exigencias iniciales son:
1.- Salario de 300 pesos por día (actualmente ganan 224).
2.- Equipo de seguridad necesario para laborar las máquinas y manipular los pesticidas en los campos.
3.- Destitución de Oscar Mayren, jefe de área, debido al mal trato que ejerce.
4.- Reinstalación de 7 trabajadores despedidos.
Hace una semana los operantes expresaron su inconformidad pero no fueron escuchados por la empresa, lo que los obligó a congregarse en el ejido Emiliano Zapata, ahí en donde comienza su jornada laboral de madrugada, cuando en medio de la oscuridad se asoma el autobús que los transportará hasta los campos, el lugar en que dejan la vida cotidianamente.
Las condición de trabajo en San Quintín es crítica. Sueldos bajos, abuso de poder, inseguridad laboral. Pero esta madrugada de agosto tomaron la decisión: en vez de dirigirse a maniobrar la maquinaria, marcharon por la carretera Transpeninsular 6 kilómetros hasta las oficinas de BerryMex con una determinación: paro de labores.
Respecto a la situación sindical, los trabajadores desconocen a la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) y manifiestaron que están afiliados al Sindicato Independiente Nacional De Jornaleros Agrícolas (SINDJA), que los representa legalmente para defender sus derechos laborales ante cualquier conflicto.
Al menos hasta 2015, en México, 2 millones 366 mil 428 jornaleros se encontraban sin seguridad social, aún cuando constantemente realizan labores peligrosas que comprometen su vida, como el manejo de maquinaria pesada.
El Secretario General del SINDJA, Lorenzo Rodríguez Jiménez, responsabilizó al gobernador de la entidad, Franscisco Vega de la Madrid, ante cualquier represalia que exista en contra de los trabajadores agrícolas que se están manifestando.