Halachó, Yucatán. Desde hace cinco años ejidatarios de este pueblo han sido hostigados judicialmente a través de denuncias por daños a propiedad ajena y robos (de postes) a partir de que Herbert Zumárraga Rejón adquirió la Quinta San Jerónima, a las afueras de Halachó.
A partir de nuevos hechos sucedidos el día de ayer alrededor de las 13:30 hrs., queda claro que dichas acusaciones sólo buscan criminalizar la defensa del territorio, ya que el también empresario, intenta adjudicarse más de 500 hectáreas, cuando en realidad únicamente le corresponden 8 como mencionaron algunos ejidatarios, quienes tienen ahí sus tierras y parcelas.
A finales de mayo se suspendió nuevamente la audiencia en el Tribunal Unitario Agrario. En entrevista para Regeneración Radio, los ejidatarios mencionaron que la situación ha sido tensa para ellos, pues 40 han sido denunciados por Zumárraga por supuestos robos, algunos incluso han sido víctimas de robo y agresiones a sus tierras por parte de los empleados de este terrateniente.
A la izquierda con gorra Reymundo Moo Yah, agresor y empleado de Heberth Zumárraga Rejón, quien aparece a la derecha con playera azul (Fotografía: Alberto Velázquez / Regeneración Radio).
Ayer alrededor de las 13:30 hrs., los ejidatarios que buscan defender sus tierras y que han promovido la acción restitutoria por el despojo que enfrentan, nuevamente fueron agredidos por uno de los trabajadores de Zumárraga, el señor Raymundo Moo Yah. La agresión también fue contra el equipo de Indignación ya que se poncharon las dos llantas delanteras del vehículo que transportaba al asesor de los ejidatarios, de indignación, así como a ejidatarios.
La agresión ocurrió cuando se realizaba un recorrido por los terrenos en posesión de los ejidatarios y en colindancia con el camino que dirige al rancho del señor Zumárraga. El objetivo del recorrido era explicar la situación a un asesor del ejido y del equipo Indignación, cuando se encontraron con uno de los guardias de Zumárraga. Durante el retorno a pie hacia la camioneta, se percataron de que las dos llantas delanteras habían sido dañadas y ahí encontraron a uno de los empleados, quien no negó haber sido él quien ocasionó el daño. En ese momento, el sujeto empezó a amenazar a los ejidatarios y a hacer llamadas telefónicas para intimidarlos.
Con el fin de evitar enfrentamientos, los compañeros decidieron retirarse del monte donde se encontraban aún con las llantas dañadas. Cerca de ahí, encontraron un taller y el mecánico explicó que el objeto con que se dañó las llantas fue punzocortante, ya que atravesó todas las capas de las llantas. Una vez reparadas se dirigieron al Ministerio Público de Maxcanú (poblado próximo a Halachó) y se interpuso una denuncia, la cual fue negada varias veces. Este hecho contrasta con las denuncias del señor Zumárraga cuando ha intentado criminalizar a los ejidatarios, quienes constantemente son amenazados, robados y dañados sus alambrados, entre otras formas de agresión e intimidación.
