La convocatoria había sido hecha con meses de anticipación. El plan: llegar el 29 de mayo a la plaza de las armas en Toluca para discutir sobre la Ley que regula el uso de la fuerza pública en el Estado de México, pero al llegar a la cita las organizaciones convocantes se encuentran con la sorpresa de que la plancha que se ubica a las afueras del Palacio Municipal está cercada. El primer encuentro popular en contra de la Ley Eruviel tropieza directamente con el obstáculo inicial interpuesto por el gobierno mexiquense de Eruviel Ávila Villegas: impedir el derecho de reunión en espacios públicos.
Pese a ello, las organizaciones aglutinadas en el frente denominado «El fuego de la digna resistencia» continúan con el acto a un costado del edificio de gobierno, bajo los flamantes rayos del sol y más tarde una lluvia amenazante. Disuadir e imposibilitar las reuniones en las plazas públicas es uno de los puntos que contempla la Ley Eruviel también conocida como “Ley Atenco”, que entrará en vigor a finales de julio de 2016.
Al interior de la cerca –paradójicamente- se encuentra una exhibición de armamentos y equipo de protección para la Policía Estatal: cascos, protecciones, toletes, esposas, gases lacrimógenos con pólvora incluida, un helicóptero, tanquetas y camionetas patrulleras. Dos policías cada tres cercas, resguardando para que no cualquiera entre a la plaza pública, algunos muestran orgullosos sus nuevos e innovadores armamentos que al lanzarse también queman la piel al contacto: gases lacrimógenos.
Una mujer policía asegura nerviosa: « Sí señorita, cada año hacemos la Semana de la Seguridad, todos los años ¿Eh? Pero ahorita le dan más información, aunque acá no hay nada, todo es allá enfrente», señala a los manifestantes e inmediatamente mira hacia otro lugar.
El uso de armas de fuego y artefactos letales también están estipulados en la ley, que contempla incluso la muerte de los ciudadanos. El estado de México está infestado de mega-proyectos y por ende hay diversos opositores que continúan defendiendo sus orígenes y territorios: «Nuestra lucha es en contra de la ley, pero también nuestra lucha tiene el color de la tierra, tiene el color de los derechos, de la esperanza por la libertad», aseguran.
Pese a las limitantes el encuentro se desarrolla, cada organización da a conocer las problemáticas de su comunidad, una tras otra prevalece la palabra despojo con sus respectivas variables: agua, bosque, ejido, aire. «Esto es como una copia, pero en diferente lugar» sonríen por un momento. La sabiduría indígena se apodera de la palabra: Es bueno compartir lo que nos duele- me duele aquí, me duele por acá- pero también hay que preguntarnos ¿Cómo vamos a curarnos ese dolor? ¿Cómo hacerle frente a la Ley Eruviel?
Los convocantes señalan que este reglamento pretende detener a los movimientos de resistencia en el estado Mexiquense. «Le estamos demostrando al gobierno que no le tenemos miedo y que vamos a defender nuestras aguas, bosques y tierras. No nos van a venir a imponer leyes. No nos van a callar. Estamos defendiendo el aire que ellos también van a respirar, el agua que van a beber».