A lxs compañerxs rebeldes:
Antes que nada reiterar las reivindicaciones por las cuales hoy nos encontramos en huelga de hambre indefinida; no son motivo de juego, hay quienes no pueden dejar de lado el fanatismo absurdo y el vano sensacionalismo…
Es frustrante que la gente al exterior no pueda comprender que se trata de una postura meramente anticarcelaria; no buscamos ser reconocidos porque esta acción no es por la libertad en sus conceptos más simples y banales, como lo es la excarcelación de eso que llaman “presxs políticxs”; yo personalmente renuncio a ese calificativo, ya que fomenta la desigualdad y la marginación de la demás población carcelaria.
Esta huelga propone un precedente distinto al que de manera normal tenemos por entender huelga de hambre.
Esto no es una martirización; es un movimiento social que emerge de las entrañas de la cárcel, desde la organización de lxs presxs que hoy deciden gritar!!
La cárcel no es necesaria, y la asimilamos como u n factor ampliamente perjudicial que fomenta el desarraigo social, el resentimiento, la violencia e ira en los corazones de lxs prisionerxs.
Esta es la educación que no ha dado el estado; así es como se educa en el estado mexicano, la huelga es una manera de ponerlos en evidencia, de demostrar que son ineficientes y negligentes; sino pueden llevar a cabo el trato que merecerían los 11,000 internos, sino son lo suficientemente competentes; por eso les decimos exigimos la renuncia del personal que conforma el Consejo Técnico Interdisciplinario en todas las cárceles del DF.
Ya basta de que nos marginen y nos excluyan del derecho a la vida; no nos reconocemos a nosotros mismos como delincuentes, pues por el contrario, el crimen se gesta desde las más altas esferas y puestos de los poderes públicos.
Cansados de que nos hablen de más, cuando el primero que usa la violencia es el sistema.
No podemos seguir permitiendo estas arbitrariedades; las cárceles son terrorismo, las golpizas por parte de los carceleros son terrorismos, las burlas y humillaciones por el consejo técnico son terrorismo.
Sí la cárcel no sirve de nada, si no reinserta ni se preocupa por la vida de las personas, entonces adelante, marginemos, expulsemos de su “sociedad modelo” pero no estaremos dispuestos a aceptar sus reglas y normatividades.
La libertad no podrá ser hasta que todos los desheredados, los nadie, tengan certeza de que no acabaran en una celda pudriéndose por ser pobre.
¡Por la destrucción de todas las prisiones!
¡Hasta que todxs seamos libres!
FERNANDO BARCENAS CASTILLO