14 de junio. En el Estado de México la inseguridad es una constante. Tres personas intentan robar un taxi en el poblado de Santa María Tulpetlac. La gente cansada de que la policía esté coludida con los asaltantes se niega a entregar a los ladrones, los quieren enjuiciar, “hacer justicia con la mano propia” aseguran. Los uniformados suben a los asaltantes a las patrullas, se les pide que los bajen, pero ellos se niegan y comienzan a empujar a la gente y a lanzar gas lacrimógeno.
Los policías cambian de patrulla a los detenidos por que la anterior quedó destruida. La gente está molesta. Los policías toman un bat para golpear a los inconformes y luego balacean a un joven del poblado cuando lo suben a una patrulla- posteriormente lo bajan- y con una piedra lastiman a otro joven en el tobillo. A otras dos personas les tocan balas perdidas.
Mientras tanto, el detenido asaltante dice que tiene charola y va a salir cuando quiera. “A más tardar a las 12 del día siguiente”, asegura que lo apadrina gente del Ministerio Público.
Los policías regresan por su patrulla, se van con las puertas abiertas y el parabrisas totalmente roto, lanzando piedras a la gente e insultándolos. Los habitantes se defienden, les lanzan piedras y les gritan rateros.
Hay un desplegado de policía de aproximadamente 300 elementos y la gente molesta los comienza a replegar hacia las afueras del pueblo, recordándoles que nunca hacen algo por la seguridad de la comunidad y que es mejor que se retiren.
La gente indignada levanta piedras y comienza a lanzarlas. En el aire se ven volar piedras, tabiques y botellas de los dos lados. Los policías portan armas de fuego, recogen algunas piedras y todos las lanzan al mismo tiempo, logran replegar por algunos minutos a la gente. Al menos cinco uniformados aseguran que cuando agarren a algún poblador se van a desquitar.
Algunos gritos se escuchan conforme la gente avanza: ¡Hoy se toparon con el pueblo! ¡Somos más! ¡Viva Tulpetlac!
La cantidad de policías aumenta cada vez más. Sobre la Vía Morelos se contabilizan al menos 90 patrullas. Inician las detenciones y se llevan a cinco colonos. La gente logra sacar a la policía de su pueblo. En una patrulla estacionada en la Vía Morelos, mantienen al menos a dos de estos detenidos mientras integrantes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana los golpean en las costillas.
15 de junio. Amanece. Suena la alarma vecinal. La gente se organiza para obtener la libertad de sus vecinos. Se realiza un cierre de avenida con el objetivo de conseguir justicia para los lesionados y la libertad absoluta de los cinco detenidos. Se mantiene la Vía Morelos bloqueada durante 11 horas, además de cierres en todos los accesos.
“Tenemos videos, la gente vio todo. No es posible que habiendo mujeres y niños aventaban balazos y piedras pudiendo matar a alguien y lesionando personas. Y todavía golpearon a los detenidos y los dejaron bien mal. Los trasladaron a un municipio que no les corresponde. Un vecino del pueblo estaba convulsionando y todavía llegaron a rematarlo con un batazo en la cabeza. Ha de estar muy mal esa persona” dice uno de los manifestantes en entrevista con Regeneración Radio.
Una joven entrevistada asegura: “Santa María Tulpetlac dice: si ellos no hacen nada, la justicia la vamos a agarrar nosotros”.
Los cinco detenidos se encuentran en Tecamac. Las autoridades municipales se niegan a hacerse presentes en la movilización. Va una comisión de padres y familiares al Palacio Municipal de Ecatepec. Intentan negociar: Trasladarán a los detenidos que se encuentran en Tecamac a un Ministerio Público de Ecatepec. Les darán una respuesta al día siguiente y les entregarán a sus hijos a cambio de una fianza y que la gente se retire de la avenida principal en una hora. Los manifestantes se niegan a retirarse, a lo lejos se vislumbra un desplegado de granaderos. Comienza a oscurecer. Se inicia una reunión para tomar decisiones. Los pobladores se cuestionan:
-¿Por qué mandan granaderos si se supone que hay un diálogo?
-¡Ellos son los ladrones!
-No les creemos después de todo lo que nos han mentido. ¿Aún creen que si les entregamos la avenida nos los van a entregar? Que los entreguen primero.
-El proceso fue irregular. Para empezar no los tuvieron que trasladar a Tecamac.
-No tendríamos que pagar una fianza por que ellos no son delincuentes.
Mientras cae la noche se retira el bloqueo. Los granaderos avanzan aprovechando la ausencia de automóviles. Se enteran de que la gente se ha retirado y dicen: sabían que les íbamos a partir su madre y por eso se fueron. Golpean los toletes en la camioneta, y dicen: no importa que hayan liberado, vamos a partirles su madre. En las redes sociales los policías también se hacen notar, según datos proporcionados por la cuenta en Facebook Denuncia Ecatepec:
Se colocan aproximadamente 150 granaderos en cada entrada a Tulpetlac. El comandante comienza a dar las órdenes. Se quedan ahí y después de 20 minutos se retiran.
Los jóvenes siguen detenidos, han sido trasladados al penal de Chiconautla. La violencia continúa en las calles de Ecatepec, uno de los municipios más inseguros del país. En el Estado de México la delincuencia es una constante, pero ahora el barrio ha salido a las calles.