Como parte de las diversas formas de solidarizarse con el movimiento que exige la presentación con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, distintas acciones se han realizado, una de ellas fue la quema del metrobús y la parada de Ciudad Universitaria (CU) el pasado 5 de noviembre; desde entonces la presencia de policía de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) ha sido constante en las inmediaciones del campus universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), particularmente a la altura de la Facultad de Psicología hasta el parque de la Bombilla.
El viernes 14 de noviembre, como parte del llamado de la Asamblea Interuniversitaria (AI) a realizar un boicot al “Buen Fin” como forma de seguir exigiendo la presentación con vida de los 43 normalistas, estudiantes anticapitalistas llevaron a cabo un bloqueo de la avenida Universidad a la altura del Superama y la entrada principal de CU, ahí, por alrededor de 15 minutos detuvieron el tráfico mientras gritaban consignas como “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, además de lanzar algunas bombas molotovs a un camión de transporte público que fue colocado para evitar el tránsito vehicular sobre esa avenida. Hasta el lugar llegó la policía, pero los estudiantes se retiraron sin enfrentarse con ellos.
Al día siguiente, sábado 15 de noviembre, un grupo de policías de investigación a bordo de un automóvil (que posteriormente fuera abandonado en el lugar) hostigaron y dispararon contra estudiantes de la UNAM, resultando dos de ellos heridos de bala, uno de un rozón y el otro de un impacto en la pierna izquierda, esto sucedió en las inmediaciones de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, y eje 10 e insurgentes.
Esto detonó la solidaridad inmediata de personas que se trasladaron a las inmediaciones del auditorio “Che Guevara”. Después de estar esperando por horas el peritaje e investigaciones de las agresiones por parte de las autoridades judiciales, por la noche quienes estaban presentes decidieron sacar sobre avenida insurgentes el automóvil abandonado por los agresores, evitando así la justificación de una nueva entrada de la policía al campus, esto causó una agresión por parte de policías quienes en número de alrededor de 350 elementos –para ese momento ya estaban apostados sobre esa vialidad-, lo que resultó en un enfrentamiento al interior de Ciudad Universitaria a la altura del estacionamiento de la FFyL, que dejó 5 lesionados.
La solidaridad y una nueva ola de provocaciones por la policía del Distrito Federal
Estos hechos desembocaron en una concentración masiva para el domingo 16 de noviembre al medio día en la “Okupa Che Guevara” que partió del metro Copilco; hasta ahí llegaron estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de diversas facultades, prepas y colegios de ciencias de la UNAM. En el mitin realizado a los pies del auditorio se relataron los hechos del día anterior, algunos que resultaron heridos en el enfrentamiento mostraban los estragos de la defensa del espacio: cabezas descalabradas, ojos morados, escoriaciones en el cuerpo.
La multitud decidió dirigirse a la explanada de rectoría en donde se llevaría una concentración y se acordaría un plan de acción, sin embargo las diversas posturas presentes no permitieron aglutinar propuestas conjuntas y diversas fueron las actividades que surgieron en ese momento: desde barricar la entrada de la torre de Rectoría, liberación de torniquetes en el metro, bloqueo pacífico en el Walmart de avenida universidad y eje 10, así como la instalación de una barricada sobre avenida universidad a la altura del Superama. Esta última actividad se realizó alrededor de las 4 de la tarde y fue mantenida por 20 minutos; es importante señalar que el bloqueo era totalmente simbólico, ya que la circulación de avenida insurgentes y avenida universidad estaba detenida; a pesar de esto, hasta el lugar llegaron alrededor de 50 motocicletas, así como varias pick-ups con cuerpos antimotines de la SSP-DF, todos ellos dispuestos a detener a los estudiantes. Sin embargo en un acto de prudencia, quienes exigían la libertad de los presos políticos, así como la presentación con vida de los 43 normalistas y la finalización del acoso policial en Ciudad Universitaria, se retiraron sin ningún enfrentamiento de por medio.
La llegada de más policías fue inmediata, se podían contar por lo menos 200 policías con escudos, toletes y lanza granadas lacrimógenas; la tensión fue en aumento, la respuesta de los estudiantes fue cerrar las puertas del acceso principal a CU y colocar barricadas que impidieran lo que era una “nueva provocación de la policía y amenaza de entrada a la UNAM”.
Esas barricadas se sumarían a la instalada en las inmediaciones de la Facultad de Filosofía y Letras, así como a la guardia de la barricada instalada en la entrada de avenida insurgentes de la torre de Rectoría. Los estudiantes han señalado que estos tres puntos han sido reforzados con barricadas alzadas como protesta ante la represión del Estado y las autoridades universitarias, así como por el resguardo tanto de las instalaciones universitarias; el resguardo se pretende que dure hasta el martes, día en que se regresa a actividades normales tras el puente largo del 20 de noviembre en la UNAM.
Todo esto sucede en medio de las disculpas que pide la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, mientras José Narró en un primer momento garantizó la entrada de la policía a la UNAM y después se retractó, señalando que no era conveniente su presencia en esa casa de estudios; y por otro lado, en medio de las declaraciones de Enrique Peña Nieto quien al regresar de viaje por el extranjero, declara que tiene la facultad para utilizar la fuerza pública en caso de ser necesario.
Escucha el por qué de las acciones desde el interior de las barricadas
Lee el comunicado emitido el domingo 17 de noviembre, desde las barricadas de resguardo.