El Gran Kilombo Antifascista.
En esta emisión, hablando sobre la Campaña “Rompiendo el Silencio: Todas Juntas contra la Tortura Sexual”, acompañados en cabina por Araceli Olivos, abogada del Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez” y de Claudia Medina, quien participa en esta campaña.
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En el marco del 8º aniversario de la represión de mayo del 2006 en San Salvador Atenco y Texcoco, las 11 mujeres que sostienen la denuncia internacional ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos, en contra del Estado mexicano, por la Tortura Sexual a la que fueron sujetas, durante las detenciones llevas a cabo por policías, tanto estatales como federales, y durante el traslado hacia el penal de “Santiaguito”, decidieron, conmemorar un año más de su lucha contra la impunidad, con la acción de la SOLIDARIDAD, buscando –dicen ellas-, regresar la solidaridad que se levantó en torno suyo, sin la cual, no hubieran –insisten-, logrado levantarse y llevar a cabo esta lucha en contra de la tortura sexual que el Estado mexicano ejecuto por medio de sus cuerpos policiacos.
Ellas, han centrado su lucha, en denunciar el actuar del Estado, señalando, en contra de lo sostenido por mucho tiempo por el propio Estado, que lo ocurrido en aquellos días, las agresiones sexuales a las que fueron sometidas, no eran, como no lo son, actos individuales de policías “descontrolados”, sino un acto de Estado, con objetivos políticos y sociales específicos, señalando con esto, no a un policía, o a un personaje político, sino al Estad y toda su estructura en su totalidad. Emprendieron una lucha contra la impunidad y el olvido que el Estado mexicano, desde los medios de comunicación masiva y privados, intentó imponer a base de mentiras y silencios.
En este contexto ellas han lucha por visibilizar y denunciar la Tortura Sexual, además de como un acto de Estado, como un accionar constante y cotidiano que busca someter, por un lado, a movimientos sociales, organizaciones, colectivos y al descontento social, por medio del miedo, en este caso, por medio de la agresión institucional en contra de las mujeres, sus cuerpos y su sexualidad, que de la mano a los valores patriarcales y a las prácticas machista y misóginas, que habitan en la sociedad y en el mismo Estado, imprimirle a esta práctica un silencio, a partir del estigma, la culpa, el miedo, que buscan imponer sobre las mujeres, y que éstas, se trasladen a los colectivos, organizaciones, movimientos sociales, y por último a la sociedad, buscando controlarla, y por el otro lado, una práctica que, hoy vemos, se extiende más allá de los mismos movimientos sociales, hacia la sociedad misma, pero con el mismo objetivo: generar terror para imponer su control y su dominación.
En este sentido, en el 8º aniversario de aquella represión, ellas deciden hacer extensiva la solidaridad, de ellas hacia otras mujeres que han sido sometidas a Tortura Sexual, durante las detenciones y represiones diferentes, intentando tenderles un puente de solidaridad para, dicen ellas, ROMPER JUNTAS EL SILENCIO, EN CONTRA DE LA TORTURA SEXUAL.
Así, en mayo del 2014 anuncian esta campaña “Rompiendo el Silencio: Todas Juntas contra la Tortura Sexual”.
A esta iniciativa se suman, además del Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez, otros organismos de derechos humanos como el Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, del estado de Guerrero, así como Jass Feminist “Asociadas por lo Justo” y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, y abraza diferentes casos de Tortura Sexual, en diferentes contextos y lugares de México como el propio caso de las mujeres denunciantes por el “Caso Atenco”, además los casos de Claudia Medina, detenida y torturada sexual, física y psicológicamente por la Marina mexicana en el estado de Veracruz; Miriam Isaura López Vega, detenida y torturada física, sexual y psicológicamente por el Ejército mexicano en Baja California; Verónica Razo, quien fue detenida y tortura física, sexual y psicológicamente por la Policía Federal en la ciudad de México y actualmente presa; Belinda Garza Melo, detenida hace siete años en la ciudad de Torreón, y torturada física, sexual y psicológicamente por la entonces Policía Federal Preventiva, quien recientemente ha sido liberada; y las pioneras en la lucha contra la Tortura Sexual Inés Fernández Ortega y Valentina Rosendo Cantú, ambas, indígena Me´phaa, quienes en eventos diferentes fueron torturadas sexualmente por la Armada mexicana en el Estado de Guerrero.
Araceli Olivos y Claudia Medina, en cabina, junto con Italia Méndez, quien es de las mujeres denunciantes por el “Caso Atenco” (presente a partir de una entrevista grabada), nos hablan de qué es la Tortura Sexual, qué tan recurrente es esta práctica del Estado mexicano, nos cuentan sobre cómo surgió la idea de esta Campaña “Rompiendo el Silencio: Todas Juntas contra la Tortura Sexual”, sus objetivos y quienes la conforman, además de los casos que se han integrado a ésta, así como de la importancia de señalar esta práctica de Estado como tal, como un práctica institucional, ejecutada por las diferentes instituciones de “seguridad” pública, sea a nivel municipal, estatal y federal, en contra de las mujeres, donde a la práctica de la Tortura, se le suma el carácter sexual, como medio de inculcar el terror y el control político y social, en contra de los movimientos sociales, pues recurrentemente es utilizada como parte de las estrategias contra-insurgentes con las que el Estado mexicano busca erradicar a movimientos y organizaciones, pero que va más allá, y se ejecuta sobre sociedad en general, en muchos casos, encubierta dentro de lo que el Estado mexicano llama a su supuesta “Guerra contra el Narcotráfico”, que se traduce como una guerra en contra de la sociedad, y en este caso en contra de las mujeres, sus cuerpos y su sexualidad.
La Campaña “Rompiendo el Silencio: Todas Juntas contra la Tortura Sexual”, busca, justamente visibilizar esta práctica del Estado, y tender puentes de solidaridad con las mujeres que han sido sometidas a ella, romper el silencio en colectivo y enfrentar el dolor, el miedo y la impunidad juntas, codo a codo.