Las periodistas Ana María Marcela Yarce Viveros y Rocío González Trápaga fueron asesinadas entre la noche del 31 de agosto y la mañana del 1 de septiembre de 2011. Sus cuerpos fueron hallados en un parque de Iztapalapa en la ciudad de México.
Marcela Yarce Viveros, fundadora y reportera de Contralínea, se encontraba al frente del área de Relaciones Públicas de la revista semanal. Rocío González Trápaga, exreportera de Televisa y amiga de Contralínea, actualmente ejercía el periodismo de manera independiente.
Algo que en diversos medios aun no ha sido difundido es que las dos periodistas a pesar de haber perdido la vida por asfixia, también recibieron un balazo cada una, sin mencionar las terribles vejaciones de las que ya se ha dado cuenta. Dicha casa editorial esperara los resultados que arrojen las investigaciones de las autoridades correspondientes.