Un alto a la impunidad por los crímenes de Estado cometidos en Texcoco y San Salvador Atenco los días 3 y 4 de mayo de 2006 fue la demanda de una jornada de actividades en Atenco y el Distrito Federal cinco años después.
Las vidas de los jóvenes Javier Cortés y Alexis Benhumea, asesinados por la policía, se conmemoraron con ceremonias y ofrendas en Atenco y el Panteón de San Jerónimo, mientras la tortura sexual de mujeres se denunció ante la Procuraduría General de la República en el Distrito Federal. La jornada cerró con una marcha de mil personas desde el Ángel de la Independencia al Zócalo en el DF.
El martes 3 de mayo el acto público /conferencia de prensa ante la PGR en el Paseo de Reforma fue convocado por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (PRODH) y las mujeres denunciantes de tortura sexual. Unas 150 personas exigieron justicia y denunciaron la inacción gubernamental en sancionar a los responsables por la tortura sexual. Cientos de tarjetas y cartas de solidaridad pegadas en la barda recordaron la solidaridad internacional recibida por las mujeres.
Para el Centro PRODH, “los hechos de 2006 no acontecieron de manera aislada, fueron resultado de una decisión de los tres niveles de gobierno para actuar frente a la inconformidad social …. Las violaciones de derechos humanos, incluida la tortura sexual contra las mujeres denunciantes, constituyeron por sí una estrategia del Estado mexicano para inhibir la movilización social y generar miedo a los integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), a las personas y colectivos que exigen y ejercen sus derechos y sobre todo a las mujeres”.
Es probable que los criminales que ordenaron la tortura sexual como parte de su estrategia militar ––Enrique Peña Nieto, Wilfredo Robledo Madrid, Eduardo Medina Mora–– y los sádicos policías de los ASES que disfrutaron de su botín de guerra, contaban con el silencio de las mujeres, pensando que estarían demasiado avergonzadas y aterrorizadas para relatar las indignidades que habían sufridos. Pero calcularon mal. Aunque para estas mujeres, no ha sido nada fácil contar en público la violenta invasión de sus cuerpos, lo han hecho con mucho valor en Europa y otras partes del mundo.
Al tomar la palabra en la conferencia de prensa, Italia Méndez dijo que la resistencia de los campesinos del FPDT ha sido un ejemplo de lucha y de organización y que las ocho mujeres denunciantes siguen evidenciando la tortura sexual usada contra los movimientos sociales, contra el pueblo organizado. Dijo: “El Estado cuenta con la cárcel, la muerte y la tortura para acabar con los movimientos y por eso es necesario seguir luchando contra esto…No pararemos. Seguiremos resistiendo”. Cuando los policías se echaron encima de ellas con frases obscenas y misóginas hace cinco años, una en particular le queda en la memoria: “Que vayan a casa a lavar los trastes”. Ahora las mujeres de Atenco no se ven como víctimas, sino como mujeres luchadoras que van a los foros públicos en todo el mundo para quitarles la máscara de legitimidad a sus torturadores.
Edith Rosales hizo uso del micrófono para decir que “hace cinco años fuimos torturadas y violadas y a unos hombres también lo violaron aunque no lo han denunciado. Hace cinco años mataron a un niño de catorce años, Javier Cortés y al joven Alexis Benhumea. Nos torturaron y nos encarcelaron, pero los que pasaron más de cuatro años en la cárcel ahora no están presos. Están ahí atrás. Siguen en la comunidad. Sabemos que aquí no vamos a tener una respuesta. En México no vamos a obtener justicia. Pero no nos vamos a callar. Vamos a seguir denunciando el ataque contra los movimientos sociales …. Vivimos en un país represor. Cuando estábamos en la cárcel vimos a varias personas culpables y no culpables que habían pasado lo mismo que nosotros. Ahora bajo el pretexto de la guerra contra el narcotráfico, hay una constante represión. ¡Ya basta, compañeros! Es lo que decimos. ¡Ya basta!”
Marta Pérez del FPDT declaró que durante cinco años, las mujeres del Frente de Pueblos no se han quedado calladas. “Las mujeres que hemos vivido la tortura sexual estamos aquí para darle la cara a Peña Nieto, a Calderón, a los altos mandos de la policía, para decirles que no estamos vencidas, que no estamos calladas, que seguimos caminando …. Todos los grandes funcionarios del PRI, del PAN, del PRD se han quedado callados ante la infamia cometida en Atenco, y son cómplices también”. Marta señaló que fue el candidato presidencial Enrique Peña Nieto quien dijo: ‘Yo ordené el operativo del 3 y 4 de mayo en Atenco’, pero que está protegido por el PGR. “Por esa razón acudimos al pueblo en general, porque el pueblo sí responde. También estamos llevando nuestras denuncias a todas las instancias internacionales. La justicia no va a venir de los altos mandos del país …. La justicia tiene que venir del pueblo. La justicia tiene que venir del trabajo que estamos haciendo día con día. Hermana, hermano, hace algunos meses nuestros presos quedaron en libertad porque tú respondiste, porque tú te levantaste, porque levantaste tu voz. Queremos ahora justicia y castigo a los responsables de esta masacre y las violaciones del 3 y 4 de mayo….En Atenco no bajamos la guardia. Seguimos defendiendo nuestro territorio. Y con la misma fuerza defendemos también nuestra dignidad como mujeres. Salimos a las calles para defender nuestros derechos sin miedo. Estamos de pie y no nos vamos a rajar”.
Trinidad Ramírez del FPDT afirmó a todas las compañeras que “la lucha no se ha acabado. La lucha continua día con día, por ellas, por otras, por muchas más, por nosotras que hemos sido atacadas en Atenco. Y no sólo es cuestión de Atenco. La herida es mayor. Las mujeres son objetivas de la violencia, de los asesinatos cometidos a lo largo del país por la política de Felipe Calderón. Y él no va a parar esto. Sólo nosotros, los ciudadanos podemos hacerlo …. Sigamos defendiendo nuestra tierra porque la tierra es vida. Sigamos defendiendo la educación, el trabajo, la salud, el respeto a nuestras comunidades, el respeto a nuestra forma de vida. Y sigamos exigiendo castigo para ese mal gobierno. Sigamos peleando por nuestros hijos. Las compañeras rechazamos la norma que existe en muchos movimientos sociales de ‘las mujeres sumisas y calladas y los hombres comprados’. Nosotros creemos que sanar esta herida abierta es algo que hacen todos. Por eso seguimos tomando la palabra, seguimos levantando la voz, seguimos organizando, seguimos luchando”.
Sobre la tortura sexual, el colectivo “las chuekas” dijo: “… las mujeres sobrevivientes de la tortura sexual persisten en la lucha por la justicia. Y de esta forma, nombrándola, queremos visibilizarla y acompañarlas, porque sabemos que es pesado el esfuerzo de estar frente a esa justicia, la penal, la de ellos, la que no nos representa porque es fría, misógina y patriarcal, porque es, en parte, la representación de todo lo que por siglos nos ha oprimido. Ellos preguntan: ¿Fuiste violada? Demuéstralo. ¿Fuiste maltratada? Demuéstralo. ¿Fuiste asesinada? Lo provocaste, algo mal hiciste”.
El miércoles 4 de mayo, varios grupos e individuos solidarios marcharon en respuesta a la siguiente convocatoria del FPDT:
“Más de cuatro años tuvieron que pasar para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se viera obligada a liberar a los 12 presos políticos de Atenco y con ello, a ratificar que el asalto policíaco militar del 3 y 4 de mayo del 2006, fue una venganza de Estado por haber ejercido el derecho de defender nuestras tierras y haber echado abajo el millonario negocio aeroportuario, que hoy día, sigue siendo una tentación para los dueños del dinero que en esta ocasión, han enviado a los de CONAGUA con un proyecto
que de fondo es el despojo”.
“Sin embargo, ni la defensa de la tierra, ni nuestra lucha por justicia ha cesado. Los asesinos de Javier Córtes y Alexis Benhumea, los allanadores de nuestros hogares y nuestra tranquilidad, los torturadores y violadores de mujeres, están impunes bajo sus uniformes de policías y otros disfrazados de Gobernador candidato Enrique Peña Nieto, como si eso bastara para ocultar la sangre que lleva como lastre a sus sueños presidenciales”.
“Por eso, desde Atenco, hacemos eco al grito de justicia que también nos han negado. Como Pueblo, nos sumamos al llamado de indignación organizada para ponerle un alto definitivo a la barbarie y la impunidad que los gobiernos criminales han desatado contra nuestro México”.
Al llegar al Zócalo, hubo mensajes de solidaridad de los varios contingentes y llamados tanto a la marcha-caravana convocada por el municipio autónomo de San Juan Copala desde Oaxaca al Distrito Federal el 23 de mayo y al regreso posterior a Copala “a como dé lugar”, como al apoyo para los 12 presos políticos del SME.
Dijo América del Valle: “Así como dio muestra en el 2002 para echar abajo el decreto expropiatorio, para echar bajo el aeropuerto, ese proyecto multimillonario que el pueblo echó abajo, así como dimos muestra de dignidad, y como durante más de cuatro años de resistencia, de lucha incansable para alcanzar la libertad de los doce presos políticos, y ahora la justicia queda pendiente, así tenemos que volver a levantar la voz, además de por los doce presos políticos del SME, sino también por los muchos presos políticos que quedan en nuestra patria. Si Atenco pudo, ¿por qué los electricistas no van a poder?”
Entrevistado en el Zócalo, el compañero Adán Espinoza dijo:
“Esta marcha la vi relajada, tranquila, pero sí con la idea de buscar justicia después de cinco años. En nuestras tierras se ha derramado sangre. Ha habido mujeres ultrajadas, violadas, ha habido casas allanadas por los que dicen que son la ley ––policías, granaderos, PFP. Esto no puede quedar así”.
“Cinco años. Pero yo diría que en realidad son diez porque nuestra pesadilla inicia el 22 de octubre del 2001 con el expropio de nuestras tierras para construir el aeropuerto internacional. Es una situación en donde uno no lo puede creer, que lo de uno el gobierno federal nos quiere rebatar con sus leyes que ellos han hecho a su favor. Le pone un precio. Posiblemente antes de eso éramos más tranquilos, sabiendo que había injusticias pero no nos había tocado. Pues ahora hemos aprendido que unidos, organizados, sí se puede defender”.
“Las marchas, las protestas no las hacemos nada más por gusto, sino simplemente las provocan las autoridades en turno, llámese presidente de la República, llámese gobierno del Estado de México. Son los que están en contubernio con los capitalistas para despojarnos de lo que ellos quieren. Y lo que ellos quieren son nuestras tierras, nuestros recursos naturales. Pero hemos aprendido que lo de nosotros es de nosotros y no lo debe tocar nadie sin que lo queremos”.
“Ahora la lucha principal de Atenco es la misma. Defender nuestras tierras porque ahora han disfrazado el aeropuerto de un parque ecológico que lo va a administrar CONAGUA. Y que le pone un precio igual. Y ahora graciosamente se presta CONAGUA para hacer los cambios necesarios en definir las tierras como urbanas. Pero no vamos a caer en eso porque nuestras tierras siguen siendo ejidales. La lucha por ellas no termina. Como siempre decimos, la tierra no se vende, se ama y se defiende”.
“Llegamos a muchas marchas, mítines y eventos para acompañar las luchas que se están dando ahora en el país porque tenemos un compromiso moral muy fuerte con todas las organizaciones que nos han apoyado moralmente y nuestro deber es pagar lo que nos han dado. Hay personas que han sacrificado mucho. El compañero Alexis Benhumea dio su vida por nosotros. De esa forma te quiero decir que tenemos un compromiso de estar con toda la gente que tenga un dolor, que esté encarcelada, con todas las organizaciones que protejan sus tierras de un despojo. Tenemos que estar ahí. Es nuestro compromiso moral”.