El martes 16 de marzo se inició una huelga nacional en México. Manifestantes colgaron banderas rojinegras en las instalaciones centrales de Luz y Fuerza y otros centros de trabajo del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en defensa de la fuente de trabajo de los electricistas. También exigieron una solución a las demandas laborales de los mineros de Cananea y de los maestros, una reducción de impuestos, un aumento salarial de emergencia, servicio médico universal, soberanía alimentaria, respeto a la autonomía y los derechos de los pueblos indígenas, juicio político a Calderón, libertad a los presos políticos, el regreso de los militares a sus cuarteles, y un fin a la privatización del petróleo, el agua, los minerales y la electricidad. Se anunció que habrá plantones en todos los centros de Luz y Fuerza.
Desde las instalaciones en el Circuito Interior, alrededor de 15,000 personas marcharon a la Secretaría de Trabajo en el Paseo de la Reforma, donde, ante varias filas de policía, exigieron la renuncia de Javier Lozano, nombrado “enemigo de los trabajadores” por Martín Esparza. El líder del SME recordó que durante este sexenio, el Ejército ha recibo un incremento salarial de 40% y la Policía Federal un incremento de 115%, mientras los trabajadores han recibido un incremento de sólo 1%. El mensaje a los demás sindicatos es: “No pidan un incremento o les va a pasar lo mismo que al SME”. Esparza también acusó a Lozano de promover una Reforma Laboral en la cual es probable que los candidatos que no pasan el examen terminen en las filas de la Policía Federal o el Ejército. Exigió el retiro de la policía de la Secretaría de Trabajo para permitir la colocación de las banderas de huelga. Mientras la gente gritaba “¡Fuera! ¡Fuera!” una compañera logró atravesar las filas para colocar una bandera.
La Red de Medios Libres reporta que la Alianza Mexicana de Organizaciones Sociales (AMOS) logró 60 bloqueos de vías públicos. En un momento, por ejemplo, unos 700 vagoneros, transportistas y compas del gremio de vivienda, junto con estudiantes del CCH Oriente marcharon para bloquear un carril principal de la entrada a la Carretera México-Puebla. Por otro lado, los estudiantes del CCH Vallejo bloquearon la avenida de Cien Metros. También 200 carretilleros y cargadores organizados en el Movimiento Revolucionario Ricardo Flores Magón hicieron un bloqueo en la TAPO durante dos horas con las consignas ¡LUCHAR, VENCER, EL PUEBLO AL PODER! ¡FUERA GALICIA DE LA TAPO! ¡ALTO AL ATAQUE AL EZLN! ¡SE VE, SE SIENTE, LA ALIANZA ESTÁ PRESENTE!
Desde temprano, las entradas y las avenidas principales de la Ciudad de Oaxaca fueron bloqueados y la Ciudad Universitaria y otras instalaciones tomadas. También hubo bloqueos en Puerto Escondido, Pinotepa Nacional y Juchitán y la toma de instalaciones por maestros en Huajuapan de León. Hubo acciones de apoyo a la huelga en Coahuila, Veracruz, Chiapas, Michoacán, Guerrero, Texcoco, Morelos, Chiapas y Nayarit, entre otros lugares. En Toluca, 800 integrantes del SME marcharon a la casa de Enrique Peña Nieto para exigir sus derechos laborales y sociales.
La convocatoria a la huelga dice: “¡O son ellos, o somos nosotros! Los grandes empresarios y sus políticos nos han llevado al límite de la sobrevivencia y del enfrentamiento…. Mientras ellos sigan dirigiendo al país, no tenemos ninguna oportunidad de salir de la crisis social, antes, al contrario, esta se profundizará junto al terrorismo de estado que a nombre del supuesto combate a la delincuencia organizada, militariza la nación y avanza hacia la implantación de una dictadura cívico-militar al servicio de los Estados Unidos”.
Mientras el FBI llega a México para resaltar el “fallido estado” mexicano y allanar el camino a una posible ocupación estadounidense, el temor de la clase política mexicana a la gente se nota en el despliegue de 10,100 granaderos en el DF por Marcelo Ebrard para “evitar la alteración al orden público y disminuir en la medida de lo posible las afectaciones viales” y en el envío por Felipe Calderón de varios camiones de soldados y Policía Federal para invadir Huachinango, Nuevo Necaxa y otras comunidades de la Sierra Norte, donde el descontento crece porque pueblos enteros han quedado sin empleo.
En realidad, la única “alteración al orden público” en el DF fue provocada por la Policía Federal que lanzó gases lacrimógenos a compañeros que colgaban banderas en la sede de LFC ubicada en la calle de Bolívar; los gases llegaron a dos guarderías en la misma calle, afectando a 180 bebés de entre 4 meses y cuatro años de edad. Vean el video de su evacuación: http://www.youtube.com/watch?v=SdzhmZ8hzOY .
Pero lo más grave ocurrió afuera de la subestación de electricidad de Juandho en Tepepango, Hidalgo, aunque los datos son contradictorios y poco precisos. Dice El Porvenir que hay tres trabajadores del SME heridos, pero se alega que la Policía Federal sólo disparó al aire. En el segmento de Hechos presentado en Televisión Azteca por Javier Alatorre, se escuchan muchos disparos. Según El Universal, después del incidente, 400 policías y tres helicópteros llegaron al lugar. “Cerca de las 17:00 horas se registró un nuevo incidente, luego de que se diera a conocer que las compuertas de un canal de aguas negras fueron abiertas y se inundaron las instalaciones de Luz y Fuerza”. Hasta ahora no ha salido más información sobre la condición de los compañeros, tampoco sobre exactamente lo que pasó.