Gloria Arenas Agis y Jacobo Silva Nogales, Ex comandantes del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) fueron liberados luego de 10 años de reclusión en penales de máxima seguridad. Al detenerlos se les acusó de terrorismo, rebelión, sabotaje, homicidio, acopio de armas y daños. Fueron torturados para forzarlos a incriminarse y para que delataran a otros de sus compañeros.
Nunca negaron ser guerrilleros. Anunciaron que se incorporan a la lucha social pacífica y que esa no es una decisión a tomar, sino una necesidad ante la terrible situación del país. Alertan que es precísamente la lucha pacífica la que sufre más represión por parte del Estado.
Enfatizaron, que la circunstancia de haber pasado un largo periodo en la cárcel los ubica “automáticamente” en el movimiento social que lucha por vías pacíficas. Ambos militan en la otra campaña. “Antes teníamos armas de fuego, hoy tenemos las armas de la razón”, expresaron.
Detenidos el 19 y el 22 de octubre de 1999, respectivamente, un tribunal de Chilpancingo los juzgó y declaró culpables por la muerte de un civil durante una emboscada del ERPI al Ejército Mexicano en Guerrero en 1998. Recibieron una sentencia de 51 años, la que apelaron en distintas instancias hasta que a finales de octubre de 2009 lograron su liberación.
Silva Nogales fue miembro del Ejército Popular Revolucionario, (EPR). Por diversas divergencias, Él y Gloria Arenas se separaron para formar otra organización, el ERPI.
Al salir de la carcel, en conferencia de prensa Jacobo comento, “Si no hubiera caído seguiría siendo guerrillero. Mi corazón está con el ERPI y otros grupos armados cuyos nombres ni siquiera se conocen pero que existen. Pero el hecho de haber pasado por la cárcel automáticamente nos ubica dentro del movimiento popular abierto. Éste se va a convertir en nuestra montaña. Los árboles son ustedes, entre ustedes me escondo y me camuflajeo”.
Jacobo Silva Nogales y Gloria Arenas estarán en Oaxaca del 12 al 14 de febrero conversando con el movimiento social de la APPO.