Hace poco, hablé con un joven periodista bien preparado quien había viajado en Haití, y me di cuenta de que él no tenía la menor idea de unos de los aspectos más importantes de la historia del país. Por eso le recomendé la obra del fallecido activista, organizador y estudioso C.L.R. James: Los jacobinos negros. Toussaint L´Ouverture y la Revolución de Haití, publicado en 1938.
El libro del brillante autor ––hombre de muchos sombreros y méritos–– se conoce como una obra maestra de la historia y tal vez el mejor relato de la Revolución Haitiana, por lo menos el mejor escrito en inglés. James investigó a fondo las fuerzas que condujeron a la revolución, tanto en Haití como en Francia.
Un factor clave fue la implacable brutalidad de la esclavitud impuesta por Francia en Haití, donde los dueños de los ingenios azucareros explotaron el trabajo de los Africanos al grado de que la expectativa de vida era de apenas siete años. ¡SIETE AÑOS! Para reponer la mano de obra esclava, cada vez más Africanos fueron secuestrados de la costa de África Occidental para trabajar en los ingenios de Haití.
El sufrimiento y muerte de los negros significaban ganancias y dulces para los blancos.
James cita un axioma mencionado con frecuencia en Francia en los tiempos de la Revolución Francesa: “La Costa de Marfil es una buena madre”. ¡Esto significaba que la esclavitud y la brutalidad eran buenas para los negocios!
El autor explica que si no fuera por la inmensa riqueza extraída de la esclavitud africana en Haití, la Revolución Francesa nunca habría pasado. Al citar al historiador francés H. Jaurès, nos enseña que “La trata de esclavos y la esclavitud eran la base económica de la Revolución Francesa”.
“‘Es una triste ironía de la historia’, comenta Jaurès. ‘Las fortunas acumuladas en Bordeaux, en Nantes, en base a la trata de esclavos, dio a la burguesía un orgullo que pedía libertad y contribuyó a la emancipación humana’. Nantes era el centro de la trata de esclavos. Tan temprano como el año 1666, 108 barcos fueron a la costa de Guinea y subieron a bordo a unos 37,430 eslavos, con un valor total de más de 37 millones, dando a la burguesía de Nantes entre 15 y 20 por ciento de su dinero”. [p.35]
Haití también hizo otros impactos en el mundo.
Su Revolución anunció el fin del sueño de Napoleón de un imperio franco-americano. Un poco después de que la Revolución cortó las ganancias para Francia, Napoleón le comunicó a Thomas Jefferson su voluntad de vender Luisiana a Estados Unidos por varios millones de dólares. Jefferson se apresuró a aprovechar la oportunidad, y a través de la presunta venta (“presunta” porque Napoleón vendió tierras que pertenecían a los indígenas y no a Francia), Estados Unidos duplicó su tamaño de la noche a la mañana.
La historia es importante; nos enseña por qué las cosas están como están. No sólo habla del ayer, sino del hoy.
Desde el corredor de la muerte, soy Mumia Abu-Jamal.
Escrito el 19 de agosto de 2007.
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción: Amig@s de Mumia, México