Esta Quinta Asamblea Nacional de Afectados Ambientales se ha desarrollado en un momento en que la crisis que sacude al país se hace más profunda. Esta situación agrava los efectos depredatorios contra las comunidades y sus recursos naturales. Pero este nuevo momento nos abre la posibilidad y necesidad de hacer más fuertes nuestras luchas.
La gravedad de la situación que vive la nación, se expresa con singular crudeza en muchas localidades de nuestro país, como es el caso de la comunidad donde sesiona esta Asamblea. La comunidad de Chichicuautla, junto con otros pueblos de la región del valle de Perote han asumido la ejemplar lucha en contra de una empresa trasnacional que, con total apoyo e impunidad que ofrecen los distintos órdenes de gobierno de este país, ha envenenado el agua, la tierra, aire y a la misma gente de la región para enriquecerse con un millonario negocio de la cría industrial de cerdos.
A la Quinta Asamblea Nacional de Afectados Ambientales se han incorporado nuevas problemáticas con expresión geográfica en Baja California, Distrito Federal, Jalisco, Morelos, Nayarit, Oaxaca, San Luis Potosí, Puebla, Tlaxcala y Veracruz. Sus problemáticas son de escasez, robo y contaminación de agua; envenenamiento del aire; destrucción de bosques; proyectos de infraestructura carretera; el despojo de tierras, su erosión y contaminación; mega proyectos de minería a cielo abierto; urbanización salvaje y la criminal imposición de la siembra de maíz transgénico.
Los nuevos asistentes reconocen entre las necesidades más apremiantes la asesoría técnico científica, el apoyo legal, defensa de derechos humanos y ambientales; así como el articularse con las problemáticas de tipo ambiental y su secuelas sociales; conservar un espacio amplio, de intercambio de experiencias y ayuda mutua, el respeto a la identidad y autonomía de cada uno de los miembros de la Asamblea.
Las necesidades expresadas por los nuevos participantes se unen al proceso de discusión que hemos desarrollado en esta Asamblea. En especial, sobre las cuestiones organizativas que permitirán reforzar el trabajo, superar los obstáculos y encontrar formas de trabajo conjunto.
Sobre el aspecto organizativo reconocemos a la Asamblea como un espacio donde se intercambian experiencias y se unifican luchas. Nos organizamos de forma plural, horizontal y con respeto hacia todas las formas de organización en lo local, regional, estatal y nacional. La Asamblea no pretende sustituir ni suplantar las luchas locales y su autonomía.
Asumimos la tarea de consolidar un movimiento en defensa del medio ambiente que satisfaga las necesidades de los pueblos. Evitaremos adquirir una estructura burocrática. De esta manera, la estructura del movimiento de afectados ambientales deberá considerar a la Asamblea Nacional como el órgano de representación máxima ante cualquier instancia, por lo que nadie podrá hablar en nombre de ésta y los acuerdos deberán ser tomados por consenso.
Hemos definido la creación de un Consejo Nacional, formado por integrantes de las organizaciones, definidos con base en una representatividad sólida dentro de sus comunidades. Este consejo contará con capacidades de coordinación y ejecución de los acuerdos de la asamblea, convocatoria de subsecuentes reuniones de trabajo y definición de los mecanismos de apoyo solidario entre las luchas. En términos de definición política, la asamblea continuará siendo el único mecanismo de toma de decisiones, por lo que el consejo se enfocará en operativizar y poner en marcha un semáforo de la represión y de las luchas, así como a mantener las rutas de diálogo y comunicación entre las diferentes comunidades.
A la par del Consejo echaremos a andar las siguientes comisiones: Comisión de Difusión y Enlace, Comisión Técnica (de acción jurídica, investigación, etc.) y Comisión de Enseñanza y Capacitación (encargada de socializar los conocimientos en talleres). Las comisiones se definirán acorde a las necesidades y capacidades de cada uno de los espacios de participación, quedando como propuesta que los grupos académicos, jurídicos y sociales de apoyo se integren a dichos equipos de trabajo de manera voluntaria y solidaria.
Queda el compromiso de todos por elegir a nuestros representantes para el Consejo Nacional, que se realizará a finales de la primer quincena de febrero de 2010. Se propone que las reuniones del Consejo Nacional sucedan cada 3 meses, con la posibilidad de reuniones extraordinarias según las circunstancias lo ameriten y contemplando la posibilidad de emplear mecanismos de comunicación a distancia.
Los integrantes de esta Asamblea, asumiendo el nuevo reto organizativo, nos comprometemos a la elaboración de un plan de trabajo
1) por comisiones, que deberán iniciar ya sus actividades y trazar planes de trabajo propios.
2) Incorporarse, en la medida de nuestras posibilidades, a las acciones con motivo de fechas significativas y momentos de convergencia unitaria de otros espacios del movimiento social general.
Paro cívico nacional, convocado por la Asamblea Nacional de la Resistencia Popular para el 11 de noviembre.
20 de noviembre, movilizaciones de acuerdo a las condiciones de cada comunidad difundiendo las problemáticas y luchas de otras comunidades.
3. Para el 4 de diciembre sumarnos como Asamblea a la propuesta de toma simbólica de la Ciudad de México, conmemorando la llegada del Ejército Libertador del Sur.
4. Acciones simultáneas en cada estado para el 10 de abril en conmemoración de la muerte de Emiliano Zapata
3) Sumarse a los diferentes actos que convocan los diferentes participantes de esta Asamblea.
4) Pronunciarnos de manera especial en apoyo a la lucha de las comunidades de la región del Valle de Perote contra la trasnacional granjas Carroll y en apoyo a los compañeros del Sindicato Mexicano de Electricistas.
Todo lo anterior, le presenta una serie de retos a la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, que en el fondo, significa dar pasos en un sentido cualitativo, a saber:
El crecimiento paulatino que ha mostrado nuestra convocatoria exige repensar el cómo aportar, desde la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, la instalacion de la problemática de las relaciones entre naturaleza y sociedad en la agenda de los grandes problemas nacionales.
La magnitud de la devastación ambiental nos emplaza a elevar nuestro nivel de conciencia, para que abordemos las diversas problemáticas de los afectados ambientales desde un enfoque adecuado, que nos permita en el corto plazo: Primero, madurar respuestas a la gestión ambiental y el manejo de nuestros recursos naturales en todo el país y, Segundo, que sean las comunidades las que construyan y desarrollen las soluciones ambientales.
La crisis del entorno ambiental que se viene mostrando en en el planeta en general y de los territorios del país en particular, nos coloca frente al reto de resolver las siguientes problemáticas: a) la centralidad que adquiere la biodiversidad en el proceso de acumulación mundial; b) el carácter político y conflictivo de la gestión ambiental; c) los debates sobre la legislación y la construcción de marcos institucionales en esta materia; d) las expresiones que asume el escenario mundial en los niveles micrososciales; e) las relaciones que las comunidades establecen con la naturaleza y los dilemas que enfrentan en el manejo de sus territorios.
Finalmente estamos concientes que los retos que se abren con esta Asamblea invitan a que todos nosotros, como integrantes de la misma, asumamos nuestra responsabilidad en las definiciones fundamentales que tendremos que resolver, entre ellas el hacer de esta Asamblea un movimiento de alcance nacional y no un estructura hueca, lo cual exige que redoblemos nuestra partici
pación y nuestros compromisos, tanto con nuestras respectivas comunidades como con los problemas de otros compañeros que están siendo afectados.
QUINTA ASAMBLEA NACIONAL DE AFECTADOS AMBIENTALES