¿Que no tienen hijos? Los ‘tiburones’ trataron a los nuestros como basura
Hoy domingo 24 de mayo manifestantes ante el Reclusorio Sur en México DF exigieron la disolución del grupo anti-motines Tiburón y un fin al trato cruel e inhumano a los presos. Expresaron la indignación que muchas personas en la ciudad sentían al ver los videos y fotos de los presos desnudados, humillados y sometidos con perros, gases lacrimógenos y armas largas en manos de los violentos robocops. “Pensé que eran fotos de Guantánamo,” dijo una mujer. “¡pero me dio escalofríos cuando vi que eran de las prisiones de México!”
No se ha apagado la ira de los familiares y amigos de los presos severamente golpeados el martes pasado. Algunos insisten en que el grupo Tiburón también utilizó balas de goma contra sus hijos que protestaban la prohibición de visitas, y que tan pronto que la prensa se fue, las peores golpizas ocurrieron. La Comisión de Derechos Humanos estima que 18 presos fueron heridos en el quinto motín en los penales del DF durante las últimas tres semanas. Varias madres de familia también insistieron en que sus hijos no planearon amotinarse sino que se sintieron desesperados ante la intransigencia y prepotencia de las autoridades de la prisión al saber que no tendrían las visitas que no sólo son necesarias para la convivencia con sus seres queridos sino porque los presos dependen de sus familiares para traerles comida adecuada para el consumo humano.
No es una coincidencia que las autoridades del gobierno de Marcelo Ebrard ahora justifican la represión con estadísticas sobre la sobrepoblación en las prisiones y la necesidad de apagar “focos rojos”. Aunque es cierto que el hacinamiento en las prisiones es un terrible problema, esto no justifica la formación de grupos violentos como el Tiburón y tampoco justifica la construcción de más prisiones. Para muchos de los familiares la alternativa está clara: la excarcelación de
una gran parte de los presos. “Muchos de los muchachos no han hecho nada grave,” explica una señora. “Tal vez se hacen daño a ellos mismos al drogarse, pero esto no lastima a los demás. Tenerlos aquí es un gran negocio y a nosotros nos extorsionan cada vez más. ¿La extorsión no es un crimen? ¿Tratar a nuestros hijos como basura no es un crimen?”