Alrededor de las diez de la mañana del 2 de agosto dio inicio el Encuentro de Resistencias convocado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el cual se llevará a cabo hasta el 17 de agosto en el Caracol IV “Torbellino de nuestras palabras”, en la zona selva del estado de Chiapas. La inauguración del Encuentro tuvo como primer elemento una formación de decenas de milicianos y milicianas que en distintas columnas ingresaron a la explanada donde se instaló “el pirámide”.
El Subcomandante Moisés tomó la palabra y enfatizó la denuncia al genocidio del pueblo palestino en Gaza y reafirmó el apoyo a las mujeres y hombres palestinos, mientras cientos de bases de apoyo ondeaban la bandera.
La primera mesa en formato plenaria comenzó con la participación de los pueblos originarios articulados al Congreso Nacional indígena (CNI). Uno d uno las y los delegados compartieron su palabra, narrando sus modos de lucha, compartiendo sus resistencias y los desafíos en la defensa de la tierra, el territorio y la vida digna. A través de ese mosaico de resistencias apuntaron cómo se encarna el despojo capitalista en los pueblos lo que evidencia los modos de articulación entre capital, crimen organizado y Estado.
Los trabajos de la plenaria continuaron con la participación de las mujeres buscadoras a través de la palabra de los colectivos Buscando a Nuestro Desaparecidos y Desaparecidas Veracruz y el colectivo Luz de Esperanza de Jalisco. Sus experiencias ahondaron en la lucha por verdad y justicia que emprenden las familias en la búsqueda. Se abordó cómo existe una articulación entre las violencias que afectan las luchas de los pueblos y el problema de la desaparición que hoy en día afecta a miles de familias del país. Se agradeció a las y los zapatistas por la reivindicación de las madres buscadoras y se remarcó que su lucha es fundamentalmente desde el amor y la esperanza.
Las actividades por la tarde continuaron con mesas que abordaron diálogos sobre educación, salud, trabajo editorial y puntos críticos al interior de las luchas, lo que augura un nutrido espacio de debate entre compañeros y compañeras del EZLN y colectividades que, a pesar de las múltiples diferencias de todo tipo, apunta al fortalecimiento mutuo de las luchas que se conectan una vez más en territorio zapatista.