Plantón en las oficinas de Grupo Modelo
EXIGEN A MARIA ARAMBURUZABALA REINSTALACION
DE 250 TRABAJADORES DE VIDRIERA DEL POTOSI
Trabajadores de la Empresa Vidriera del Potosí, propiedad del Grupo Modelo, iniciaron este jueves un plantón frente a las instalaciones de ese consorcio, en Santa Fé, para exigir la reinstalación de unos 250 trabajadores despedidos injustificadamente, incluyendo sus dirigentes sindicales.
El plantón fue instalado en las primeras horas del día, ante la mirada asombrada de los oficinistas, quienes discretamente hacían señas de solidaridad con los obreros de Vidriera del Potosí, quienes el año pasado lograron el aumento salarial más alto del país, 19 por ciento en promedio.
Los manifestantes desarrollaron su protesta pacíficamente, incluso, permitiendo el tránsito vehicular en uno de los carriles de la avenida Barrios Sierra, donde se encuentra el corporativo, pero funcionarios de éste pidieron a la policía el cierre total de la circulación para evitar que se siguiera “dañando la imagen del grupo Modelo”.
Poco después de iniciado el plantón se sumaron a él trabajadores de la empresa Industrias Ocotlán, que actualmente en huelga para demandar al Isaac Saba Raffoul el pago de liquidaciones.
Ante la falta de diálogo y las constantes violaciones a sus derechos laborales, los obreros de Vidriera del Potosí, iniciaron el pasado domingo una caravana desde San Luís Potosí a la ciudad de México, en donde realizaron una marcha en avenida Reforma, mítines frente a la sede de la OIT en México y en las movilizaciones del SITUAM.
Además de la reinstalación de los 250 trabajadores, los manifestantes exigen el respeto al derecho de huelga, pues aducen que éste les fue negado por las autoridades laborales de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y el reconocimiento incondicional a su representación sindical, legítima y democráticamente electa.
Empresa Vidriera del Potosí es una de las subsidiarias de Grupo Modelo, propiedad de María Asunción Aramburuzabala, esposa del embajador de Estados Unidos en México, y la mujer más rica de México, cuya fortuna asciende a mil 500 millones de dólares, con ganancias permanentes que superan los 700 millones de dólares anuales. En ella se fabrica gran parte de las botellas de cristal que se utilizan para envasar las distintas cervezas que produce el grupo.
El conflicto en Vidriera del Potosí inició con la lucha de sus trabajadores por democratizar el sindicato que antes estaba en manos de la CTM y era totalmente vendido a la empresa. Gracias a que lo recuperaron los trabajadores lograron dar una lucha exitosa que les valió un aumento en promedio de 19 por ciento el año pasado.
Pero la empresa no se iba a quedar con las manos cruzadas y ha utilizado argucias para reprimir el movimiento. Apagó uno de los hornos de la vidriera, primero por “mantenimiento”, pero fue burda la maniobra que tuvo que recurrir a otra mentira: la recesión en Estados Unidos y la baja en las exportaciones, lo cual es también falso.
Los sindicalistas de la vidriera recurrieron a la huelga para exigir la reinstalación, pero las autoridades de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, cómplices de los patrones, la invalidaron jurídicamente. Incluso, la empresa ha tratado de recuperar el control del sindicato a través de la CROC y su dirigente, Salim Kalkach, a quien quiere imponer para manejarlo a su antojo.
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