Ocosingo, Chiapas.
José Antonio Sánchez Juárez y Sebastián Núñez Pérez, integrantes de la Junta de Buen Gobierno (JBG) del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), desaparecieron el 11 de septiembre a las 8 de la mañana. Se trata de un nuevo ataque por parte de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO) que históricamente los ha violentado, denuncian activistas. En agosto de 2020, este mismo grupo de choque robó e incendió en las bodegas de café de la tienda autónoma el Arco Iris, ubicada en el Municipio Autónomo Lucio Cabañas.
José Antonio y Sebastián Núñez salieron para realizar el trabajo de la JBG, pero desde ese sábado ya no se comunicaron más y se inició un proceso de búsqueda. La camioneta en la que viajaban fue localizada en la comunidad 7 de febrero, un espacio controlado por la ORCAO. De acuerdo con información local, presuntamente fueron detenidos. Sin embargo, no han sido presentados en ninguna oficina, por lo que continúa la exigencia de aparición con vida.
La red Red de Resistencias y Rebeldías AJMAQ afirma que existe complicidad y solapamiento por parte del gobierno estatal y federal: “Denunciamos el discurso hipócrita, mentiroso y chapusero del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, del gobernador del estado de Chiapas Rutilio Escandón Cadenas de respetar las autonomías de los Pueblos Originarios, cuando en realidad ha implementado una serie de acciones de contrainsurgencia contra las Autonomías”.
Además de la quema de la tienda de café, señalan que la ORCAO ha emprendido acciones en contra de la comunidad autónoma Moisés-Gandhi en los recientes meses. El 8 de noviembre de 2020 secuestraron a su Base de Apoyo, Félix López Hernández. Y en abril de 2021 secuestraron a dos defensores del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas.
En el artículo Arde Chiapas, publicado el 25 de agosto de 2020 en La Jornada, Luis Hernández Navarro refiere que la ORCAO tiene vínculos con el PRD, PVEM y actualmente con MORENA: “Estas agresiones se han efectuado, regularmente, en el marco de ofensivas gubernamentales para tratar de debilitar al zapatismo y contener su avance. No son producto de pugnas intercomunitarias, sino resultado de una estrategia de fabricación de conflictos internos por parte del Estado”, refiere.
La red de apoyo a los zapatistas, señala que estos actos de violencia están orquestados desde el Gobierno Federal y tienen un vínculo directo con la reciente iniciativa del EZLN, de viajar desde el mes de mayo con dirección a Europa. En diversos espacios están denunciando el despojo que viven los pueblos originarios debido a la entrada de los megaproyectos implementados en México.
El 11 de septiembre regresó de Europa el escuadrón 421 y aterrizó en la Ciudad de México. Ese mismo día por la mañana, en Chiapas, desaparecen José Antonio Sánchez y Sebastián Nuñez. El 13 de septiembre salió una segunda comisión de relevo para esparcir su lucha a nivel intercontinental. Por lo que no descartan que se trate de una reacción del gobierno morenista.
Los grupos de apoyo colectivos, afines al zapatismo, hicieron un llamado para firmar una carta en la que se exige la aparición con vida y el cese a la violencia.