Fotografías: Luis Suaste
La Comunidad Indígena Otomí emplazó a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum y a Adelfo Regino, titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, en la puerta principal de las instalaciones tomadas, el próximo martes 3 de noviembre a las 10 de la mañana. “A dos semanas de la toma y seguimos mirando desprecio, discriminación e indiferencia gubernamental a nuestra demandas, a nuestra palabra, a nuestra lucha”, señalaron.
Quince días, estamos aquí y Claudia Sheinbaum nos sigue ignorando: Si no llegan “Vamos a comenzar a desalojar todo el equipo y los archivos. Vamos a acondicionarnos y acomodar el lugar, no podemos quedarnos siempre en la parte de abajo” dice Filiberto Margarito, concejal de la comunidad otomí ante el Concejo Indígena de Gobierno.
Además lanza un aviso: “Estamos hasta la madre de que todo el tiempo nos ven la cara de pendejos. Perdón. Ya nos vieron la cara, nosotros decimos un ¡basta!” Estamos decididos, si no llegan, quemaremos los archivos, culmina.
La cita es “para establecer las bases que deberán conducir al establecimiento de una mesa de diálogo” entre las autoridades locales y federales y la Comisión representativa que nombre la Comunidad Indígena Otomí residente en la CDMX.
No podemos entender, ¿Cómo es posible la represión de nuestros pueblos? Ellos lo único que dicen es que ya no maten nuestra tierra. En esa gentrificación no estamos contemplados. Estamos exigiendo, no pidiendo, dice Isabel Valencia, mujer otomí.
En la mesa de respuesta al comunicado que emitió el INPI en días pasados, hubo representantes de los diferentes predios de la comunidad: Zacatecas 74, Guanajuato 200 y Roma 18, ubicados en la Ciudad de México.
La Comunidad Indígena dice a Adelfo Regino, que representa la traición a los pueblos indígenas, pues ha sido omiso ante los asesinatos y los ataques paramilitares: “Hoy decimos, ya no más seguir de rodillas frente al traidor de nuestros pueblos y comunidades indígenas”.
Joaquina Paulino, mujer otomí, afirma que Claudia Sheinbaum los ha ignorado; el operativo de desalojo que vivieron el 19 de septiembre de 2018, se desarrolló con más de 300 granaderos, pese a que ya se habían declarado como un “cuerpo extinto”.
“El diálogo será con todos o no lo será” dice la comunidad respecto a la mesa de diálogo propuesta por el INPI, pues se requiere de la presencia de todas las partes. “Nunca más una ciudad sin los pueblos indígenas” reclaman desde la toma del INPI. Esperan la respuesta de las autoridades correspondientes.