Nuestro pueblo está siendo asesinado, derramando de sangre la tierra.
Por la tarde del 23 de mayo, el Concejo Indígena y Popular de Guerrero – Emiliano Zapata (CIPOG-EZ) sufrió la desaparición de dos miembros de la comunidad por parte del grupo del crimen organizado Los Ardillos. El día 24 de mayo hallaron desmembrados a Bartolo Hilario Morales de Tula Guerrero, quien era Comandante Regional de la Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores y a Isaías Xalteco Ahuejote de la comunidad de Xicotlan del municipio de Chilapa de Álvarez.
Estas dos ejecuciones se suman a las otras 2 efectuadas el pasado 5 de mayo donde también fueron asesinados los miembros del CIPOG-EZ, Lució Bartolo Faustino quien además era miembro del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y el Delegado del Congreso Nacional Indígena (CNI) Modesto Verales Sebastián de las comunidades indígenas bahías de Xicotlán y Buenavista respectivamente.
En Guerrero los tres niveles de la Policía (Municipal, Estatal y Federal) además del Ejercito, tienen pactos de protección con los grupos del crimen organizado y paramilitares que operan en el municipio de Chilapa de Álvarez, donde fueron efectuados estos crímenes.
A casi seis meses del arribo al poder de Andrés Manuel López Obrador, los indicadores del número de muertos sigue en aumento. Mientras los pueblos que integran el Congreso Nacional Indígena – Concejo Indígena de Gobierno, lloran a sus muertos.