El martes 3 de octubre 2006, en la Ciudad de México, los ministros de energía y medioambiente de los países miembros representados en el G8 (el “Grupo de los 8”) los 8 países mas industrializados y ricos del mundo, tienen previsto empezar las negociaciones de un acuerdo sobre el cambio climático que será el predecesor del Protocolo de Kyoto que termina en 2012.
Los ministros de esta cumbre extraordinaria del G8 será acompañados por los ministros de energía y medioambiente de cinco países “emergentes”; Brasil, India, China, Sur África, y México. Este grupo del “G8 + 5” representan 58% de la población human en el mundo, 61% del consumo de petróleo, 80% del consumo de carbón, y 73% de la generación de las emisiones del gas dióxido de carbón (CO2), el mayor contribuidor de gases invernaderos causando el cambio climático a través de la quema de carbón, petróleo, y gas natural a escala industrial para la generación de energía. Pero en vez de planear como reducir drásticamente sus contribuciones en el calentamiento global, las negociaciones del G8+5 en la Ciudad de México se concentrará en como las economías mas grandes del mundo pueden “mantener”,” promover”, y “expandir” su status quo de dependencia masiva en los combustibles fósiles mientras presentando una fachada fraudulenta de “conservación energética”, “desarrollo sustentable”, y “soluciones en base del mercado” a los ciudadanos, activistas “climáticos”, y los miles de refugiados ambientales espantados por la creciente evidencia global sobre el cambio climático y sus propias experiencia personales de catástrofes climáticos.