Las primeras horas del domingo 19 de junio por la mañana, la Policía Federal llegó a la barricada ubicada en la carretera de Nochixtlán Oaxaca, que mantienen padres de familia y maestros desde hace una semana. Atacaron primero con gas lacrimógeno, balas de goma y armas de fuego. Se contabilizaron decenas de detenidos y heridos, así como más de diez muertos.
Los pobladores lograron que la policía retrocediera por algunos momentos en los instantes en que la policía lanzaba gas pimienta, gas lacrimógeno y balas de goma. «Están tirando a matar» fue el grito alertador que se escuchó cuando un policía cortó cartucho y comenzó a disparar su arma de fuego. De ese modo replegaron a los integrantes de la barricada hasta el panteón local, en donde fueron rafagueados por más de una hora.
«Los federales traen la consigna de exterminar cualquier punto de resistencia» afirmaban los pobladores de Nochixtlán que han mantenido la resistencia en contra de la “Reforma Educativa”, afrontaron con barricadas, piedras, palos y cohetones, mientras los cuerpos policiacos utilizaron armas cortas (calibre 380), largas (AR-15, MP-45), rifles automáticos, gases lacrimógenos, pimienta y polvos que causan ceguera temporal, incluso se registraron disparos desde un helicóptero que sobrevolaba en la zona.
Una madre de familia gritaba: «Esto es una masacre, nos están tirando con armas de fuego, nos están matando».
Después de casi siete horas de ataque, a las 3 de la tarde los policías fueron replegados por los pobladores de Nochixtlán, momento en el que se pudieron trasladar los heridos a los hospitales. Previamente, los policías mantuvieron las carreteras cerradas por horas impidiendo el paso de las ambulancias.
¿Quienes son los asesinados?
Yalid Jiménez Santiago era un padre de familia de 29 años de edad, originario de Santa María Apazco, ubicada en Nochixtlán. Las campanas de la iglesia del pueblo sonaron como un llamado a apoyar a la barricada. Yalid respondió a esa solicitud, se dirigía al lugar en una camioneta Urban cuando la Policía Federal los comenzó a balacear.
Oscar Nicolás Santiago, habitante de Las Flores Tilantongo, tenía 21 años de edad, fue herido durante el ataque con una arma de calibre 380 que portaba la Policía Federal, lo llevaron inmediatamente al hospital de Nochixtlán lugar en que le negaron la atención médica, pues solamente atendían policías. Consecuencia de esta negligencia médica Oscar murió desangrado.
Anselmo Cruz Aquino, originario de Santiago Amatlán, fallecido de bala.
Antonio Pérez García, estudiante de secundaria fallecido, de cuerdo con un mensaje que se recibió en la cuenta del medio Desde las Nubes.
Andrés Aguilar Sanabria tenía 23 años de edad y era profesor de educación Indígena en su comunidad. Una bala terminó con su vida.
Anselmo Cruz Aquino, tenía 33 años de edad, en sus ratos libres acudía a la región Mixteca y disfrutaba de pasear en moto. Trabajaba como comerciante en Santiago Amatlán.
Jesús Cadena Sánchez Meza, con 19 años de edad, era estudiante en Asunción Nochixtlán. Asesinado con una bala.
Iralvin Jiménez Santiago, tenía 29 años de edad. Regidor de salud de Santa María Apaxco.
Omar González Santiago, de 22 años de edad, empleado del Municipio de Tlaxiaco.
Oscar Ramírez Aguilar, 25 años, originario de Asunción Nochixtlán.
Silverio Chávez Sosa, campesino de San Pedro Ñumi, Tlaxiaco.
Dos más que se encontraban en calidad de heridos murieron al día siguiente en el hospital de Huajuapan:
César Hernández Santiago, tenía la edad de 19 años, César Hernández, fue herido de bala por la Policía Federal en Nochixtlán y traslado a Huajuapan posteriormente. Murió en el hospital de Huajuapan.
Después del ataque en Nochixtlán, en Hacienda Blanca, sobrevolaban helicópteros lanzando granadas de gas lacrimógeno durante más de dos horas. Un ambiente fulminante, en el que Azarel Galán Mendoza, joven mecánico de 18 años de edad, fue asesinado a manos de la Policía Federal cuando una bala atravesó su tórax, cerca del cruce de Viguera.
SSP-Oaxaca niega el uso de armas de fuego
La Policía Federal y Estatal utilizó armas de fuego, varios son los asesinados y las decenas de heridos. Pese a que circulan imágenes en donde los policías están utilizándolas y hay registro de varios heridos de bala y asesinados, la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca sigue asegurando que sus elementos «portaban solo su equipo antimontín -no iban armados-».
Por su parte la Sección 22 magisterial responsabilizó al gobierno de Gabino Cué de la integridad física y psicológica de los maestros y padres de familia asesinados y atacados esta mañana «a punta de armas, toletes y gases que usa este gobierno en contra del pueblo».