La represión silenciosa, el aislamiento prolongado y la incomunicación son factores de tortura practicados por la administración carcelaria con el fin de asesinar la resistencia, matar los ánimos y doblegar las voluntades.
Esta huelga de hambre colectiva es un precedente de denuncia, un yo acuso colectivo que refleja e intenta transmitir la absurda falacia que es la cárcel; la inexistencia de lo que llaman “reinserción social” para justificar y fomentar la explotación de los presos, un negocio tan oscuro y tan vil, llevado a cabo por sindicatos del crimen, cuya política es la consecución de una sumisión absoluta del prisionero hacia la clase gobernante del reclusorio.
Nos sumamos al desconocimiento de las “autoridades” penitenciarias porque no estamos dispuestos a seguir permitiendo que se nos asesine de manera silenciosa…
También denunciamos la colaboración y la complicidad de la CDHDF, ya que los visitadores han dicho que no se les permite visitar a los miembros de la Coordinación Informal de Presxs en Resistencia; aunado a ello, la administración nos ha amedrentado y amenazado con la intención de hacernos desistir de las denuncias penales y quejas que hemos interpuesto, enviando también grupos de choque que la administración promueve debido a las medidas de austeridad.
No estamos dispuestos a reconocer la autoridad de ningún criminal del Estado, ya estamos cansados de ser marginados con el pretexto de ser “delincuentes”, cuando el primero que usa la violencia es el sistema.
Ayer sábado 27 de junio al pronunciarnos colectivamente en huelga de hambre nos fue impedido el paso al área de gobierno, por lo cual confrontamos a los carceleros que respondieron de manera agresiva y violenta.
También recalcar que uno de nuestros compañeros en huelga: José Santiago Hernández fue encarcelado y sentenciado 8 meses antes de cumplir la mayoría de edad.
Luego de esto fuimos llevados al aislamiento en la zona 1 del área de ingreso, en donde pretenden mantenernos todo el día en aislamiento dentro de la celda, lo cual asimilamos como una medida más de represión ya que al negarnos el paso de la radio y nuestros instrumentos musicales, que no tienen más objeto que la recreación cultural, para así desgastarnos mentalmente.
No tenemos más que decir, no vamos a desistir hasta que el abuso y la prepotencia dejen de existir; hasta que las cárceles (negocio de la mafia del Estado) caigan y los muros queden hechos añicos…
¡Por la dignidad, la vida y la libertad!
¡Porque la solidaridad entre presxs no solo es palabra escrita!
Fernando Bárcenas Castillo
(A)
¡Qué caigan los muros de las prisiones; que cambie el miedo de bando!