“Ahora tenemos un gobierno autónomo, eligiendo a nuestras propias autoridades, vivimos la autonomía, la libertad, la democracia, la igualdad y la justicia; y nadie la podrá detener y preparamos a nuestros pueblos para resistir y ya nunca mas patria sin nosotros (…) Resistencia, rebeldía, razón y justicia son las mejores armas para luchar”
Comandanta Hortensia, Oventic-Caracol II, 1 de enero 2014
Concluyeron las clases de la segunda Generación de la Escuelita Zapatista, y posteriormente los compañeros y compañeras del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional junto con las Juntas de Buen Gobierno, invitaron a participar en la conmemoración de los 20 años del levantamiento zapatista del primero de enero de 1994. Pero la historia no comenzaba con la aparición pública del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), 10 años antes se fundaba el primer núcleo guerrillero de las Fuerzas de Liberación Nacional en el Estado de Chiapas.
Volteando a la historia
Hace 30 años, 4 compañeros se dispusieron a luchar en aquel olvidado estado de Chiapas, donde reinaba el esclavismo contra las comunidades indígenas, mismas que 10 años después enfrentaron al Estado mexicano, representado por la conservadora política priista. El entonces mandatario Carlos Salinas de Gortari buscaba consolidar en México el proyecto neoliberal heredado por el expresidente Miguel de la Madrid, a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, Estados Unidos, Canadá y México). México vivía una etapa de “progreso” inventado por quienes dirigían la política y el comercio, algunos sectores susurraban que México llegaría a ser un estado benefactor. Al entrar la reformar al artículo 27 constitucional se entregaron escrituras y garantizaron la compra y venta del territorio, echando atrás el decreto revolucionario de que las tierras tienen que ser comunales.
Pese a lo que se dijo en las radios y televisiones de alcance masivo, la realidad fue otra. La deuda con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial aumentó, el peso se devaluó y cientos de mexicanos apostaron al suicidio antes de ver perdidos sus bienes. Aquella transición económica se volvió agobiante para todas las familias mexicanas, principalmente las campesinas, pues al aceptar las reformas, fueron perdiendo sus tierras, el secreto era que los impuestos entrarían y con ellos más deudas, cientos de campesinos fueron perdiendo sus tierras, algunos otros las abandonaron volteando a ver el sueño americano, arriesgando su vida, pues la situación en la que se encontraba el país no se veía que tuviera una mejora.
En este ambiente intranquilo y de constantes cambios, aparece en las noticias y encabezando los titulares de los principales medios de comunicación masiva “un puñado” de indígenas realizando una declaración de guerra en contra de un sistema social injusto que busca apoderarse del mundo generando injusticias. La pregunta era: ¿Quiénes son ellos? la respuesta fue fácil, fueron miles de indígenas cansados de la marginación y esclavitud en la que se encontraban desde hace más de 500 años, los cuales se aglutinaban en el EZLN.
Renovando el discurso tradicional y a la vela de la estrategia militar, sale a la luz el Ejercito Zapatista, con un discurso donde, además de mantener demandas de los derechos de los indígenas a nivel nacional, llaman a conformar la autonomía en la tierra que recuperan de los caciques, rancheros o ejidatarios. La búsqueda para transformar la realidad en la que vivían y así mejorarla, genera discusiones en la organización con temas como la educación, salud, justicia, democracia, resistencia, la reivindicación de la mujer – Ley Revolucionaria de las mujeres-, tierra y libertad.
Una metamorfosis política y práctica es la que ha vivido durante estos años. Caravanas, encuentros , campañas, congresos han fortalecido sus 7 Principios Zapatistas- y demandas plasmadas en los Acuerdos de San Andrés Larráizar.
Ellos y ellas, los indígenas, son los que a través de una serie de comunicados y declaraciones critican férreamente el poder hegemónico, el capitalismo, el neoliberalismo, y la globalización; no sin antes exigir la libertad de los pueblos en todo el mundo, un mundo en donde quepan muchos mundos.
Actualmente su labor principal es el fortalecimiento de sus comunidades a través de una visión cooperativista, del respeto a la madre tierra, de la libertad política fuera de cualquier sistema electoral, institucional y gubernamental, pero sobre todo andando por el paso firme de la autonomía reflejada en los 5 caracoles -Oventic, Roberto Barrios, Garrucha, Morelia y la Realidad- a pesar de las constantes agresiones y el hostigamiento que han sufrido, por parte del Estado y los gobiernos, durante estos años de resistencia.
Otro punto principal es mantener el contacto organizativo con demás grupos, colectivos e individuos organizados alrededor del mundo, a través de propuestas concretas, una de éstas es la Sexta tanto nacional como internacional y ahora con una propuesta pedagógica llamada la Escuelita Zapatista donde miles de personas han cursado el primer grado para interactuar directamente con quienes conforman a la autonomía zapatista.
Conmemoración de los 20 años de levantamiento
Entre una espesa neblina y una lluvia constante nos dimos cita en el Caracol II –Oventic, este 1 de enero junto con cientos de personas para conmemorar con los compañeros zapatistas el 20 aniversario del levantamiento zapatista. Desde las ocho de la noche comenzó la concentración de los zapatistas y de los compañeros solidarios, en la explanada central para iniciar con la celebración y para unificar rebeldías. A las nueve en punto las dos banderas, la mexicana y la zapatista, se posicionaron en el centro de todos los ahí presentes, los himnos fueron cantados y sonados; los colores de los bordados de los grupos étnicos tzotziles, tzeltales, choles y tojolabales, engalanaron el festejo. Los pasamontañas además de cubrir el frio, siguen resaltando la dignidad y resistencia con la que desde su inicio comenzaron a luchar.
La Comandanta Hortensia, indígena tzotzil conocida y respetada entre la comunidad y el Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI) por su trayectoria de lucha, dio lectura al documento de los 20 años del aniversario del EZLN. Posteriormente los comandantes Javier y Rafael transmitieron el mensaje en tzotzil y en tzeltal para quienes guardan y defienden con respeto su lengua y su cultura ancestral. Se hizo un llamado a seguir organizándonos fuera de la geografía de los de arriba y se mencionaron los grandes logros de la creación del gobierno autónomo.
Escucha el mensaje del Comité Clandestino Revolucionario Indígena a cargo de la Comandanta Hortensia.
{mp3}music/liberacion/20_anos_levantamiento_zapatista/comunicado_hortensia_espanol{/mp3}
Los “vivas” no faltaron en el festejo y la alegría en los rostros fue iluminada por cohetones que lanzaban mientras se gritaban consignas de lucha, al unísono se escuchaba ¡Viva el EZLN!
La fiesta fue amenizada por los grupos tradicionales de las comunidades en rebeldía y el baile era una muestra del orgullo y la satisfacción que ha dejado la organización en cada persona. La música ter
mino a las cinco de la madrugada, por supuesto sin una gota de alcohol, pues desde que se aprobó la ley revolucionaria de la mujer se ha puesto en práctica no ingerir bebidas alcohólicas. La celebración continuó compartiendo experiencias y conociéndose unos a otros. Todos y todas al amanecer ansiaban comenzar con las actividades de la tercera generación de la Escuelita Zapatista.