El P'uj Tomó la Ciudad y el Congreso

Martha Capetillo/El Varejón escribe:

Mayas de distintos pueblos de Yucatán que participan en el p’uj contra la ley indígena local llegaron a la ciudad de Mérida y tomaron las calles para dirigirse al Congreso del Estado, donde hicieron sonar los caracoles y la fuerza de su palabra: “No usen nuestro nombre para hacer una ley contraria a nuestros intereses y demandas” dijeron, prácticamente regañaron a los diputados.

El p’uj, la batida, reivindicó la organización maya y, como ocurre en algunas ocasiones, el venado cazado, trajo “gracia”.

En el parque de San Juan, sitio donde Vicente María Velásquez sentenció desde principios de 1800 que los mayas “pueden y deben dar la ley en esta tierra”, comenzamos a reunirnos alrededor de las cinco de la tarde, una hora antes de lo previsto.

Las ganas, la emoción y la decisión de cambiar la historia de olvidos y discriminación adelantaron el reloj y cada persona o grupo que llegaba encontraba la forma de participar: portando mantas y carteles, amarrando, repartiendo volantes, dando a conocer a quienes llegaban o abordaban combis los motivos de este movimiento.

A las seis de la tarde en punto se leyó el manifiesto maya “No en nuestro nombre” y se recordó la arenga que pronunció Jacinto Can Ek.

Cerca de doscientas personas, mayas en su mayoría a los que se sumaron personas y organizaciones que se han adherido al manifiesto, formaron una columna e iniciaron el recorrido hacia el Congreso del Estado acompañados del sonido de caracoles. Entre ellos se encontraban personas de Chaksinkín, de Tahdziú, de Maní, de Chablekal, de Ticul, de Tzucacab, de Buctzotz, Becanchén, Tecoh y Yobaín, entre otros pueblos.

“No en nuestro nombre”, “Ya volvimos”, “Respeto a los acuerdos de San Andrés” y “Si todo es occidente ¿por dónde saldrá el sol?” expresaban decenas de mantas, encabezadas por la manta que simboliza el p’uj —portada por dos habitantes de Cisteil que se sumaron a este recorrido desde el miércoles pasado— y por la bandera de México.

Sin gritos, pero expresando las razones del movimiento y haciendo sonar cada tanto el caracol, con un ambiente emotivo y fraterno entre quienes conviven desde hace media semana, las y los participantes caminaron por la calle sesenta y rodearon la plaza grande antes de llegar al recinto legislativo.

A las puertas del Congreso del Estado José Anastasio Euán, Pedro Uc Be y Baltazar Xool May tomaron la palabra para expresar en maya y en español que rechazan una ley indígena en Yucatán mientras no se reconozcan en la Constitución Federal los Acuerdos de San Andrés y la iniciativa de la Cocopa y criticaron las consultas realizadas por el Congreso del Estado y por el Indemaya. La maestra Betty Durán Segura condujo el evento y fue anunciando cada intervención.

Los compañeros y compañeras mayas proyectaron un video en maya y en español para dar a conocer el manifiesto “No en nuestro nombre”. También presentaron a los compañeros de Cisteil que se sumaron al p’uj y han acompañado el recorrido de estos tres días. Recordaron que comenzaron en esa mítica ciudad, continuaron en Maní y pasaron por Tecoh antes de llegar a Mérida.

Don Pedro Uc mencionó el profundo significado histórico de Cisteil, recordó a Jacinto Can Ek y denunció que actualmente este pueblo muestra el desprecio de las autoridades por los derechos del pueblo maya, pues es un pueblo sin existencia legal en los papeles de los diputados y que reclama luz, educación, salud y reconocimiento de su existencia.

Al concluir el video, mientras José Anastasio Euán reflexionaba sobre el contenido del video, un grupo de diputados y diputadas salió del recinto legislativo. Subió el tono de don José al advertir la presencia de los legisladores.

Raúl Lugo habló por quienes se adhirieron al manifiesto maya y exigió que “tampoco en nuestro nombre” se haga una ley que ya ha sido rechazada por los mayas de Yucatán.

Un diputado tomó el micrófono sin esperar la autorización de los organizadores y dijo, en trabajoso maya, según comentaban algunos compañeros, y en español, que escucharían la palabra que ahí se decía, que estaban abiertos al diálogo, que se habían realizado cinco foros de consulta a la población maya e insistió en que harían una ley a favor de los mayas. El diputado recalcó que los diputados que ahí se encontraban eran de la fracción del PAN. La ausencia de aplausos manifestó la opinión de los asistentes.

Pedro Uc Be esperó que concluyera la intervención del diputado y tomó el micrófono para decir que este movimiento es ajeno a cualquier partido político, afirmación festejada y subrayada con los aplausos de los asistentes. Pedro reiteró el rechazo a una ley estatal y explicó que la ley maya deberá hacerse hasta que la constitución federal reconozca los acuerdos de San Andrés, lo que motivó nuevamente fuertes aplausos del público.

Por último, Pedro denunció frente a los diputados que las consultas no fueron en realidad consultas “y prueba de esto es que aquí estamos y ninguno de los presentes fuimos consultados”, expresó.

Entre las y los asistentes se escucharon expresiones que desaprobaban la intervención del diputado al considerar que usurpó un micrófono y un foro que no le correspondía; otras expresiones que festejaban el regaño que les dieron los organizadores al responderles y otras más que señalaban que era un triunfo que los diputados hubiesen tenido que salir. No faltó quien dijera que con el p’uj “cayeron los diputados”.

José Anastasio Euán Romero anunció que son más de dos mil personas las que han firmado el manifiesto “No en nuestro nombre” e hizo entrega de un paquete con las firmas a los diputados que ahí se encontraban. También anunció que seguramente serán más firmas, pues continuarán recibiéndose las adhesiones y advirtió a los diputados que estarán pendientes de que cumplan la palabra que expresaron.

Un grupo de jóvenes de Tipical y Ticul presentó una emotiva obra de teatro sobre la vida del pueblo maya.

La marcha y el evento estuvo acompañada permanentemente de medios alternativos como Indymedia, El Varejón, el Aajen Kaj, representantes de una revista de Quintana Roo y un compañero maya que difundirá en foros internacionales esta información. Todas y todos ellos, con cámaras de foto y videograbadoras, hicieron más visible la ausencia de medios comerciales durante el recorrido por la ciudad de T’ho.

Los organizadores y organizadoras del evento informaron que continuará funcionando la página www.tampocoennuestronombre.info para dar a conocer las crónicas del evento con todo y fotos, así como la información que se genere posteriormente y que continuarán recabándose firmas.
El p’uj, la batida, reivindicó la organización maya y, como ocurre en algunas ocasiones, este venado trajo “gracia”.

Alguien, antes de dejar la ciudad, hizo referencia al favor de los vientos a quienes don Antonio pidió permiso y bendición, pues aun con lluvias y tormentas anunciadas para estos días, el agua se contuvo para dar paso al p’uj.

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