SAN PEDRO YOSOTATU EXIGE RESPETO A SUS DERECHOS AGRARIOS
A LA PRENSA NACIONAL E INTERNACIONAL
A LA OPINION PUBLICA
La comunidad de San Pedro Yosotatu, perteneciente al Municipio de la Heroica ciudad de Tlaxiaco y Distrito Judicial de su mismo nombre, (antes Santiago Nuyoo).
Se dirige a ustedes a fin de darles a conocer las agresiones que hemos sufrido por parte de las autoridades y pobladores de las comunidades de San Sebastián Nopalera y su anexo Zimatlán de Lázaro Cárdenas, pertenecientes al Municipio de Santa Lucía Monteverde, Distrito Judicial de Putla de Guerrero; así como de los dirigentes de la Unión Campesina Democrática (UCD), afiliada al Partido de la Revolución Democrática, quienes han propiciado un conflicto por límites con nuestro ejido, así como la invasión armada del mismo, por virtud de la cual se nos ha pretendido privar de nuestros derechos y hasta de la vida, siendo el último de los sucesos el ocurrido en los días 9, 10, 11 y 12 de noviembre del año 2000; Así como de las violaciones de nuestros derechos por parte de las autoridades federales y estatales al no hacer nada para resolver el conflicto ni brindar seguridad para la vida y patrimonio de quienes forman parte del ejido.
Hechos:
La Comunidad de San Pedro Yosotato es una comunidad mixteca. Limita al norte con un cerro montañoso del municipio de Santa Maria Yucuhiti del Distrito de Tlaxiaco; al sur con San Sebastián Nopalera, municipio de Santa Lucia Monteverde, Distrito de Putla de Guerrero; al este con la cabecera municipal de Santiago Nuyoo, Tlaxiaco, y al oeste con el pueblo de San Antonio Jicaltepec, Distrito de Putla Villa Guerrero; y San José Zaragoza, Agencia de Policía perteneciente al Municipio de Santa Maria Yucuhiti, Tlaxiaco.
Nuestra comunidad es propietaria de tierras ejidales y comunales. El ejido consta de 499 hectáreas, 493 le fueron dotadas por Resolución Presidencial de fecha 16 de abril de 1931, resolución que fue ejecutada mediante acta de posesión y deslinde de fecha 24 de diciembre del mismo año, siendo las primeras tierras que se titularon en la mixteca alta después de la Revolución Mexicana; las 6 restantes se le dotaron por una ampliación efectuada por Resolución Presidencial de fecha 7 de abril de 1948. Nuestras tierras comunales constan de 1357 hectáreas de tierras que nos fueron tituladas por resolución presidencial del 28 de abril de 1953.
A partir del día 24 de diciembre de 1931, las colindancias de nuestro ejido quedaron debidamente definidas y amojonadas entre los pueblos colindantes. Estas tierras son nuestras porque poseemos la documentación que acredita nuestra propiedad pero, más importante aun, porque las hemos poseído desde tiempos inmemoriales, desde antes que se formara el actual Estado Mexicano, y la hemos pagado con la sangre de nuestros antepasados. La tierra no nos la regaló el gobierno, ni se la quitamos a nadie. La del ejido proviene de lo que fue de la hacienda de Jicaltepec, que perteneció a la señora Luz Gil de Ugalde.
No obstante la comunidad de San Sebastián Nopalera siempre ha querido apoderarse de ellas. Los ataques en contra de la comunidad se iniciaron con el siglo y continuaron de manera esporádica después de la titulación de las tierras. Fue a partir de 1976, cuando invadieron las tierras de nuestros ejidatarios, construyendo viviendas, un tanque para aguas un panteón en una superficie de 18 hectáreas denominado Polígono I. La superficie mencionada es tierra para cultivo, pero los invasores la convirtieron en zona urbana.
En el año de 1993 llegó el PROCEDE y el problema se agravó porque a San Sebastián Nopalera no le convenía que se fijaran correctamente los límites entre ambos ejidos. Ante esta situación, el 30 de octubre de 1995, San Pedro Yosotato inicio ante el Tribunal Unitario Agrario del Vigésimo Primer Distrito, con residencia en Huajuapan de León, el reconocimiento y la ubicación exacta de la línea de colindancias. Por sentencia del día 11 de abril de 1997, el Tribunal Unitario Agrario condenó al ejido San Sebastián Nopalera y a su anexo Zimatlán de Lázaro Cárdenas, la linea limítrofe que marcan nuestra resolución presidencial y el plano de ejecución.
En lugar de acatar dicha resolución, los habitantes de San Sebastián Nopalera y su anexo Zimatlán de Lázaro Cárdenas volvieron a despojar a nuestros ejidatarios de sus propiedades, en abierto desacato al mandato emitido por la autoridad agraria competente. El 18 de febrero de 1998, de manera furtiva y violenta, se posesionaron de aproximadamente 50 hectáreas más de nuestras tierras ejidales.
Estos actos los realizaron sin derecho alguno, asesorados e incitados por el falso líder Salomón Jara Cruz, dirigente de la Unión Campesina Democrática, y actual diputados por el Partido de la Revolución Democrática, quien acordó y preparó dolosamente y de manera anticipada el despojo de nuestro ejido con pleno conocimiento del alcance y resultado de sus actos contrarios a la ley. Además de esto, les han conseguido armas y municiones, así como protección política y jurídica para cometer fechorías. Con estas acciones queda de manifiesto la clara su intención del Sr. Salomón Jara Cruz de enfrentar a nuestros pueblos a costa de perdidas humanas, en franco reto al gobierno estatal y federal.
Los daños causados a los ejidatarios de San pedro Yosotato son los siguientes:
De acuerdo con el dictamen de los daños ocasionados en la primera incursión violenta fue de $ 57,470.00
En la segunda incursión quemaron aproximadamente 20 viviendas, que a razón de $4,000.00 por casa los daños fueron aproximadamente $ 80,000.00.
En marzo y abril de 1999 provocaron un incendio quemándonos 99 hectáreas de terrenos forestales afectando bosques de encinos pastizales, áreas agrícolas (maíz, fríjol, calabaza, tomate, jitomate, ejotes, calabaza ), 4 hectáreas de café perdida total.
Los últimos daños cometidos en los días 9,10,11 y 12 de noviembre del 2000 el peritaje valuado por la Procuraduría General de Justicia del Estado es la cantidad $22,772,000.00
Los días 9, 10, 11 y 12 de noviembre del 2000, San Sebastián Nopalera y su anexo Zimatlán volvieron a invadir violentamente el ejido equipados con armas de alto poder, despojándonos de todo nuestro patrimonio. En esta ocasión destruyeron nuestras casas y edificios públicos entre ellos la escuela CONAFE y la casa ejidal. También quemaron las huertas de frutales y la siembra que teníamos en nuestras parcelas. Varias personas del ejido resultaron heridas de gravedad. Ante esta situación los ejidatarios tuvieron que huir y refugiarse con familiares en las tierras comunales, en donde actualmente permanecen, no obstante que han pasado mas de dos años de esa acción violenta e ilegal.
Recientemente, durante la tarde de los días 29 y 30 del mes de agosto pasado los ejidatarios de San Sebastián Nopalera realizaron disparos de armas de fuego en las cercanías de las tierras comunales, por lo que tememos nuevos ataques no sólo contra los ejidatarios despojados de sus tierras, sino también contra los comuneros que les han brindado refugio.
Todos estos hechos han sido del conocimiento del Gobernador Constitucional del Estado y del Secretario General de Gobierno, así como de los ataques con disparos de armas de fuego que continuamente realizan, sin que el gobierno haga algo por detener esas ilegales acciones. El Tribunal Unitario Agrario con sede en Huajuapan de León también ha contribuido a que el conflicto y el peligro en el ejido aumente ya que ha emitido una sentencia reconociendo nuestro derecho sobre las tierras disputadas pero se niega a ejecutarse su propia resolución aduciendo que no hay condiciones de seguridad para ellos. Nosotros preguntamos ¿ no puede pedir la fuerza publica para hacerlo? ¿entonces para que sirven las leyes y los tribunales si sus mandatos no se acatan?.
La comunidad de San Pedro Yosotato, ha mantenido abierto el diálogo como forma de resolver el conflicto; sin embargo, las autoridades de las comunidades de San Sebastián Nopalera y Zimatlán de Lázaro Cárdenas se han mostrado renuentes; optando por la violencia, amenazando de muerte a quienes no cumplan con las directrices marcadas por sus asesores políticos, por lo que deslindamos a nuestra comunidad de toda responsabilidad sobre los conflictos internos y diferencias que se susciten entre las autoridades, pobladores y dirigentes de las comunidades mencionadas.
Al hacer esta denuncia reiteramos nuestra voluntad se resuelva por la vía pacifica, pero también que remos respuestas claras del Gobierno; no queremos aumentar las estadísticas de los hombres y mujeres muertos en defensa de sus tierras. Pero tampoco queremos ver pisoteados nuestros derechos.
A FIN DE EVITAR QUE DICHO CONFLICTO ALCANCE DIMENSIONES MAYORES QUE REPERCUTAN DE MANERA GRAVE CON LA PERDIDA DE VIDAS HUMANAS Y PONGA EN RIESGO LA PAZ Y SEGURIDAD DE LA ZONA, SIMILAR A LAS OCURRIDAS EN OTRAS REGIONES Y ESTADOS,
EXIGIMOS:
QUE LAS AUTORIDADES COMPETENTES APLIQUEN LA LEY A LOS AUTORES INTELECTUALES Y MATERIALES DE LA INVASIÓN DE NUESTRO EJIDO Y SEA DESALOJADO POR LOS INVASORES PARA QUE PODAMOS SEMBRAR Y VIVIR PACIFICAMENTE CON NUESTRAS FAMILIAS. ESPECIFICAMENTE QUE SE EJECUTE LA RESOLUCION DEL TRIBUNAL AGRARIO QUE RECONOCE NUESTROS DERECHOS SOBRE LAS TIERRAS INVADIDAS.
QUE EL GOBIERNO ESTATAL GARANTICE LA SEGURIDAD DE NUESTROS EJIDATARIOS TANTO EN SUS PERSONAS, FAMILIARES, BIENES Y DERECHOS.
QUE SE CASTIGUE A LOS INVASORES DE NUESTRAS TIERRAS Y SE NOS INDEMNICE POR LOS DAÑOS CAUSADOS, TANTO POR LA DESTRUCCION COMO POR LO QUE NO HEMOS PODIDO OBTENER DE NUESTRAS TIERRAS.
QUE LA UNION CAMPESINA DEMOCRATICA SE ABSTENGA DE PROPICIAR ENFRENTAMIENTOS ENTRE COMUNIDADES Y QUE DEJEN A ESTAR SOLUCIONAR PACIFICAMENTES SUS DIFERENCIAS.
QUE SE INVESTIGE Y CASTIGUE AL DIPUTADO LOCAL DEL PRD A SALOMÓN JARA CRUZ COMO AUTOR INTELECTUAL DE DIFERENTES DELITOS, ENTRE ELLOS DESPOJO, TENTATIVAS DE HOMICIDIO, ROBO CON VIOLENCIA, ABIGEATO, ATAQUES A LAS VIAS DE COMUNICACIÓN Y TRAFICO DE ARMAS EN SAN SEBASTIÁN NOPALERA Y ZIMATLÁN DE LAZARO CARDENAS.
Comunidad de San Pedro Yosotatu, 5 de septiembre del 2002.