En el hervor de las redes sociales algunas personas agradecen al Instituto Nacional Electoral (INE) por la decisión de cancelar la candidatura a Félix Salgado Macedonio, pero lo importante es analizar por qué se le quita, esto nos habla de la realidad mexicana: no importa si el político es misógino, violador y además acosa desde el ejercicio de poder; lo que trasciende es el gasto de campaña u otros asuntos “siempre más relevantes y definitivos” que los de la violencia contra las mujeres. El grave problema del machismo que impera en México queda relegado.
La mirada violeta es imprescindible para analizar el caso Salgado, aunque desde Palacio Nacional se pretenda juzgar de manera aislada. ¿Es que acaso no resulta grave lo que sucedió al inicio de la campaña? Se develaron denuncias de mujeres víctimas de abuso. El detonante fue el caso de Brasilia, quien lo denunció ante las leyes mexicanas, por una violación en 1998. Después se dieron a conocer dos casos más, uno de 2017.
Algunas agradecen al INE por la decisión de suspender la candidatura debido a irregularidades monetarias con los gastos de campaña. Pero no perdamos de vista que no es por un asunto de género, sino por una disputa de poderes entre los diferentes partidos políticos: es el sucio juego de las elecciones en México y no es un secreto.
Algunas colectivas feministas ya fijaron su postura y celebran que un agresor no llegue al poder, pero también señalan que resulta indignante que no se reconozca la violencia que ejerce el candidato y peor aún, que los casos sigan en la impunidad.
¿El feminismo dijo #GraciasINE? Por supuesto que no. A pesar de que muchas personas le atribuyen el “logro” al instituto, es evidente que se da en un contexto electoral y no de una procuración de justicia y mucho menos abona en el camino de los derechos de las mujeres.
Desde la vida política, se tendrá que analizar, de manera más rigurosa qué tipo de personas gobiernan este país. De acuerdo con datos históricos emitidos por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, el estado de Guerrero es una entidad que en otros años electorales como 2018, ocupó “el primer lugar de la tasa más alta de muertes violentas de mujeres”. La base para este análisis son los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de la Secretaría de Gobernación.
EL LOGRO ES DE ELLAS
Lo que si se alcanza desde el feminismo es evidenciar a las personas que buscan aumentar su poder, porque esa condición les permite un goce de una impunidad cada vez mayor. Los testimonios que se recabaron comparten una misma característica: Macedonio está colocado en puestos de dominio cuando comete los abusos y se dan en un contexto económico o laboral.
El movimiento mostró por qué es retrógrada otorgarles puestos a los servidores públicos abusadores. Darles palmaditas desde la presidencia solo fomenta el «falocentrismo» y una alianza patriarcal que es una condición de facto y está enraizada en la cultura mexicana, desde las grandes estructuras gubernamentales hasta los núcleos familiares.
Muchos cuestionaron por qué hasta ahora las denuncias. Se olvidan de que hasta ahora la denuncia sigue siendo motivo de estigmatización, en donde se culpa a las mujeres por ser provocadoras, mentirosas o querer obtener algún beneficio.