6 de octubre de 2006, 16 hrs.
Hoy viernes alrededor de las 11 de la mañana fueron agredidos, por policías y funcionarios locales, los compañeros mayas de la comisaría de Oxcúm, que libran la lucha en contra del despojo de sus tierras, y cuatro de ellos fueron detenidos: Idelfonso Dzul García (líder del movimiento), Abelardo Cobá Chuyil, Gonzalo García Mena y Wilbert López Castro (un muchacho que solamente pasaba con su ganado por el lugar y, como venía del monte, cargaba con su escopeta).
Hubo enfrentamiento directo con más de 100 antimotines, en el que resultaron golpeados hombres, mujeres y ancianos.
Después de que el abogado defensor de los ejidatarios de Hunucma, Caucel y Oxcúm los traicionara (se dice que el gobierno lo “compró” por dos millones de pesos) y los amenazara con la cárcel (muchos ya tenían expedientes judiciales abiertos) si no se desistían de sus derechos agrarios, muchos compañeros -incluso algunos que cayeron ante las amenazas y firmaron la “venta” de su ejido- han continuado la lucha y están tratando de reorganizarse. El miércoles pasado se llevo a cabo una asamblea en el pueblo de Hunucmá donde se denunció públicamente la traición del abogado y de algunos de los líderes que se vendieron.
Las amenazas, a través de rumores en el pueblo de Oxcúm, de la entrada de la fuerza policíaca llevan más de dos meses, en los cuales los compañeros han montado guardias permanentes junto con sus familias. Ha habido algunos enfrentamientos con policías judiciales, funcionarios de la COUSEY (Comisión Ordenadora del Uso del Suelo en Yucatán) y de la JAPAY (Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán), cuando éstos han tratado de entrar, inútilmente, al ejido.
Hoy por la mañana (alrededor de las 11) recibimos una llamada de los compañeros de Oxcúm y nos fuimos al pueblo para constatar la entrada de la policía, llegando ahí estaban llevándose a los compañeros detenidos. Nos fuimos con los familiares a la Secretaría de Seguridad Pública, donde los tienen presos, y donde permanecemos esperando a ver cómo se va a seguir el proceso “legal”.
Relato de los hechos
Los compañeros ejidatarios en lucha, junto con sus mujeres y familias, llegaron a montar la guardia del ejido a las 6 de la mañana como todos los días. Alrededor de las 8:30 los “trabajadores” del comisario ejidal Anselmo Canal (quien ha empujado la “venta” ilegal del ejido) entraron a una parte del ejido para “chapear” (desmontar). Los compañeros los dejaron pasar ya que se iban a una parte que es de los ejidatarios que están con el gobierno del Estado. A esa hora comenzaron los rumores en el pueblo de que iban a llegar camiones de carga con material como mallas y postes, para empezar los trabajos del Metrópolisur (que pretende hacer la COUSEY y el Gobierno del Estado). Efectivamente, a las 9 de la mañana llegaron camiones de carga junto con camionetas de la COUSEY, intentaron entrar pero se salieron sin llegar hasta donde está montado el campamento de los compañeros. El compañero Diego Poot quien estaba haciendo guardia en la entrada del pueblo se acercó a un funcionario de la COUSEY y le preguntó que si iban a hacer lo mismo que hicieron en Caucel y éste le contestó que sí porque las tierras ya estaban vendidas y tenía “derecho” de entrar a trabajarlas, y que si se oponían también tenían el “derecho” de entrar como fuera. A las 10 de la mañana llegaron funcionarios de la CODHEY (Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán) y se quedaron a la entrada del camino que conduce al ejido, cuando los compañeros les pidieron que entraran hasta el campamento, los funcionarios dijeron que “no podían”. A esa misma hora empezaron a llegar las camionetas antimotines de la policía estatal repletas de policías pero se quedaron a la entrada, junto con los funcionarios de la COUSEY, JAPAY y la CODHEY. Estuvieron estacionados ahí durante una hora esperando a que salieran del monte los trabajadores del comisario ejidal Anselmo Canal que habían entrado a desmontar. Apenas “salieron” éstos, los funcionarios de la JAPAY y de la COUSEY se adentraron en el monte hasta “topar” con el campamento de los compañeros que estaban con sus familias. Los compañeros les dijeron a los funcionarios que no podían pasar porque “ellos son los dueños de la tierra y no podía entrar a “trabajar” en ellas nadie del gobierno del Estado”. En ese momento se aproximaron los policías y el comandante les dio la orden para romper el “cerco”. Empezó el forcejeo, durante veinte minutos se enfrentaron los compañeros con los policías antimotines, quienes con sus toletes y escudos golpearon a mujeres (entre ellos una compañera embaraza a la que le metieron dos golpes en la panza con un tolete) y ancianos (al padre de Idelfonso Dzul lo golpearon brutalmente). Hubo un disparo al aire y finalmente lograron detener a los cuatro compañeros que ahora están injustamente presos, y replegar a los demás.
Los compañeros mayas de Oxcúm, Hunucma y Caucel que continúan la lucha por sus tierras han enfrentado todo: la calumnia y la difamación (por parte del gobierno) a su lucha en el interior de sus comunidades, la rivalidad cotidiana con quienes ya vendieron su parte del ejido, las amenazas de cárcel y de muerte que les han hecho todos los funcionarios, el desgaste y pérdida de (los pocos) ingresos que tenían al dedicar gran parte de su tiempo a proteger el ejido, y la burla, el engaño y la traición de quienes, cínicamente, dijeron apoyarlos. Y aún así, siguen prácticamente solos.
El despojo a los pueblos indígenas no tiene límite, ni vergüenza.
Compañeros y compañeras de la Otra en Yucatán: no los dejemos solos.
Apenas tengamos más información les avisamos.
Saludos
Movimiento de Cultura Popular, A.C.
Más información sobre Oxcúm
Información sobre la detención ilegal de campesinos mayas de Oxcúm, Yucatán
8 de octubre de 2006
El viernes 6 de octubre fueron golpeados y detenidos los compañeros indígenas: Idelfonso Dzul, Gonzalo García, Abelardo Cobá y Wilbert López. Unas horas después se interpuso un amparo por los presos en contra de las agresiones del gobernador, del secretario de gobierno, del procurador general y del comandante que llevo a cabo el “operativo” policiaco.
Estuvieron detenidos ocho horas en la Secretaría de Protección y Vialidad y después trasladados a la Procuraduría General de Justicia del Estado donde permanecieron todo el día del sábado 7 hasta el medio día de hoy domingo, en que fueron consignados al penal.
Durante todo el día de ayer se hizo un plantón (con familiares y compañeros) frente al palacio de gobierno para exigirle al gobernador Patricio Patrón que liberara inmediata e incondicionalmente a los presos. Por la noche trasladaron a tres de los presos a la PGR donde se les tomaron declaraciones sobre los rifles (de cacería) que se les decomisaron a la hora de la detención (que fue en pleno monte) pues “son armas de uso exclusivo del ejército mexicano” y “eso es delito federal”. Se les hizo la prueba para ver si habían disparado sus rifles, ya que el comisario ejidal de Oxcúm (que ha empujado la venta del ejido y consintió la entrada de los policías estatales y judiciales) interpuso una “denuncia” en contra de los presos donde “declara” que “éstos lo apuntaron con sus escopetas y uno de ellos le disparó pero que, afortunadamente, no le dio”, cosa que es una total calumnia. Como la mayor parte de “información” que circula en la prensa local (las “versiones” fabrica
das son indignantes) y nacional (lo que publica hoy La Jornada a través de su corresponsal en Yucatán, Luis Bonfil, quien en reiteradas ocasiones ha atacado a las luchas sociales locales, incluida la Otra Campaña, demostrando su contubernio con el gobierno estatal). No cabe duda que por los “medios de comunicación” habla el poder.
Todavía no se enseña el expediente judicial ni se informa de qué se les acusa. Cuatro mujeres que fueron golpeadas pusieron denuncias en contra del comisario ejidal Anselmo Canul y de la policía estatal.
Apenas consignaron a los detenidos al penal se hizo un mitin frente al palacio de gobierno donde, las compañeros y compañeros de Oxcúm a través de sus testimonios y del grito: “Patricio entiende, la tierra no se vende”, expresaron su indignación y exigieron que liberen a los presos, y que salga de Oxcúm la policía estatal y judicial, el personal de la COUSEY y la JAPAY, y la maquinaria de construcción que, desde el viernes, se encuentra invadiendo el ejido.
La situación en Oxcúm
Los compañeros que están en esta lucha, llevan año y medio montando guardias en el ejido para vigilar que no entren los funcionarios de la COUSEY, quienes lo han intentado en numerosas ocasiones amenazando a la gente y provocando fuertes enfrentamientos verbales. A Idelfonso Dzul y a Gonzalo García llevan algún tiempo “cazándolos” porque saben que a pesar de la represión que hubo en Caucel (donde se mandó un mensaje claro: desistan o les damos con todo), del desistimiento de muchos que estaban en la lucha (provocado por los chantajes y las amenazas), y de las más de cinco “denuncias” que se le fabricaron a Idelfonso Dzul durante los últimos meses, estos compañeros se han mantenido en la lucha por impedir la invasión del ejido, junto con otros cuarenta ejidatarios más y sus familias.
El “operativo” represivo del viernes desmanteló el campamento que mantenían los compañeros a la entrada del ejido y, apenas una hora después de que los “desalojaron”, el gobierno empezó a meter los camiones de carga (con material de construcción) y la maquinaria pesada -fuertemente custodiada por funcionarios y policías estatales quienes hasta este momento mantienen “ocupado” el lugar donde estaba el campamento.