Mérida, Yucatán, 31 de agosto de 2016. En rueda de prensa en las afueras del Tribunal Unitario Agrario (TUA) ubicado en la capital yucateca, la Unión de Pobladores y Pobladoras en defensa de la tenencia de la tierra, el territorio y los recursos naturales conformada aproximadamente por 300 pobladores y avecindados de Chablekal, la mayoría hijos, nietos y bisnietos de ejidatarios, pero sobre todo, descendientes de los dueños originarios de las tierras, denunció cómo las distintas instancias agrarias, entre ellas la Procuraduría Agraria (PA) y el TUA en complicidad con el Comisariado Ejidal, han despreciado desde hace dos años la dignidad del Pueblo de Chablekal, quienes quieren defender el territorio frente a empresarios asociados a la especulación de tierras con fines de inmobiliaria.
Este movimiento de lucha por la defensa de la tierra inició hace dos años tras varias negativas de la asamblea general de ejidatarios y del comisariado ejidal hacia distintos pobladores de Chablekal para formar parte del ejido, mientras que sí han incorporado a empresarios meridanos dentro del padrón ejidal, como es el caso del empresario Carlos Enrique Abraham Mafud, Manuel Adonay Vargas Cuevas y Helio Alejandro Monforte Jaimes, entre muchos otros.
En distintas actas de asamblea del ejido de Chablekal, solicitadas al Registro Agrario Nacional por la Unión de Pobladores y Pobladoras, correspondientes a los meses de febrero y octubre de 2007 así como a febrero de 2008, se menciona que los empresarios meridanos fueron reconocidos como avecindados, posesionarios y ejidatarios, cuando ni siquiera viven en la comunidad ni trabajan la tierra, mientras que a los mismos pobladores y avecindados de Chablekal se les ha negado este derecho. En las actas también se estipula que dichos empresarios le pagaron al ejido la cantidad de siete millones 452mil, 658 pesos como contraprestación por sus aportes para ser reconocidos con la calidad agraria de ejidatarios.
La PA y el comisariado ejidal han desconocido infundadamente el derecho de los pobladores a reconocerse como mayas afirmando que en Chablekal “NO existen mayas”, “los mayas fueron en tiempos pasados” “En estos tiempos los mayas ya se extinguieron”. Afirmaciones que puede leerse en el Informe justificado ante el juez segundo de distrito realizado por el entonces comisario ejidal, Leoncio Coot Kantun.
Dentro de las irregularidades que fueron denunciadas por la Unión de Pobladores y Pobladoras también se encuentra el reconocimiento como avecindado de Manuel Adonay Vargas Cuevas con el voto de tan solo once ejidatarios en marzo de 2007. Asimismo en abril de 2011 se otorgó el derecho de posesión a Helio Alejandro Monforte Jaimes y en el acta correspondiente se específica que dicha persona ha estado trabajando desde hace varios años las parcelas 1 y 2. Sin embargo, estas corresponden a la “unidad agrícola de la mujer” y a la “parcela escolar” respectivamente.
Desde hace dos años esta organiazción tomó posesión del polígono denominado Misné Balam, con el fin de proteger una de las pocas tierras que quedan del poblado y en la que la Unión de Pobladores y Pobladoras de Chablekal pueda seguir realizando parte de las prácticas mayas como ir a leñar para la elaboración de comida, recolectar las plantas medicinales que se utilizan cuando alguien de la familia enferma, mantener uno de los pocos pulmones del pueblo, así como espacios comunales en los que puedan fomentar la milpa maya y otros cultivos.
Tanto la Procuraduría Agraria como el Comisariado Ejidal han violado sistemáticamente los derechos de la Unión de Pobladores de decidir sobre su propio territorio. El TUA recientemente negó por segunda ocasión las medidas cautelares solicitadas por la Unión, las cuales consisten en realizar una orden que impida cualquier proceso de compra-venta o enajenación de tierras mientras no se resuelva la demanda. De no prescribirse dicha orden se corre el riesgo de que al terminar el proceso legal ya no haya tierras que defender. La lucha de la Unión de Pobladores y Pobladoras ha recibido diversos atropellos, por ejemplo la primera negativa se fundamentaba en que la Unión de Pobladores y Pobladoras no acreditaba la “calidad agraria”, la cual justamente pedían que se les reconozca. Por tanto tuvieron que ampararse ante un juez federal, quien ordenó prescribir una nueva resolución en la que se reconozca dicha calidad agraria. Por su parte, la Procuraduría Agraria ha violado los derechos de la Unión de Pobladores al negarles el reconocimiento como Pueblo maya para decidir sobre el uso del territorio, el cual se encuentra respaldado por el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, entre otras leyes internacionales que México ha firmado.
Estas instancias gubernamentales no han dado más que señas de corrupción y complicidad con los empresarios para respaldar los procesos de compra-venta que únicamente benefician a los empresarios meridanos para la creación de clubs y residencias para la clase elite meridana. La Unión de Pobladores y pobladoras sigue defendiendo la posesión sobre Misné Balam para evitar que ésta sea vendida y convertida en un club para los ricos como ocurrió años atrás con el Country club o con La Ceiba. El 28 de agosto se cumplieron dos años de resistencia y la Unión de Pobladores y Pobladoras recordó su lucha el pasado domingo con una reunión en Misné Balam en la que chapearon y compartieron comida, principalmente con pibil pool k’éek’én, que en español significa “cabeza de cochino cocinada en un horno de tierra”, misma que fue elaborada ahí, al modo tradicional del pueblo maya. Hoy, a las afueras del tribunal dicen YA BASTA ante el despojo del territorio y de los derechos que poseen como Pueblo Originario, como Pueblo Maya.
