El juez Tercero Penal de Distrito, con sede en Hermosillo, Manuel Octavio Palafox Ocaña, dictó un nuevo auto de formal prisión contra el líder yaqui Mario Luna por el delito de privación ilegal de la libertad. La condena iría de cuatro a diez años en prisión.
Sabemos que este juez actúa por consigna, bajo las órdenes de guillermo Padrés Elías, quien le ha beneficiado con jugosos negocios en bienes raíces. Nos queda absolutamente claro que se trata de una persecución política, pues no existen pruebas de los delitos que se limputan a Mario, dado que no cometió ninguno. Ya las acusaciones por robo de vehículo fueron desechadas, pero se le imputa el delito de privación ilegal de la libertad del torocoyori Francisco Delgado Romo. Recordemos que a Romo se le aplicó un juicio según la tradición yoeme por haber atentado contra la vida de una mujer de la Tribu y su pequeña hija, al conducir bajo los influjos del alcohol y querer violar el bloqueo que la Tribu mantenía en la carretera, en protesta por el robo del agua de que son objeto por parte de Padrés y sus negocios turbios.
A decir del abogado de Mario, Francisco Javier Mejía Cisneros, no existe sustento alguno para las acusaciones sobre nuestro compañero, por lo que debe quedar libre pronto. sin embargo, nos queda claro que el mal gobierno de sonora hace y hará todo lo posible por retener en prisión a Mario y a Fernando, como una forma de castigo por atreverse a defender sus derechos y los de su pueblo, entorpeciendo los jugosos negocios mal habidos del todavía gobernador.
Así ocurre en México. Mientras los criminales más peligrosos y buscados internacionalmente reciben todas las facilidades para salir de los penales de máxima seguridad, a los luchadores sociales se les mantiene detenidos con argumentos leguleyos, cuando no se les asesina o desaparece.
Por nuestra parte, no dejaremos de difundir la justa causa de la Tribu en defensa de sus recursos y de denunciar la injusta prisión política en la que el mal gobierno de Sonora, con el solapamiento del mal gobierno federal, mantiene a Mario Luna y Fernando Jiménez, además de obligar al exilio a nuestro compañero Tomás Rojo.
¡Abajo el acueducto!
¡Libertad para Mario y Fernando!
¡Námakasia!