En el municipio michoacano de Chinicuila, en mayo de 2013, se conformó y alzó en armas la policía comunitaria frente al terror impuesto por grupos criminales. En 15 días sacaron a los Caballeros Templarios permitiendo que hoy se respire la paz.
Diez años antes, inició una organización ciudadana, conformada en un Concejo Popular, que obliga a las autoridades municipales a acatar la voz del pueblo. Este 26 de enero, se llevó a cabo la más reciente asamblea del Concejo que agrupa 40 encargaturas del orden, cada una conformada a su vez por un promedio de 20 ranchos en un municipio que cuenta con 7500 habitantes.
El proceso organizativo en Chinicuila permitió que el Concejo, como lo explica José Pelayo en el video “Somos la seguridad de nuestro pueblo”, se constituyera como facilitador entre los grupos de policía comunitaria, o comunitarios, cuando existían diferencias.
Pelayo, facilitador del Concejo Popular de Chinicuila, explica también que los comunitarios son gente del rancho, de la comunidad, que estaba harta de la situación de violencia, por lo que con sus propios recursos se organizaron para combatir a la delincuencia ante la abierta inacción gubernamental.
El Concejo Comunitario persiste, a pesar de los intentos gubernamentales por terminarlo, fortaleciendo a nuevos líderes emanados de la comunidad que se organizan para proponer un desarrollo colectivo de sus pueblos. “No necesitamos un gobierno ni federal, ni estatal, ni municipal, nos bastamos nosotros. A lo mejor nos llaman autodefensas, pero no, somos la seguridad de nuestro pueblo”, remata Pelayo.