Yo bajaré los abismos que me digas.
Yo beberé tus cálices amargos.
Yo me quedaré ciego para que tengas ojos.
Yo me quedaré sin voz para que tú cantes.
Yo he de morir para que tú no mueras,
para que emerja tu rostro flameando al horizonte
de cada flor que nazca de mis huesos.
Otto René Castillo. Poeta guatemalteco.
Nuestrxs maestrxs nuevamente atacados, acorralados al desprestigio, a la calumnia y la infamia.
Ellxs defienden la escuela pública, como bastión de la conciencia y el desarrollo humano, sin intereses mezquinos y mercantilistas. Enaltecen los mejores valores universales, vividos y compartidos en la acción cotidiana de nuestros próceres nacionales.
Ellxs defienden sus derechos, pero también los de todxs los mexicanxs. La reforma laboral disfrazada de “educativa” es la continuación a medidas estructurales que dejan expuesta a la sociedad mexicana.
Ellxs defienden la dignidad de todxs. La dignidad de la Patria contra pusilánimes políticos que bajo el cobijo de la legalidad y los medios de comunicación, arremeten contra derechos conquistados a través de nuestra historia por distintos movimientos populares.
Ellxs enfrentan el desprestigio de su labor, por negarse a la sumisión de los dictados de organismos internacionales, que buscan someter a un pueblo y con ello, apropiarse de sus recursos, para engrandecer su riqueza a costa de la profundización de la miseria.
Ellxs enfrentan la represión porque son semilla en la lucha social. Son ejemplo de actitud y dignidad tan valiosa como muchas otras luchas de nuestro pueblo.
Ellxs enfrentan la apatía e incomprensión de compatriotas sumidos en la ignorancia y conformidad de un sistema opresivo, injusto y represor.
Ellxs, nuestrxs maestrxs son parte del pueblo, que mantienen la frente en alto, por el respeto a los derechos y contra los partidos y clase política que viven del erario público, como simples sirvientes del poder y el capital.
Ellxs cansados de ser ignorados por el poder, asumen con voluntad y decisión el comienzo de una nueva etapa de lucha social…
Tiene que ser así, indiscutiblemente.
Ya me cansé de llevar tus lágrimas conmigo.
Ahora quiero caminar contigo, relampagueante.
Nuevamente la Patria, convoca los espíritus sensibles, nobles y decididos, a mostrar firmeza en la lucha por mejores condiciones de vida.
Nuevamente la Patria, convoca a todas las fuerzas progresistas a unir esfuerzos y caminar juntos contra la represión y la sordera de los gobernantes.
Nuevamente la Patria convoca a quienes cansados de ser víctimas alcen sus voces y hagan realidad sus sueños.
Nuevamente, la Patria está en juego.
Ay, patria..
Me dueles en lo más profundo de mi ser.
Por ello pido que caminemos juntos. Siempre
con los campesinos agrarios
y los obreros sindicales,
con el que tenga un corazón para quererte.
Cada quien según sus posibilidades.
Cada cual según sus decisiones.
Cada quien según sus compromisos.
Cada cual según sus espacios.
Pero, cada cual sumado a cada quien.
Vámonos patria a caminar, yo te acompaño…
