Repudio ante la visita del genocida al centro ceremonial.
La voz del pueblo maya se levantó para decir: ¡Fuera Bush de Chichén Itzá! ¡Fuera Bush de México!
Con motivo de la reunión trilateral entre manadatarios de América del Norte que se está realizando en el sureste mexicano, el hombre que se ha ganado el repudio de millones en todo el mundo, descendió de su avión en un aeropuerto cercano a la zona arqueológica de Chichén Itzá, para después de visitar las pirámides, seguir rumbo a Cancún.
La indignación de los dueños legendarios de estas tierras por la visita del genocida fue considerada una falta de respeto a su centro ceremonial y decían: “Cómo a esa persona la dejan subir a la pirámide y a nosotros no nos dejan ni pasar”
Las medidas de seguridad hicieron cercar varios kilómetros a la redonda, impidiendo el libre tránsito de las personas de los pueblos aledaños y causando pérdidas económicas a los artesanos que para obtener su ingreso diario ofrecen sus mercancías a los turistas que visitan la zona. La protesta estuvo encabezada por los artesanos de Chichén y acompañándolos estuvieron varios grupos, la mayoría, adherentes a la sexta declaración de la selva lacandona y participantes de la Otra Campaña, así como por algunos individuos de la sociedad civil, indignados por esta visita.