Luego de que el titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino, hablara sobre el Acervo de Arte Indígena y su presunta preocupación por las condiciones en las que se encuentran las piezas, la Comunidad Indígena Otomí citó al funcionario junto con el Secretario de Gobierno de la Ciudad de México, para dialogar respecto al rumbo de este compilado. Sin embargo, los funcionarios nunca llegaron a las instalaciones de la Casa de los Pueblos y Comunidades Indígenas “Samir Flores Soberanes”.
“Nos dieron la espalda” dice la Comunidad Otomí, y mencionan que este tema y sus demandas se mantienen en pausa debido a la nula atención gubernamental. En un comunicado, expresan que la discriminación hacia los pueblos originarios y las comunidades indígenas es una característica común de los gobiernos autodenominados como “cuarta transformación”.
“Es evidente su nula voluntad de diálogo. Su racismo es sólo un botón de muestra de la enorme brecha que separa el discurso gubernamental y las acciones de este gobierno” aseguran.
Horas más tarde, en un comunicado conjunto, el INPI y las autoridades de la CDMX expresan su voluntad para entablar un diálogo, a pesar de que no asistieron al que convocaron los otomíes y tampoco emitieron ningún aviso.
En ese oficio gubernamental expresan que están atendiendo las demandas que originaron la toma de INPI. Ante esta aseveración, la comunidad expresó que no hay avances desde junio del 2021, cuando se emitió el decreto de expropiación del predio ubicado en Zacatecas, edificio en donde además las obras de construcción no han iniciado.
La comunidad Otomí tomó el edificio del INPI en octubre de 2020, una de las primeras exigencias fue la expropiación de los predios de Roma 18, Zacatecas 74, Guanajuato 200 e Independencia 12, así como atención a temas que garantizan una vida digna en la ciudad, como educación, salud, alimentación, entre otros.
