A las 10 de la mañana salió el último camión de diez que partieron de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. La primera parada fue en el centro de Chilpancingo para conjuntarse con organizaciones sociales y magisteriales, creándose una caravana de veinte camiones. El destino: el municipio de Tecoanapa, en donde se llevó a cabo una movilización en homenaje para Alexander Mora Venancio, uno de los 43 normalistas desaparecidos en los hechos de Iguala y posteriormente identificado el pasado 5 de diciembre con los restos analizados por científicos de Austria, previamente proporcionados por la Procuraduría General de la República (PGR) tras los supuestos hallazgos del basurero de Cocula.
El contingente fue nutrido, compuesto por alrededor de tres mil personas, entre magisterio, normalistas, estudiantes de la Universidad de Guerrero (donde cursó un año Alexander); así como organizaciones sociales y familias enteras.
La reunión fue en los arcos de la entrada del municipio y desembocó en el centro, en la plaza Zaragoza. En medio de la movilización venía un pequeño pero rabioso grupo, alrededor de 25 jóvenes, algunos de ellos con caras de niños aún, la mayoría portando playeras rosas; era el equipo de futbol de Alexander Mora (La Juventus, equipo que juega en la liga intercomunitaria, oriundo del Pericón) quienes marcharon para exigir justicia para su compañero detenido-desaparecido y luego asesinado. Entre ellos un joven de alrededor un metro setenta centímetros de estatura, de tez morena; era Alexander Mora García, quien señaló que en vida su primo era un delantero de los buenos; el joven de no más de 25 años invitó “a todo el mundo entero que se unan al movimiento para hacer justicia, que esto no se quede así. Para que no pase otra vez pues”.
Un buen número de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) hizo acto de presencia; uno de ellos comentó a Regeneración Radio que se estaban manifestando en repudio al gobierno estatal y federal por los hechos sucedidos en Iguala, “denunciando que no estamos conformes y exigimos de que los cuarenta y dos que faltan aparezcan con vida”. De nuevo el tema del Narco-Estado emergió en la actividad de protesta y el maestro René Acevedo, de éste tema dijo claramente que “la ola de violencia que se ha desarrollado es a causa de que los mismos gobernantes, los políticos son los capos grandes y que mientras los políticos estén metidos hasta la narices con el crimen organizado pues nunca va a prosperar”.
El profesor activo en la región de la Costa Chica de la Entidad aprovechó para enviar un mensaje a los padres y madres de los normalistas ausentes: “estamos en pie de lucha y no vamos a descansar hasta que se esclarezcan estos hechos… exigimos cárcel a Ángel Aguirre Rivero, también a José Luis Abarca, y también exigimos que salga el señor presidente Enrique Peña Nieto… ¿pues qué cosa está haciendo ahí? Nosotros queremos contundencia, queremos que la justicia realmente se aplique como debe de ser.
“Pudieron terminar con tu vida, pero no podrán terminar con tus ideas”
Para finalizar la actividad se realizó un mitin en el centro de Tecoanapa, en la plaza Zaragoza. Hasta ahí llegó Hugo Mora Venancio (Hermano de Alexander), quién frente a organizaciones sociales, estudiantiles, familias de Tecoanapa y magisterio, leyó una carta que le escribió a su hermano Alexander ese mismo día 11 de diciembre. En ella le dice que su lucha no fue en vano: “me enteré de tu muerte a través de las propias palabras de mi padre, sin alarmarnos nos quedamos removidos como una fuerte sacudida en el corazón. Y abrazamos tu bandera libertaria y abrazamos tus consignas y haremos eco sencillamente en donde quiera que haya injusticia”.
Con lágrimas en los ojos externó también su impotencia y rabia por la injusticia “que avala y complace este maldito gobierno que todavía se ensaña y nos dice en forma de burla que tenemos que superar Ayotzinapa, como si tu hermano, valieras poco”; con rabia y contundencia en la voz encaró a Peña Nieto: “Señor Enrique Peña Nieto, quiero que me digas en mi cara, de frente a mí, sin agacharte, que olvide mi hermano, que supere este dolor como si nada, quiero ver si tienes el valor para que le digas a mi padre que olvide a su hijo”
Tras el mitin, la caravana de autobuses se trasladó a la comunidad del “Pericón” en donde se llevó a cabo un sencillo homenaje por parte de la Normal Rural de Ayotzinapa; ahí mismo se le entregó un corona de flores a la familia “como símbolo de que no se va a permitir que la procuraduría dé carpetazo a este hecho; que no quede impune”. En medio de abrazos de aliento para la familia Mora Venancio, aplausos de la comunidad presente, en medio de consignas como “Alexander vive, la lucha sigue” se dispusieron a cenar un rico pozole que se preparó especialmente para la ocasión.