Entrevista a Dolores, Medicina tradicional y partería

Virikota: ¿Nos puedes decir tu nombre, edad, lugar de origen y a que te dedicas?

Dolores: Mi nombre es Dolores, tengo 58 años de edad. Soy de origen naua como lo fueron mis grandes abuelos y abuelas, como lo fueron mis padres y como lo son ahora mis hijos.

Yo nunca he tomado un lápiz, no fui a la escuela. Pero sé lo que me enseñaron mis abuelos, los antes.
Sobre lo que tú me preguntas, de ¿Cómo fue que me inicie en ser parte? Te diré que en principio yo no quería ser partera, ni tampoco quería el don de curar con las plantitas como hasta ahora lo hago.

Las parteras, no tenemos ninguna formación, nadie nos enseña, eso ya es un donde que cada quien trae mediante la revelación de sueños.
Al principio comencé a tener pesadillas, muchos sueños en los que yo misma me revelaba a aceptar el don de curar porque para quien se dedica a sanar y a ayudar a los demás como en nuestro caso, llega sentir los males, los dolores de quien decidimos curar.

Un día subi a la montaña a hablar con dios y con to nana tlaltipaktli (nuestra madre tierra), les dije que si en verdad yo debía sanar y dedicarme a ser partera, aceptaría. Un día, una de mis hermanas se iba a aliviar. No había tiempo ya de trasladarla desde la comunidad de donde somos que es de Acatepec, municipio de Huautla, Hidalgo al Hospital Regional. La vida del pequeñito estaba en riesgo porque ya su cabecita estaba afuera de su mamá. Entonces, fue la primera vez que decidí actuar. Lo hice bastante bien, pero a pesar de ello, el doctor me regaño diciéndome:

 “Por que has decidido actuar si no tu eres médico? Es que eres demasiado tonta para entender que la vida de esta mujer y de la criatura está en riesgo de perder la vida por ti?. Que no deseo volver a verte, ni a ti ni a nadie que se dedique a curar. El doctor me amenazo con jalarme las orejas pero ya tenía mi mano lista para darle una cachetada si lo hubiera hecho. Las autoridades de mi comunidad intervinieron y el doctor se abstuvo de volver a molestarme”

Yo actué por que le dije al doctor que sería más injusto no haber hecho nada. A veces no tenemos para pagar el traslado a la ciudad e ir al Hospital Regional. En las comunidades, somos muy podres y no tenemos para el traslado y llegado a los hospitales no nos entienden porque los coyome1, solo hablan español, no entienden nuestra lengua. Sentimos que no nos tratan bien, que muchas veces se creen más que nosotros y nos miran con desprecio y hasta se burlan.

Desde antes, yo llevo atendiendo partos en muchas comunidades y a quien me solicita. Yo no cobró por el trabajo que hago, solo me espero a que me den lo que puedan o lo que quieran, yo no hago negocio con mi trabajo. A veces me dan doscientos pesos, a veces solo una gallina, huevos o tortillas.

Virikota: ¿Que problemas has enfrentado en tu profesión como partera y como médico tradicional?

Dolores:He tenido siempre dos problema. Uno que es por parte de la comunidad por que en muchas ocasiones a mi propia familia, le es difícil apoyarme por el sacrificio que necesariamente me obliga a desatender la milpa, a mis hijos, a mi esposo y la responsabilidad que tengo también con la comunidad. Mi familia me dice muchas veces que ya no vaya, que a veces ni me pagan por lo que hago, o no me quien pagar y que soy más indispensable lo que pueda hacer en casa y en mi comunidad. Solo que yo pienso, que mucha gente se puede morir si yo no acudo a ayudarlos, yo me conformo con lo poco que me dan, no le cobro a mis hermanos. Otro problema, es que el que las autoridades de la comunidad, no apoyan para defenderme cuando llegue a tener problemas en caso de que algo salga mal en el parto

En las clínicas y hospitales, las parteras hemos buscado los espacios de que nos reconozcan y de que sepan que ahí estamos para ayudar a nuestras compañeras porque nos preocupa defender la vida, nos gusta recibir a un pequeñito cuando nace, porque es el modo en que existimos como comunidad.

Virikota: ¿Que opinión tienes sobre la vida?

Dolores:Nosotras creemos que la vida es lo primero. En los centros regionales de salud y en hospitales tienen otra forma de ver la vida que a nosotras no nos parece. Verás… por ejemplo cuando se va aliviar una mujer, nosotras creemos que la operación no es necesaria por que deja muchas complicaciones en la mujer al momento de aliviarse y porque le provoca mucho dolor. Un buen parto, no necesita cirugía, lo mismo que no es necesario internarla obligadamente cuando aún no es tiempo. Nosotras sabemos cuándo es el momento oportuno para acomodar al producto y nazca bien, ayudar en el parto para cuando sea exactamente el momento y así, ni se esfuerza en pujar la mujer y es mucho más sencillo. El cuidado de la mujer, forma parte de la vida misma porque ella es quien procrea nuestras comunidades, así como el hijo es la semilla de la mujer, la propia semilla del maíz, es el fruto de todos, de toda la comunidad.

Virikota: ¿Sobre esto último, existen mujeres en la que sin consulta previa hayan si limitadas para procrear?

Dolores: Si, si las hay. En toda la huasteca donde he andado con mis 38 años de partera, he escuchado de casos en donde se nos obliga a usar métodos anticonceptivos, algo con lo que no estamos de acuerdo, pues creemos que la mujer es la única persona que debe decidir cuantos hijos (as) tener. Otro problema es cuando las mujeres, nuestras compañeras; se alivian en los hospitales después de parir sin previa consulta y autorización les practican la cirugía para no seguir teniendo más

Virikota: ¿Te refieres a que a las mujeres que sin consulta previa jamás vuelven a procrear hijos?

Dolores: Eso mismo..

Virikota: ¿Algo más que quieras agregar?

Dolores: Gracias por entrevistarme, siento muy bonito pero a la vez muy triste por que te vas a ir. Me siento felíz por que mi palabra va viajar hasta donde tu estás, hasta México. Es importante para nosotras, que el mundo sepa que las mujeres en la huasteca existimos y que las parteras también somos importantes por el trabajo que hacemos. Nosotras acá vamos a seguir esperando a que vuelvas. Guarda mi nombre en tu corazón, que yo guardaré el tuyo para nunca olvidarnos.

 

1  Los coyome en la traducción literal de la lengua náhuatl, son coyotes. Los coyotes o ladinos,  desde la apreciación nahua, son abusivos, engañan, tratan de abusar de los compadritos o comadritas a quienes los propios mestizos llaman en ocasiones despectivamente.

Entrevista en Náhuatl. 

 

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